BCH Casa Guanziroli.jpgCosecha Roja-. A María Amalia Guanziroli su familia le decía “Reina”. Tenía 68 años y vivía sola en el barrio San Ignacio del Cerro, en Bariloche. El 27 de julio de este año, su hija la encontró atada a la cama, con las manos maniatadas con cinturones, amordazada y con una bolsa en la cabeza. Llevaba entre 12 y 24 horas muerta. Por asfixia.

Una vecina había llamado preocupada a Guanziroli porque había visto salir a un desconocido de la casa. En una filmación se ve también a esa persona entrar dos veces al lugar, el día anterior a que su hija la encontrara. El hombre rengueaba al caminar.

Se trataba de Honorio Marín, de 27 años. No era el jardinero de siempre; había sido contratado hacía poco tiempo y sólo realizaba tareas ocasionales. La hijastra del hombre trabajaba como empleada doméstica de Guanziroli. Ella lo había recomendado para hacer jardinería. Él era albañil, y tenía problemas de movilidad.

Marín fue detenido el 28 de julio en su vivienda del barrio Virgen Misionera. Desde entonces está en el penal 3 de esa ciudad.

Tanto las muestras de la escena del crimen como la pericia a un guante de jardinería señalan a Marín. Liliana Livio, pareja del imputado, denunció que “los análisis (de ADN) no coinciden” y que el material que extrajeron de las uñas de Marín “está truchado”.

La mujer explicó que Marín, cuando ocurrió el hecho, estaba herido en una pierna porque se había caído de un andamio. “Siempre hay un perejil que paga lo que hacen los demás”, dijo la mujer. Y contó que hay otra persona sospechosa que le mandó mensajes de texto con amenazas, y que ella presentó esos mensajes en el juzgado pero no los tuvieron en cuenta.

Los estudios de ADN llegaron la semana pasada al juzgado de Instrucción 2. Se hicieron en un centro especializado de La Plata, a 1500 km. Encontraron, en la escena del crimen, un pelo de Marín. Además, los restos de goma que descubrieron sobre la cama de Guanziroli coinciden con un guante texturado de jardinería, que encontraron en el domicilio del imputado.

Los estudios se encargaron al laboratorio de La Plata porque hubo controversia entre la fiscalía y la defensa del imputado con los análisis de ADN que se realizaron en el laboratorio de genética forense de Bariloche.

El juez de Instrucción Ricardo Calcagno dictó el procesamiento con prisión preventiva de Honorio Marín como presunto autor del homicidio con alevosía. El Código Penal reprime ese delito con prisión perpetua.

(Con información del diario Río Negro)