Guerreño asesinado en Villa Soldati

Cosecha Roja.-

“¿Cómo puede ser que los noticieros no digan nada si esto es una batalla campal?”, pensaron los vecinos de Villa Soldati. Y no esperaron un segundo más: filmaron la escena, subieron los videos a Youtube y marcaron la agenda de los grandes medios. Un muerto, un policía herido, dos incendios, una mujer con un niño que se tiran por la ventana, un enfrentamiento con Gendarmería y una presunta trama transa que estaban por quedar en el anonimato salieron a la luz gracias a los reporteros autogestivos.

El domingo habían matado a Damián Guerreño, de 19 años, en el Complejo Soldati. El que disparó, sin rodeos y a la cabeza, fue Ambrosio Jesús Ibarra, que quedó detenido e imputado. Pero eso no fue todo. También hubo enfrentamientos de vecinos con la policía. Después, a las 11 de la noche, unos treinta hombres incendiaron la casa de la hijastra de Ibarra, que se tiró por la ventana de un segundo piso con su hijo de tres años, cayó en el estacionamiento y terminó internada, fuera de peligro, en el Hospital Penna. Pero tampoco quedó ahí, porque mientras la policía le tomaba declaración a los Ibarra, incendiaron la casa de Jesús y rodearon a la policía: “¡Ahí están, ¿ves?, los están cuidando a ellos, tirale!”, gritaron y arrancaron la nueva balacera que terminó con un policía internado en el Hospital Churruca por una herida de esquirla.

Hay tres versiones sobre los motivos. Según el parte de la Comisaría 36, los Guerreño dicen que el asesinato fue porque le reclamaron a Ibarra que pagara el helado que compró en el local de familiar. Los Ibarra aducen defensa propia porque, cuentan, Guerreño había entrado a robar armado a la casa de su hermana. Pero los vecinos aseguran que esto no es por un helado. Ni por un robo. Que esto es parte de una trama de guerra “de torre a torre”, que Ibarra es transa y que Guerreño consumía. Que algo no habrán podido arreglar. Que estas cosas se resuelven así. “Se hicieron más de 50 denuncias a la familia Ibarra y nunca pasa nada”, dijo Cristian Guerreño, hermano de la víctima. La causa está a cargo del Juzgado Nacional  en lo Criminal de Instrucción 27 a cargo de Alberto Baños.

Al día siguiente las escuelas suspendieron las clases y los comercios, si abrían, lo hacían a media asta. “La gente no podía salir de sus casas por el pánico de lo que se estaba viviendo”, dijo a Cosecha Roja una vecina. Dicen que había más gendarmes que de costumbre y que empezó una batalla, que “andaban con fierros correteando por todos lados”, que quisieron echar a Gendarmería a cascotazos y que les respondieron con balas de goma. Fue entonces cuando pensaron que cómo podía ser que no apareciera en ningún lado y lo comenzaron a registrar: