Los vecinos del barrio Escorihuela de Guaymallén, en el Gran Mendoza, escucharon gritos y ruidos que venían de la casa de Mayra Bueno. Unas horas más tarde, alrededor de las 4 de la madrugada, vieron salir a su novio, José Patricio Molina, cargando un par de bolsos. Minutos después, la casa comenzó a arder. Los bomberos que apagaron el incendio encontraron el cuerpo de la joven de 25 años junto al de su hijo Lautaro, de siete, y el de su madre Mónica Outeda, de 51.

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El fuego había consumido alrededor del 40 por ciento de la casa y los cuerpos estaban en buen estado. Los investigadores descartaron de plano la hipótesis de la muerte por inhalación de monóxido de carbono: las tres víctimas tenían golpes en todo el cuerpo. “El menor de 7 años tenía lesiones en el cuello como si lo hubiesen querido ahorcar, la persona mayor tenía golpes en el rostro”, contó la fiscal de Homicidios Claudia Ríos.

Ni Mayra ni su familia conocían a Molina por su verdadero nombre: ante ellos se había presentado como José Giménez. Tenía denuncias de una pareja anterior por violencia de género y hurto, trabajaba como remisero y hacía cuatro meses que estaba en pareja con Mayra. El martes a la mañana, después de asesinar a su mujer, la madre y el hijo, fue hasta la casa de una ex pareja que lo había denunciado por violencia de género.

—Me mandé una cagada: maté a tres personas —confesó. Después la amenazó. Le dijo que si hablaba le iba a pasar lo mismo.

Ese día Molina y su ex pareja siguieron en contacto por Whatsapp. Él le contó que se iba a suicidar.

Mientras la Policía lo buscaba, uno de los hermanos de Molina se presentó en la fiscalía. Después llevó a los efectivos hasta la casa de su hermana, donde estaba escondido el triple femicida.

Cuando llegó la Policía los vecinos estaban intentando reanimar a Molina, que había intentado suicidarse. Murió antes de llegar al Hospital Central.

Si se confirma que Molina es el autor del triple femicidio, la causa podría cerrarse y el caso quedaría archivado.

Mendoza es la segunda provincia con mayor tasa de femicidios: 2,1 cada cien mil habitantes. Según datos del Registro Nacional de Femicidios de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 21 mujeres fueron asesinadas en la provincia en 2016 por el solo hecho de ser mujeres. En esa lista está incluídas las víctimas del triple femicidio de Godoy Cruz. En octubre de ese año, Daniel Zalazar asesinó a cuchillazos a su ex pareja, una tía y la abuela, hirió a dos niños y quiso prender fuego la casa. A los pocos meses fue condenado a perpetua.