Tenía 11 años, fue cinco días seguidos a la guardia y murió

Shaira tenía fiebre alta. A pesar de los dolores en todo el cuerpo, en el hospital bonaerense de San Cayetano esperaron a último momento para internarla. Según su mamá la tildaron de mañosa. Piensan que ningunearon el caso por no ser coronavirus.

Tenía 11 años, fue cinco días seguidos a la guardia y murió

Por Matias Máximo
07/05/2020

Shaira tenía 11 años y llegó a la guardia con 41 grados de fiebre y un dolor fuerte en todo el cuerpo. Le pusieron suero y al rato la fiebre bajó, por lo que en el hospital de San Cayetano, una localidad bonaerense de 7 mil habitantes, le dijeron que podía volver a su casa. Apenas llegó la nena decía que tenía un fuerte mareo, que no daba más. La llevaron de vuelta y quedó en observación:

-Me pidió ir al baño, la acompañé y se hizo caca en la ropa. Largó mucho parásito así que llamo a la enfermera, le saca una foto y  como no se veía le hizo un video para mostrarle al doctor -dijo a Cosecha Roja Soledad Torres, su mamá. Al ver el video el doctor diagnosticó parasitosis y le recetó un medicamento, pese a que los resultados de los análisis todavía no estaban.

Al día siguiente, martes 27 de abril, estuvo todo el dia en cama y repetía que se le dormían las piernas. Le dolía la espalda y el hombro así que decidieron que tenía que volver a ser revisada. El miércoles la llevaron otra vez y la internaron, le pusieron suero y al ver que en los análisis los glóbulos blancos pasaron de 20000 a 12000 pensaron que el pronóstico era favorable: sus defensas estaban subiendo.


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“El jueves estuvo en casa todo el día, no se podía mover, le dolía el cuerpo estaba hinchada y le dolían las piernas. La teníamos que levantar de la cama para ir al baño y ayudarla a levantarse del inodoro. A las dos de la mañana le pide al papá que por favor la lleve al hospital a internarse”, cuenta Soledad.

A las 7 de la mañana estaban en la guardia otra vez. Como no podía caminar la llevaron en silla de ruedas hasta la sala donde le pusieron suero. La nena estaba cada día más sensible y pedía ayuda para ir al baño a cada rato. Según la mamá, ya la estaban tomando de mañosa. Le asignaron una psicóloga:

-No quiero hablar, tengo sueño y me duele todo -decía la nena.

Le pusieron un antibiótico inyectable. La familia veía cómo hora tras hora se descompensaba. Probaron con oxígeno: nada. Cuando llegó el papá le pidió que le de la mano y se descompensó.

-A las 17:35 sale el pediatra y dice: lamentablemente murió -cuenta Soledad. 


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Era el feriado del 1ro de mayo. La familia, que fue cinco días seguidos a la guardia, se fue con la peor noticia. Denunciaron al hospital por el maltrato, abandono y negarles acceso a la historia clínica. A pesar de la cuarentena, hubo una movilización del pueblo para pedir justicia y las preguntas empezaron a circular ¿Si fuera coronavirus le hubieran hecho lo mismo?

El caso de Shaira tiene relación con otras dos muertes evitables que quedaron relegadas de atención a partir de la cuarentena.

Pamela Nieto tenía 24 años y su papá le donó un riñón hace tres. A principios de abril se descompuso: vómitos y fiebre. A pesar de sus antecedentes médicos, en el hospital de La Falda, provincia de Córdoba, no le hicieron estudios y la mandaron a su casa por una supuesta gastroenteritis. Empeoró. La operaron y murió después de 10 días en terapia intensiva.

También en Córdoba una maestra de 44 años murió porque prefirieron reservar la guardia a casos de coronavirus. Liliana Giménez tenía 44 años, y era maestra en una cárcel de mujeres. Llamó a su obra social y por los síntomas que tenía -sólo fiebre- le dijeron que no calificaba para coronavirus ni dengue y que tomara paracetamol. Tardaron una semana en mandarle un médico a domicilio. El 7 de abril murió de neumonía.

Matias Máximo