Sindicalista denunciado por acoso premiado con una candidatura

Una comisión independiente probó los hechos y la CTA Autónoma minimizó el caso: apenas lo suspendieron por dos meses. La joven politóloga que lo denunció perdió su trabajo. Por Mariana Carbajal.

Sindicalista denunciado por acoso premiado con una candidatura

28/06/2019

Por Mariana Carbajal

Un alto dirigente de la conducción nacional de la CTA Autónoma, encabezada por Ricardo Peidro, fue denunciado por acosar sexualmente a una trabajadora que dependía de él en la central sindical. Los hechos de acoso y violencia laboral fueron corroborados por una comisión conformada por tres expertas externas con reconocida trayectoria especialmente convocadas para investigar el caso. En su dictamen de unas veinte páginas, habrían calificado los sucesos como “graves/muy graves” y recomendaron que fuera separado de su cargo. Pero la Comisión Ejecutiva Nacional de la CTA A, después de debatir durante unas 13 horas, le aplicó apenas una suspensión de 60 días en sus funciones y le ordenó realizar un curso para deconstruir el machismo, confirmaron fuentes gremiales. Al mismo tiempo fue premiado con un lugar como primer revisor de cuentas en la lista Verde ANUSATE de la provincia de Buenos Aires del oficialismo de ATE, el sindicato al que pertenece.

El caso se conoce justo cuando dirigentes de la CTA A celebraron una semana atrás en Ginebra en la 108° Conferencia Internacional del Trabajo la aprobación del Convenio de la OIT sobre violencia y acoso laboral tras cuatro años de discusiones. Podría haber sido un caso testigo en un espacio sindical, pero la sanción leve y el hecho de que volverá a ocupar el mismo cargo en el que acosó dentro de pocas semanas probablemente desaliente otras denuncias. La denunciante, una joven politóloga, se quedó sin su trabajo.

El denunciado es Adolfo “Fito” Aguirre, conocido dirigente de La Plata, quien ocupa la secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA A que lidera Peidro. Esta cronista confirmó la actuación de la comisión de expertas con distintas fuentes de la central sindical, que prefirieron no ser citadas. Aguirre era el jefe de la denunciante, quien se desempeñaba bajo sus órdenes en la secretaría de Relaciones Internacionales. Actualmente ella se encuentra trabajando fuera del país, a raíz del caso. Autoridades de la CTA A le ofrecieron encontrarse en Ginebra para informarle de las actuaciones, en el marco de la Conferencia de la OIT, pero luego le cancelaron la cita “por cuestiones de agenda”.

Aguirre fue diputado provincial y es el referente político de Unidad Popular, agrupación de Víctor De Gennaro y Claudio Lozano. Es también coordinador del Foro por la Niñez.

La denunciante empezó a trabajar a su lado en 2015, como asesora de la Secretaría de Relaciones Internacionales y luego pasó a coordinar el área, aunque no tenía designación formal, según contó a la comisión investigadora. Ella manifestó que no quería arruinarle la carrera a su ex jefe, sino que se hiciera justicia y que no sean siempre las mujeres quienes pierden cuando se atreven a romper el silencio para denunciar acoso sexual en el ámbito laboral.

Contó a la comisión –vía Skype, durante casi cinco horas- que las situaciones de acoso sexual que denunció se empezaron a repetir especialmente en viajes de trabajo. Pero también sucedían en la CTA A. Al principio le transmitió lo que le pasaba a amigas, luego a compañeros y compañeras de la central sindical. También lo habló con Aguirre varias veces, pidiéndole que “la corte”. Ella sabía que si lo denunciaba podía quedarse sin trabajo y empezó a buscar otro empleo.

En 2017, al ver que la conducta de su jefe no variaba, se anotó en una beca para hacer un Master en Relaciones Internacionales fuera del país, la ganó y pidió una licencia por 6 meses, pero siguió realizando trabajos para la CTA A. Contó que mientras estaba en el exterior, vinculada todavía laboralmente a la central obrera, se enteró de que un subalterno suyo había sido designado por encima de ella en la misma secretaría de Relaciones Internacionales. “El día que yo diga algo sobre las situaciones de acoso que viví van a decir que lo hago por despecho”, pensó y se vio en un callejón sin salida.

Según relató a la comisión de expertas, apenas regresó al país, en los primeros días de julio de 2018, se reunió con una dirigente de la CTA A, a quien le denunció verbalmente los hechos. Pero en un segundo encuentro, señaló, esa misma dirigente le pidió que “encapsulara el tema” y le ofreció ser reubicada en otra área, la de prensa, pero le aclaró no harían nada más.

Frente a ese panorama, semanas después, decidió mandar un telegrama a la CTA A en el que denunció la situación de acoso y pidió que tomen medidas. Le respondieron, dijo, negando todo. Tras ideas y vueltas de telegramas, finalmente se dio por despedida. A mediados de diciembre, resolvió mandar un correo electrónico de 9 páginas a todos los dirigentes de la central sindical, donde detalló los hechos que había padecido de parte de Aguirre.

Su caso derivó en la decisión de la conducción de la CTA A de elaborar un Protocolo de actuación para prevenir, detectar e intervenir en situaciones de violencia y acoso de género(s), que fue aprobado el 27 de febrero y presentado con bombos y platillos el 6 de mayo en la Feria del Libro. En marzo la denunciante fue notificada de la conformación de una comisión investigadora, autónoma e independiente. Según pudo saber esta cronista, estuvo integrada por una abogada, una psicóloga y una trabajadora social, externas a la organización sindical. Luego de escuchar a la denunciante, a testigos y al propio Aguirre, la comisión presentó el 14 de mayo su dictamen, que no se ha hizo público, en el que corrobora los hechos de acoso sexual y violencia laboral denunciados, los calificaría como “graves/ muy graves” y recomienda la separación de Aguirre de su cargo y otras acciones reparatorias y preventivas, según confirmaron distintas fuentes consultadas por esta cronista.

El dictamen, de unas veinte páginas, fue largamente discutido ese mismo 14 de mayo por la conducción de la CTA A, en la Comisión Ejecutiva Nacional: según trascendió, habrían sido 13 horas de debate intenso. Las autoridades acordaron suspender a Aguirre temporalmente por el plazo de dos meses, aunque llamativamente, le dieron la posibilidad de participar en algunas actividades de la central sindical, según informó una fuente de la CTA A. Incluso, como estaba con licencia desde diciembre, algunos dirigentes pretendieron que el plazo de la suspensión ya estaba cumplido. Finalmente, se impuso que fuera desde ese momento. Al mismo tiempo, se decidió que toda la conducción nacional asista a talleres de deconstrucción del modelo patriarcal y particularmente el denunciado. Hace pocos días, Aguirre participó de una jornada de formación con perspectiva de género de la CTA A de la provincia de Bueno Aires. En la foto al final de la actividad, se lo ve a Aguirre junto a Oscar De Isasi, secretario general de la provincia (ATE-CTA A), y a la secretaria de Género de la central sindical en el territorio bonaerense, Alicia Meynard, entre otrxs referentes.

Al conocer extraoficialmente la sanción aplicada a Aguirre, la joven denunciante se sintió manoseada por la central sindical. No fue la única: varias sindicalistas feministas que formaban parte de la CTA A decidieron alejarse de la central, desilusionadas por la resolución, sobre todo porque venían trabajando en una agenda de género, también se habían comprometido en la redacción del Protocolo, y habían apoyado a la denunciante.

Un día después de la acalorada discusión del dictamen, el 15 de mayo, en ATE Nacional se llevó adelante una actividad en la que participó la antropóloga Rita Segato. Durante la jornada, varias integrantes del gremio, colocaron carteles aludiendo al caso que decían “al pacto machista, organización feminista”, “No nos callamos más” y “Las feministas no somos cómplices de acosadores”.

El de Aguirre, señalan, no es un caso aislado: como en otros ámbitos históricamente machistas, en los sindicatos hay otros machirulos. Pero al secretario de Relaciones Internacionales fue el primero en la CTA A al que se le aplica el nuevo Protocolo. La CTA de los Trabajadores, que encabeza Hugo Yasky también aprobó este año su propio Protocolo.

¿Qué espera la denunciante? Disculpas de la central sindical, una respuesta más acorde al dictamen de la comisión investigadora, que haya un comunicado formal que dé cuenta de las conclusiones, además de la indemnización correspondiente por haberse quedado sin trabajo por denunciar una situación de acoso, le dijo a la comisión.

El caso tiene como contexto la aprobación hace una semana en Ginebra, en la 108° Conferencia Internacional del Trabajo del Convenio de la OIT sobre violencia y acoso laboral, tras cuatro años de discusiones, una decisión histórica porque es la primera vez que se adopta una herramienta de esta naturaleza para el ámbito del trabajo. Entre otras definiciones afirma que la violencia y el acoso sexual en el espacio laboral “son inaceptables e incompatibles con un trabajo digno”. Altos referentes de la CTA A estuvieron en la cumbre y celebraron la nueva Convención.