Artículo principal: El Fiscal General que casi nunca se despeina

 

Cosecha Roja.-

Dos episodios sellaron la suerte del fiscal Angelini dentro del ámbito judicial de San Isidro. El primero ocurrió hace varios años, cuando era secretario dela UFI3 de Pilar, a cargo del fiscal Gonzalo Acosta, hijo del represor y exjefe de Inteligencia dela ESMA, Jorge El Tigre Acosta. El hijo del viejo torturador es uno de los protegidos de Julio Novo

Acosta hijo pensó que Angelini tenía algo que ver con el militante del PRT homónimo, Luis Angelini, secuestrado y desaparecido en 1977.

– ¿Así que vos sos el hijo del Montonero? – lo saludó Acosta a Angelini en su primer día de trabajo.

Los dos funcionarios se convirtieron en enemigos íntimos. “La humillación y el destrato fue tal que Angelini estaba acovachado en una oficina vetusta cuando el resto de los empleados de menor rango que él gozaban de mejores condiciones laborales”, contó un empleado de la misma Fiscalía.

El segundo episodio sucedió cuando Angelini ascendió a fiscal y fue a cumplir funciones a San Fernando. Una vez allí, le tocó asistir como fiscal a una causa instruida por su colega Alejandro Musso. En ese juicio, como en otros casos,  los testigos sostuvieron que el fiscal Musso y el jefe de Calle de San Fernando, Mendoza, habían armado las declaraciones. El imputado, Daniel Marquez, había estado preso dos años por un hecho que no había cometido.

Ante la contundencia de los testimonios, Angelini retiró la acusación y el El Tribunal Oral 7 de San isidro, absolvió al imputado. Los jueces denunciaron al fiscal Musso por incumplimiento de deberes de funcionario público, abuso de autoridad, instigación al falso testimonio y falsedad ideológica. Además, el tribunal extendió la acusación a varios policías de las comisarías primera y segunda de San Fernando.

Poco después, con el consentimiento de Julio Novo, Musso pidió el alejamiento de Angelini dela UFI. Expresamente, solicitó no volver a tener jamás contacto laboral con él. En el acta a la tuvo acceso Cosecha  Roja, se dice que Angelini  “atenta contra el correcto servicio de justicia”. La misiva fue enviada ala FiscalíaGeneral  firmada por Musso, otros fiscales y  empleados, además del hijo de El Tigre Acosta, con quien Angelini hacia años que no tenía contacto.

Consultado  por Cosecha Roja, un funcionario de esa fiscalía dijo que las actas que aparentemente contendrían los motivos del oficio son “secretas”, o sea, empleados y funcionarios desconocen su contenido, pero firmaron por presión porque caso contrario correrían la misma suerte de Angelini: el traslado. Un método que en San Isidro estoda una tradición.

Al hacerse pública la denuncia por encubrimiento de narcotráfico, Julio Novo dijo que “era un vuelto por la decisión de trasladarlo”.

Pero en realidad es la inversa: el 16 de Agosto, Luis Angelini ya había denunciado al Fiscal General por abuso de autoridad. Veinte días después Musso y Acosta firmaron el documento, y el 3 de octubre Angelini fue desplazado a otra fiscalía. Aunque no tiene medios para investigar, Novo le ordenó a Angelini que continuara con la causa por el crimen de los colombianos desde su nuevo destino. Esa medida fue impugnada  por  autoritaria e ilegal y está a la espera de la resolución dela Procuradora, Maria del Carmen Falbo.

Mientras tanto, el fiscal que denunció a su jefe trabaja en el aire: no tiene escritorio ni computadora.