En la madrugada del martes Ruth Rojas, una travesti de 35 años, chocó con un taxista. El chofer fue hasta su casa con unos 30 policías a pedirle plata. Como la chica se negó a pagar los policías la sacaron de los pelos por la ventanilla, la golpearon y le destrozaron el auto.

Alrededor de las 6.30 del martes, Ruth volvía del boliche El Cairo en su VW Bora. Según denunció, cuando estaba parada en un semáforo un taxi Duna rojo dio marcha atrás y la chocó. “Me bajé para ver qué había sucedido, pero como no hubo daños seguí mi camino a casa”, contó la chica. Al llegar a su casa en el barrio San Carlos, vio al taxista Luis Ángel Carrizo con unos 30 policías. Carrizo le exigía a las hermanas de Ruth 100 pesos como compensación del choque.

-Rojas, él quiere que le des 100 pesos y se acaba todo- le dijo un policía que acababa de bajarse del móvil.

La chica se negó a pagar y se subió al auto para ir a hacer la denuncia al destacamento. No alcanzó a avanzar demasiado. Según contó Ruth, un patrullero del 911 y otro del Grupo de Operaciones de Alto Riesgo la interceptaron. Un policía hizo estallar el vidrio de la ventanilla de un codazo. Entre los dos la agarraron de los pelos y la sacaron por la ventanilla mientras ella se mantenía aferrada al volante.

-Puto sidoso- gritaban los uniformados. Arrastrándola la llevaron hasta el destacamento.

Ruth estuvo demorada cerca de cuatro horas en el Centro de Contraventores por resistencia a la autoridad. Una vez liberada se fue hasta la subcomisaría de Vaqueros a hacer la denuncia porque en la comisaría del barrio no se la quisieron tomar. Después fue atendida en una sala de primeros auxilios. Ahora permanece en reposo y medicada con calmantes.

“Aparentemente este señor estaba borracho y chocó a un taxi. Se resistió y se dio a la fuga. No se quiso bajar del auto”, dijeron fuentes policías a un diario salteño. “Cuando la Policía se constituyó en su casa, un familiar dijo que les iba a arrojar agua hirviendo a los efectivos y Rojas se volvió a fugar. Cuando fue interceptado, dijo que tenía sida y rasguñó a tres efectivos”, agregaron.

La versión policial se contradice con el informe médico. Quienes atendieron a Ruth vieron que la chica tenía heridas, hematomas y excoriaciones en su torso, brazos y piernas. Además, tuvieron que darle dos puntos de sutura en la cabeza. Tampoco se condice con la versión de los vecinos, que juran haber visto cómo sacaban a la chica de los pelos por la ventanilla del auto.