Gerónimo Saravia golpeado

Cosecha Roja.-

El jugador de rugby Gerónimo Saravia es el protagonista de la que quizás sea la persecución más recordada en la historia de Salta. En la noche del 22 de diciembre, cuando salía de una fiesta con unos amigos, no se detuvo ante la advertencia policial y esto derivó en que más de 20 móviles y 60 policías lo siguieran por la ciudad hasta llegar al centro. En el lugar fue brutalmente golpeado por los uniformados. Ahora, dos meses después, seis oficiales de la Brigada de Investigaciones fueron dados de baja por la golpiza.

 

El caso fue contradictorio desde el comienzo. Saravia no hizo la denuncia policial hasta que se filtró en las redes las fotos de su rostro con los golpes recibidos. En su testimonio, el rugbier dijo que al ver a los efectivos de civil pensó que le querían robar y que por eso no se detuvo. Los policías, en cambio, dijeron que sospechaban que en el auto de Saravia llevaban a un secuestrado.

El rugbier habia salido junto a su hermano de la fiesta de recibida de dos amigos. En la Ruta 26 se cruza una camioneta blanca y los que bajan, apuntan a Saravia. Tenían armas largas y nunca se identificaron.

Como no era posible reconocer que fueran policías, temí lo peor y decidi escapar” explicó Saravia en dialogo con la prensa salteña.

En el camino apareció mas adelante un móvil del 911. Saravia detuvo su marcha y pidió ayuda. Pero lo alcanzaron los otros dos autos que lo habían querido detener previamente, le rompieron la luneta, el parabrisas y lo golpearon hasta dejarlo casi inconsciente.

 

 

Los policías dados de baja son: el oficial auxiliar Juan Marcelo Contreras; los sargentos Jorge Chilo y Sergio Cruz y los cabos Fabián Castillo, Cristian Nieva y Gerardo Ramos. Estos se declararon inocentes y aseguraron que la decisión de excluirlos de la fuerza es una movida política.

 

Los acusados denunciaron penalmente al jefe del Programa Jurídico de la Secretaría de Seguridad, Federico Mateos y al Secretario de Seguridad, Federico Jovanovics por incumplimiento de los deberes de funcionario público. En la misma se detalla el procedimiento y el pedido que le hizo el comisario Federico Mateo, al cabo Miguel Castillo diciendo “apuntá a alguien, necesito un responsable”.