Salir a jugar al fútbol y que te mate la Policía: el crimen de Luciano Olivera

El adolescente de 16 años venía de jugar a la pelota con sus amigos en un barrio de Miramar. Un grupo de policías lo persiguió y uno le disparó en el tórax. Murió a los minutos. Como Lucas González, hace apenas unas semanas, en la Ciudad de Buenos Aires.

Salir a jugar al fútbol y que te mate la Policía: el crimen de Luciano Olivera

Por Cosecha Roja
10/12/2021

-¡¿Qué hiciste?! ¡Lo mataste!

Minutos antes de escuchar ese grito, Alexis había entrado a su casa. Eran cerca de las 3 de la madrugada. Cerró la puerta. No llegó a dar un paso y escuchó dos disparos que venían de afuera. Después, el policía se agarró la cabeza e increpó a su compañero. 

En la calle había una moto tirada y un patrullero. La ambulancia llegó unos minutos después. Pero Luciano Olivera ya estaba muerto.

Luciano tenía 16 años y el jueves a la noche se juntó con sus amigos a jugar a la pelota en el Anfiteatro de Miramar. Volvía de ahí en una moto Yamaha YBR 125. En la avenida 9 había un control de la Policía Bonaerense. Una versión dice que los efectivos le hicieron señas y Luciano no paró. Otra, que paró pero después arrancó y quiso escapar. Tiene lógica: Luciano no tenía carnet de conducir. Pero casi que da igual: uno de los policías lo persiguió y le disparó. Le dio en el tórax. 

Luciano cayó de su moto y quedó tirado en la avenida, entre las calles 32 y 34. Murió a los minutos.

El policía que mató a Luciano se llama Maximiliano González y está detenido. Su versión es que el tiro “se le escapó”. Como la familia Olivera, González se crió en el barrio Parque Mar, donde todxs se conocen. “Se reciben de policías y se creen no sé qué”, dijo esta mañana la tía de Luciano en los medios.

Es que ya es un clásico que los policías de la zona, González entre ellos, molesten y verdugueen a los pibes del barrio. Según detalló la familia Olivera, siempre los paran, los revisan, los palpan, los maltratan.

El relato del hostigamiento de la Policía hacia los pibes es cotidiano: cuando en 2020 la Bonaerense mató a Lucas Verón, de 18 años, en González Catán, varios vecinos salieron a contar que los que patrullaban la zona eran los verdugos del barrio. 

El asesinato de Luciano ocurre semanas después de que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires matara a Lucas González, de 17 años, en el barrio de Constitución, en circunstancias muy parecidas. El agravante es que los agentes que mataron a Lucas no iban en un patrullero y estaban vestidos de civil.

Una semana antes del crimen de Lucas, el cuerpo de Lautaro Rosé, de 18 años, apareció flotando en el río Paraná, en Corrientes. En medio de una razzia policial, Lautaro corrió, varios agentes lo persiguieron y él estuvo una semana desaparecido. El cuerpo tenía golpes.      

El verdugueo, el abuso, el gatillo fácil, los fusilamientos callejeros, los posteriores ocultamientos de pruebas y plantación de armas nunca son casos aislados. No es un policía, ni una fuerza policial. Ni siquiera una fuerza de seguridad. Son todas. Es la violencia institucional y estatal.