Rosario: el mensaje macabro de los cuerpos desmembrados

Los cuerpos de Poliyo Baralis y el Colo Nina aparecieron el 23 de diciembre por pedazos, en contenedores de basura. La violencia en la ciudad no para. El día después del crimen de Poliyo y Colo, cinco personas fueron asesinadas en tres episodios.

Rosario: el mensaje macabro de los cuerpos desmembrados

Por Silvina Tamous
29/12/2020

Foto: Somos Rosario

Los cuerpos desmembrados de Poliyo Baralis y el Colo Nina aparecieron el 23 de diciembre por pedazos, en contenedores de basura ubicados en un radio de unas veinte cuadras de la zona sur. Las fotos de los fragmentos de los cuerpos llegaban por whatsapp a los teléfonos de los rosarinos que parecen haber perdido su capacidad de asombro.

De Poliyo y Colo se sabe poco. Eran amigos, hinchas de NOB, pero no tenían un accionar delictivo que los conecte con las peleas de bandas, un móvil que está detrás de varios de los más de dos centenares de homicidios que se sumaron en la ciudad en el 2020 plagado de pandemia. Víctor Martín “Poliyo” Baralis, de 44 años y vecino de Villa Moreno, fue asesinado de un tiro en la cabeza. Jorge David “Colo Nina” Giménez, de 29, se estima que también. Se trató de un desmembramiento post morten, con el objetivo de enviar un mensaje macabro a alguien, o sólo para sembrar el terror.

La línea de la investigación lleva a la banda de Los Gorditos, que lidera Brandon Bay, un joven de 25 años que está preso y a quien la Policía le atribuye un perfil sanguinario y lo compara con Guille Cantero, líder de la banda de Los Monos, que también está detenido y con quien mantendría una buena relación.

La vinculación con Brandon Bay es una escucha. Es que el mismo día en que Rosario amanecía con cuerpos desmembrados en contenedores de basura, en el Centro de Justicia Penal imputaban a Brandon Bay, sus hermanas Flavia y Aldana Bay, y otras tres personas por asociación ilícita, extorsión y tentativa de homicidio.

En esa audiencia se escuchó una conversación del 8 de octubre pasado que la Fiscalía asegura hizo Brandon desde la cárcel y el destinatario era su ex cuñado Sebastián:

B—“Escúchame de paso van a buscar el Tornado y de paso matamos a un par de zombies. Me voy a llevar a uno”.
S—“Y, uno hay que llevarse, cuñado”.
B—“No, uno, uno me voy a llevar. Te mando un video con una motosierra fíjate cómo lo voy a cortar en pedazo bien bien a lo mexicano le voy a dar”.
S—“Y sí, a lo mexicano. Ahí está bien”.
B— “Por eso ahí, ahí poné los pibes. En auto me entran a buscar la moto y se llevan a uno y lo mando a cortar en pedazos y que se vayan de la casa. Le mando un video así con la motosierra ahí pam, pam, cortándolo en pedacito, que se vayan de la casa porque si no. Que se vayan todos de mi barrio. A un tal Elías, a un tal Elías lo queremos, lo quiero cagar”.
S— “Ah sí, ese boludo”.
B—“Bueno, bueno a ese lo quiero cargar. Vos fíjate si me podés averiguar. Ahora a ver si los pibes están ahí para mandarle un buen, un buen guachazo ahora pero bien temprano pero bien piola. ¿Entendés? Dale en la boca, por todo lados”.

Lo que no queda claro es la vinculación entre los Gorditos y las víctimas.

La primera aparición de los Gorditos en las crónicas policiales fue en 2016. Vecinos de la zona de Tiro Suizo, anunciaron su desembarco y el comienzo de la violencia. Lo acusaban de asesinatos y usurpaciones. También de sembrar terror en el barrio. De todos modos, en la actualidad el grupo busca acaparar cada vez más territorio y como en todos los casos y en todas las bandas, poco importa que su líder esté preso.

La violencia en la ciudad no para, y los muertos se acumulan. El día después del crimen de Poliyo y Colo, cinco personas fueron asesinadas en tres episodios. Desde ese 23 de diciembre se acumularon más de diez crímenes.

Los reacomodamientos de bandas, la aparición de nuevos líderes desde las segundas líneas y el descontrol de territorio parece no tener fin ni políticas públicas que le hagan frente.