La Justicia condenó a Miguel Pastorutti a prisión perpetua por el femicidio Romina Saavedra a quién prendió  fuego y apuñaló 25 veces. Unos días antes, Romina había intentado terminar la relación que mantenía Pastorutti. Ya lo había denunciado por violencia en dos ocasiones. Aquí, una reseña del caso escrita por la periodista Carina Ortiz.

Foto: Juan José García - El Ciudadano .-

Foto: Juan José García – El Ciudadano .-

Carina Ortiz- El Ciudadano.-

“No, Miguel, basta, Miguel”, fue el último grito de Romina Saavedra. La mañana del 9 de diciembre de 2013, su ex pareja la apuñalo 25 veces y prendió fuego la casa de San Lorenzo donde habían convivido. Romina tuvo una vida difícil. Tenía 32 años, 4 hijos y se ganaba la vida como trabajadora sexual cuando lo conoció a Miguel. En un primer momento el hombre le dio contención y techo hasta que llegó la violencia. Romina intentó salir de esta situación. Logró irse, pero el hombre no se resignó. Esa mañana, Miguel Ángel la cruzó, la tomó de los cabellos y la encerró. Según los investigadores, prendió fuego la casa mientras algunos vecinos intentaban detener el ataque. Antes, la apuñalo hasta matarla.

La violencia fue una constante en la vida de Romina. Una mujer vulnerable y sin recursos que se ganaba la vida como podía. Sola y a cargo de cuatro hijos, encontró un remanso en Miguel Ángel, o al menos eso creyó. El hombre le abrió la puerta de su casa. Una construcción de material, austera, en un barrio de San Lorenzo. Pero en Neuquén al 900 los días comenzaron a oscurecer para Romina.

En 2012 presentó dos denuncias por violencia que no tuvieron respuesta. La mujer logró obtener la Asignación Universal por Hijo para dos de sus pequeños y ello le dio aire y coraje para dejar a Miguel Ángel P., casi 30 años mayor que ella. La chica decidió irse a vivir con su papá.

La noche previa al crimen, el hijo mayor de Romina se fue a dormir con su tía a una vivienda ubicada detrás de la casa de Miguel Ángel P. La mañana del 9 de diciembre de 2013 Romina salió de la casa de su padre rumbo al Registro Civil a tramitar los documentos de sus hijos. Miguel Ángel P. los tenía en su casa y no quería devolverlos.

Se cruzó con su ex pareja. Miguel Ángel la tomó de los pelos y la metió en su casa. Trabó puertas y ventanas. Prendió el gas y Romina comenzó a gritar. Su hermana y su hijo, entonces de 14 años, la escucharon. Su hermana intentó trepar una pared para ayudarla y un pedazo de mampostería le cayó en la cabeza. Entonces corrió a pedir ayuda a los vecinos. Dos de ellos lograron abrir la puerta. Romina estaba tirada en el piso con la mitad de su cuerpo quemado. Los hombres intentaron ayudarla y el agresor los amenazó con balearlos. La tomaron de las piernas y cuando quisieron sacarla, Miguel Ángel P. se le tiró encima y comenzó a apuñalarla, explicó la fiscal Cristina Herrera, a cargo del caso.

Romina recibió 25 puñaladas. El agresor intentó suicidarse. El incendio le produjo algunas lesiones y fue internado con custodia policial hasta su recuperación.