¿Quién es la cantante trans que rompió el binarismo del Festival de Cosquín?

Se llama Ferni de Gyldenfeld, vive en Capital Federal y es una folklorista trans no binaria conocida por ponerle voz a las canciones de Atahualpa Yupanqui. A partir de una denuncia en el Inadi, logró que las disidencias sexuales tengan un lugar en el festival de folklore más famoso del país.

¿Quién es la cantante trans que rompió el binarismo del Festival de Cosquín?

13/10/2021

Por Magdalena Bagliardelli en La Marea Noticias

Es viernes por la tarde y ya se respira el relax del fin de semana. Mientras la mayoría piensa en cerrar la agenda, Ferni de Gyldenfeld viaja en taxi por la ciudad de Buenos Aires hacia un centro de educación para adultos. No va a dar clases, como lo hace habitualmente en el Liceo 9, sino que junto a su gemela Luchi fueron invitadas a participar de una clase de educación sexual. Las hermanas conforman Ópera Queer, una propuesta lírico-disidente que busca “construir el género líríco y deconstruir el género humano”. En su repertorio está “Carmen”, la obra maestra de Georges Bize, y otras óperas que problematizan estereotipos.

Ferni tiene 31 años, vive en Villa Urquiza y hace 4 años que se percibe una persona no binaria, trans también. “Lo vivo bien, incorporándolo hace años en todas las facetas de mi vida, con lo doloroso, difícil, costoso que fue asumir todos los años de represión y con la libertad y alegría de ser quien soy. Para mí transicionar sigue significando algo de mucho amor propio, de aferrarme a la vida, y a quien quiero ser… es algo que me emociona”, dice.

Hace mucho es cantora. En formato grupal, integra Allpa Munay (“tierra querida” en Quechua) una banda que transita la “huella poética y sonora” de Atahualpa Yupanqui. “Hacemos la obra inédita y poco difundida de Atahualpa, una de las identidades más fuertes de nuestro país”, cuenta a La Marea Noticias. Asegura que su participación en el grupo le permitió ir transitando su “identidad vocal” y su “expresión de género como cantora”.

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Además, Ferni se unió a una murga estilo uruguaya llamada La nota al pie. “Ya hicimos dos espectáculos: el segundo se llama binario, en el que hablamos de los binarismos de la vida, y la verdad que desde el canto colectivo y grupal, ha sido una experiencia enriquecedora de mi vida a nivel artístico”.

Pero su pasión por la música no acaba ahí, Ferni tiene un dúo con un guitarrista llamado Nahuel Quipildor. “Venimos interpretando obras de compositores y compositoras de mujeres y personas trans”, cuenta. En agosto, presentaron “Folklore en transición” con interpretaciones de la artista trans Susy Shock, Maria Laura Alemán (compositora travesti) y con canciones de otrxs cantautores trans. El mes que viene brindarán un segundo show.

“De esto que llamamos folkore en transición, de este encare y de este espíritu es que surgió lo que presentamos el domingo pasado, para la audición de Pre Cosquín”, explica a este medio.

Descalificada por su identidad de género

El domingo 26 de septiembre, Ferni de Gyldenfeld audicionó para el Pre Cosquín, en la ciudad de Buenos Aires. A pesar de haberse inscripto con éxito en la categoría “solista vocal femenino” y luego de haber obtenido el máximo puntaje, al final del día le comunicaron que no podía pasar a la final porque el reglamento no incluía otros géneros más que los binarios: femenino y/o masculino.

“Audicioné y el jurado sin problemas me escuchó. Me anoté al rubro solista vocal femenino porque siento que es el que más me identifica como cantora que soy. Sabía que podía generar algún tipo de ruido pero también fui muy tranquila, con el empoderamiento y mucha seguridad de seguir haciéndonos visibles y ganando terreno”, relata.

Pasaron tres horas desde el inicio de la audición y antes de retirarse, el jurado integrado por Marian Farías Gómez, Franco Luciani y Mónica Abraham, le comunicó que había sido una de las artistas que “más les había gustado”, que tenía “muchas posibilidades de pasar a la siguiente ronda” pero que los habían llamado desde Cosquín para decirles que el reglamento “no contemplaba a personas no binarias y trans”.

“Tenía que dejar de participar, básicamente, o me ofrecían cantar en la categoría de hombre porque no tenía hecho el cambio registral en mi DNI”, señala.

Los sueños con los que había llegado cayeron por el piso. “Me voy triste, dolida y luego de pensar mucho y hablar con amigos y amigas, entre ellas Claudia Acuña, una de las fundadoras de la revista Mu, de Cooperativa La Vaca, el martes decido acercarme al INADI. Ahí hablo con Victoria Donda para hacer la denuncia, porque lo que había pasado era terrible y sobre todo ilegal”.

La cantante cuenta que el expediente tenía pruebas suficientes para demostrar que era incongruente lo sucedido en la audición, ya que había podido inscribirse en el rubro femenino sin problemas y además, su puntaje había sido el más alto.

“Salí del Inadi diciendo ‘ojala en unos años veamos cambios, aprendamos de esto y sea un precedente para la cultura, para los festivales’, eso es lo q pensaba yo”…

Cuatro horas después, una llamada lo cambió todo:

-Ferni ya está, Cosquín cambió su estatuto.

-¿Qué?

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“Eso fue lo que pasó. Se juntaron el intendente Gabriel Musso, que además es presidente de la comisión municipal de folklore, con la gente de allá y se cambió el estatuto: abolieron las categorías “solista masculino” y “femenino” y pusieron un único rubro de voz humana solista con dos posibles ganadores y punto”, repasa. (Ver: RESOLUCION CMF )

“Creo que es el triunfo de tantos años de lucha, que sigue dando frutos y constancia de una ampliación de derechos. Es decir fuerte ni un paso atrás”, explica.

Lo que falta

La folklorista cree que este caso expone a las claras cómo son excluidas del ámbito artístico las personas trans no binarias, porque aunque hubiese tenido el cambio registral, más ahora que las personas no binarias pueden tener su documento, tampoco podría haber participado del certamen de Pre Cosquín, tal como estaba redactado su estatuto.

“A medida que nos hacemos visibles, nos plantamos y nos empoderamos, estamos legitimando este ¡Ni un paso atrás!”, opina.

“Yo tenía ganas de hacer esta prueba, porque Cosquín es ese escenario que históricamente vimos como un espacio máximo de difusión, visibilidad y popularización de nuestra música folklórica. Siento que son territorios que tenemos que seguir conquistando, además de seguir construyendo y tener nuestros espacios”, afirma la cantora que define como ídolas a Mercedes Sosa y Susy Shock.

Por otra parte, enfatiza la importancia de abrir el juego a otras identidades: “Es importante estar en esos espacios para que cuando una chica, un chico o chique vea en la TV Pública, no vea solamente a un hombre o a una mujer, a un gaucho o a una gaucha con minifalda, haciendo una interpretación folklórica, sino que vea distintas expresiones de género que reflejan la compleja composición social de hoy en día, y vale muchísimo que aparezcan. Ahí estaríamos hablando de igualdad, de justicia, de lo que es realmente dar lugar y espacio. No que solo canten hombres y mujeres, sino que cantemos las diversidades sexuales y de género, con letras y músicas de diversidad sexuales y de género”, concluye.

Al cierre de esta nota, Ferni de Gyldenfeld está cantando en la final de Pre Cosquín para tener su lugar en el Festival cordobés que se realizará del 22 al 30 de enero del 2022. (Esta nota fue publicada el 7 de octubre en La Marea Noticias)