Foto: Pandilla feminista
Una denuncia en Twitter contra un rugbier del Club Universitario de La Plata volvió a encender el alerta: ¿qué hacemos si alguien comparte fotos íntimas sin nuestro consentimiento? ¿Cómo paramos la violencia digital? La Fundación Activismo Feminista Digital compartió estos consejos:
*Tratar de conservar la calma y pensar en frío. Es lo más difícil pero así podemos ordenar (nos) para tratar de reducir la brecha de daño y poder contar con los elementos suficientes en caso de que queramos tomar algún tipo de acción o denuncia posterior.
*Recolectar evidencia digital: no borrar nada. La primer reacción suele ser borrar, bloquear, eliminar material. Es fundamental preservar la mayor cantidad de pruebas posible para poder dar con el agresor en caso de que no esté individualizado, y aún si sabemos quién es, para poder accionar en la Justicia o radicar algún tipo de denuncia, necesitamos acreditar quien fue. Para ello, las capturas de pantalla no son suficientes. Hay que guardar los mensajes y todo material que encontremos.
*Es recomendable contar con la ayuda de un peritx informáticx para dar un tratamiento adecuado a esa evidencia.
*Muy importante: asesorarse con una abogada feminista. Si bien esta problemática está muy visibilizada actualmente y se la está empezando a tratar como lo que es –violencia de género digital-, es importante que en las acciones estemos acompañadas por profesionales que comprendan realmente la entidad de lo que supone ser víctima de difusión no consentida de material íntimo.
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*Revisar nuestras redes. Ante un episodio de violencia digital, recomendamos revisar contactos -eliminar a quienes no conocemos-. Muchas veces los agresores están en nuestro propio entorno virtual y no lo sabemos. La idea es cerrar en la mayor medida posible la brecha de daño. También revisar las configuraciones de privacidad y seguridad de nuestros dispositivos y redes sociales. En esto, incluimos el mail. Generalmente no le prestamos atención y el correo electrónico puede ser un gran agujero negro por el que nuestros dispositivos y redes sociales se vean vulnerados.
*La alfabetización digital. Como previo a cualquier conducta o situación de violencia digital de la que podamos ser víctimas es muy importante que seamos usuarias conscientes y responsables de nuestras redes y dispositivos. Conocer nuestros derechos digitales es el primer paso para poder ejercerlos y exigirlos y tener una vida digital libre y plena.
*Contar siempre con amigas y aliadas. El acompañamiento sororo de nuestras pares y compañeras, nos ayuda a transitar la ruta crítica en un caso de violencia digital. Y es importante también para la visibilización de esta clase de violencia.
