La murga Los Auténticos Reyes del Ritmo ensayaba en calle sin nombre y Charrúa, villa 1-11-14, el 29 de enero de 2016. Eran cerca de las 21 cuando llegó una grúa de la Policía Federal y dos patrulleros de Gendarmería Nacional: querían ingresar al barrio Rivadavia para buscar dos vehículos. Una de las camionetas avanzó hacia los murgueros. El director del grupo, Gustavo “Marola” González, le dijo al conductor:

– Esperá un cachito que hay muchos pibes.

El auto avanzó igual disparando balas de goma para abrirse paso: un niño de ocho años, un adolescente de catorce y tres adultos resultaron heridos. Ahora, seis de los doce gendarmes que participaron de la represión están procesados sin prisión preventiva.

El juez Jorge Anselmo De Santo decretó el procesamiento por lesiones leves agravadas por el abuso de su condición de miembros de una fuerza de seguridad y los embargó por 25 mil pesos. Los otros seis agentes fueron absueltos por falta de pruebas.

Según las pericias balísticas, los doce gendarmes habían usado sus escopetas contra los murgueros. Hirieron a niños, adolescentes y adultos durante el ensayo de la murga, en el barrio Rivadavia, en el Bajo Flores.

Los agentes fueron acusados por el Ministerio Público Fiscal y la querella integrada por el abogado y Defensor Público Coadyuvante a cargo del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación (DGN), Pablo Rovatti, y el Secretario Letrado a cargo del Programa contra la Violencia Institucional de la DGN, Luciano Hazan.

En el procesamiento se tuvo en cuenta “el abuso de su posición como miembros de las fuerzas de seguridad, mediante el ejercicio de violencia injustificada contra los que ensayaban en el lugar”. El juez dio por hecho que los gendarmes conocían de antemano la presencia de la murga en aquellas calles y decidieron tomar esa vía de ingreso a pesar de la existencia de caminos alternativos.

Los agentes procesados son el Sargento de Gendarmería Nacional Elvio Exequiel Cardozo, los Cabos Darío Fernando Soler Páez, Saúl Humberto Juárez y Esteban Rafael Smolares, y los Gendarmes Guido Eliel Cativa y Yanina Soledad Maldonado. En la declaración aseguraron que fueron atacados a piedrazos, y que esto “los obligó a responder a los tiros”. No pudieron demostrar el ataque de parte de los vecinos.

Después del tiroteo, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich defendió el accionar de los miembros de las fuerzas y difundió fotos en las que posaba junto a algunos de ellos, heridos por un tiroteo a unas cuadras del lugar, como si hubieran sido agredidos por los murgueros.

Los representantes de la DGN habían solicitado la imputación por “vejaciones agravadas por el empleo de arma de fuego, en concurso ideal con el delito de lesiones gravísimas agravadas por mediar abuso de las funciones de miembros integrantes de las fuerzas de seguridad, en grado de tentativa, en concurso ideal con lesiones leves consumadas, calificadas del mismo modo”. No satisfechos e impugnando la calificación jurídica dictada por el juez presentarán un recurso de apelación.

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murgagendarmería

El 29 de enero de 2016 una grúa de la Policía Federal escoltada por dos patrulleros de Gendarmería Nacional que intentó ingresar al barrio Rivadavia para buscar dos vehículos. Una de las camionetas que oficiaba de escolta dio vuelta la esquina y se acercó a la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo, que le frenó el paso. Entonces, los gendarmes “comenzaron a disparar con armas de fuego reglamentarias contra la gente presente en el lugar”.

Después de la represión, la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) le tomó testimonios a los heridos y los vecinos y presentó la denuncia, que recayó en la fiscalía de Pompeya. Allí ya tenían un “sumario de prevención”, hecho por la propia Gendarmería. La versión de los gendarmes hablaba de “la agresión de un grupo de personas” que querían “entorpecer el retiro de los dos automóviles sustraídos, que estaban siendo desarmados”. En el sumario, los gendarmes omitieron mencionar la murga y calles cortadas.

La justicia logró identificar doce de los gendarmes que participaron de la represión. Según el titular de la Fiscalía de Pompeya, “quienes decidieron arremeter contra la murga estaban al corriente de su presencia, no obstante omitieron informarlo a sus superiores y utilizaron la fuerza contra los vecinos que allí se hallaban, de manera injustificada”.

A criterio de los fiscales ese no fue “el único acto de violencia”, sino “también la acción previa de avanzar innecesariamente por ese lugar con los vehículos y provocar la reacción de quienes ensayaban allí”.