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Cosecha Roja.-

El jueves 28 de febrero a la noche, Ernesto Martínez y Santiago Díaz iban en moto por la Villa Centenario del sur del Conurbano. Había muchas cosas que no tenían en cuenta. Derecho por la avenida General Hornos, que divide Lanús de Lomas de Zamora, no venían pensando en que son eternos sospechosos, por ser jóvenes, por ser pobres, por ser del Conurbano Bonaerense. Con 20 y 17 años respectivamente, sin estudios y sin oficios, Ernesto ya salía a cartonear con sus padres por la Capital, que siempre ofrece mejores desechos que la provincia. Ellos tampoco sabían que, minutos antes, había habido un robo a pocas cuadras de la Comisaría Séptima de Lomas ni que una camioneta Eco Sport negra manejada por policías de civil buscaba a los ladrones.

La Eco Sport era utilizada por la Brigada de la Comisaría Séptima. Y como los policías que la manejaban no llevaban uniforme ni dieron la voz de alto, era imposible para los chicos saber si se trataba del brazo armado de la ley o de ladrones que, a los tiros, iban a quitarles lo poco que tenían gracias al cartoneo. Así que salieron a toda velocidad, montados en la moto, esquivando la camioneta y los disparos. Pero la policía suele tener más logística que dos pibes cartoneros. Algunas cuadras después, una camioneta patrullero, con policías, estos sí, de uniforme, se les interpuso. Tampoco dieron la voz de alto, sólo empezaron a disparar. Los chicos también pudieron esquivar este vehículo, pero no estas balas. Una le pegó a Santiago en el brazo derecho. Otra le entró por la espalda a Ernesto, que cayó de la moto y llegó muerto al hospital.

La versión de una fuente policial es muy otra. Según ésta, un patrullero fue avisado por radio de que dos personas en una moto habían intentado robar otra, y que una de ellas tenía un buzo rojo. El patrullero se cruzó con una moto con dos personas, una de las cuales tenía un buzo rojo, y prendió la sirena para que se detuvieran, cosa que no hicieron. A lo largo de 200 metros, hubo intercambio de disparos (unos seis o siete de cada lado) y los jóvenes de la moto cayeron de la moto al ser alcanzados, uno en el codo derecha y otro en la espalda del lado izquierdo, que muere al llegar al hospital. Este último tenía antecedentes: había estado detenido dos veces por robar autos.

Hasta aquí, lo que se sabe de esa noche. Según comentó a Cosecha Roja un abogado del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos), la causa quedó a cargo de la Fiscalía de Menores Nº4 a cargo de María Isabel Lanfranchi, por estar involucrado Santiago de 17 años. La estrategia legal es imputar a los dos jóvenes acusándolos de robo. La figura utilizada será “robo con armas cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada”. ¿Qué significa esto? Se trata de una figura intermedia entre el robo simple y el robo armado que apareció con la “Ley Blumberg” de 2004. Fiel a la punitiva ley Blumberg, lo más sobresaliente es que también otorga penas intermedias entre los 2 a 6 años del robo simple y los 15 a 20 del armado. Se usa para casos en los que el ladrón usa armas de juguete o que no funcionan pero que sirven para facilitar el robo generando miedo en la víctima. También sirve para casos en los que un ladrón roba con un arma y escapa: si es atrapado luego pero ésta no es encontrada, la figura será, también, la del “robo con armas cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada”, porque no puede saberse si el arma en cuestión funcionaba. Este sería el caso de Ernesto y Santiago, que serán culpados de haber protagonizado el robo armado que desencadenó esta historia aunque, al ser atrapados, no tenían ningún arma en su poder.

De cualquier manera, algo de luz caerá en esta cuestión en algunas semanas, cuando salgan los resultados del Dermatest realizado a los jóvenes y a los policías. Consiste en pasar los dedos por una filmina: de haber disparado un arma, habrá en ellos rastros de pólvora. La investigación es todavía incipiente: los abogados del MTE pidieron fotocopias de la causa para conocer quiénes eran los policías (tanto los de civil como los uniformados) y, además, habrá que esperar los resultados de esta prueba que, en la provincia, demoran más que en Capital Federal. El abogado aclaró a Cosecha Roja, de todos modos, que el test dará negativo para ambos jóvenes, ya que el sobreviviente le juró no haber tenido contacto esa noche con otra arma que no fuera la que lo hirió en el brazo y mató a su amigo.