Para el tribunal que juzgó a los acusados por el femicidio de Micaela García, está claro que Sebastián Wagner “secuestró, violó y mató” a Mica . Tras casi tres semanas de debate oral y la declaración de más de 50 testigos, el juicio terminó con la condena del principal acusado. Al escribir estas líneas, todavía no se había anunciado el veredicto para Néstor Pavón, el dueño de la gomeria donde trabajaba Wagner.
Desde los primeros días de su búsqueda, la familia de Micaela mostró un discurso que a pesar del dolor no pide venganza. Sienten que la muerte de la joven de 21 años, asesinada el primero de abril en Entre Ríos, es un daño social. “A veces los padres somos un modelo a seguir para nuestros hijos, aunque en el caso Micaela la situación está revertida, ella nos marcó un camino claro”, dijo a su padre.
Todas las instancias del proceso judicial fueron a puertas cerradas. “Queremos preservarnos como familia y hay determinadas cosas que elegimos no ver. Nosotros no hicimos reconocimiento del cuerpo ni vimos ninguna foto de ella sin vida, porque queremos guardar otro recuerdo de ella”, dijo García. Y explicó que si bien piensan que los investigadores deben tener una total libertad al momento manejar las pruebas acusatorias, de nada serviría que esas pruebas se difundan al total de la sociedad. “Un detalle de su recorrido, de cómo es la forma en que la mataron o la encontraron, solo aporta a que se arme un circo alrededor de lo que pasó”, dijo.
Mica, “La Negra” militante
Micaela estaba en tercer año del profesorado de educación física y militaba el territorio con la juventud del Movimiento Evita. A los 18 años se había mudado de la casa de sus padres en Colón a la ciudad de Gualeguay para hacer sus estudios. La madrugada del primero de abril, fue al boliche “King” a una fiesta del Centro de Educación Física donde estudiaba, el cual tiene por costumbre hacer una fiesta anual para sus ingresantes. Alrededor de las 5.45 se retiró y volvía al departamento que compartía con una amiga para dormir solo algunas horas, ya que a las 9 tenía tomaría un micro a Colón para visitar a su familia. Esa fue la última noche que la vieron con vida.
Una semana después, encontraron el cuerpo de Micaela entre pastizales cerca de la ruta nacional 12, en una zona llamada Chacras, en la ciudad de Gualeguay. Tras una concurrida despedida entre sus familiares y compañeros de militancia, empezó a circular la idea de hacer una fundación para recordarla haciendo luchando por las causas sociales que ella seguía. Así nació la Fundación Micaela García “La Negra”, que entre sus primeras acciones está capacitando promotoras territoriales para acompañar a víctimas de violencia de género.