Más policía en la calleCosecha Roja.-

El Comando de Prevención Comunitario de La Plata montó un operativo para detener a un joven que había sido denunciado por robo: a Juan Martín Yalet lo encontraron, lo subieron a un patrullero y terminó muerto con un disparo en la cabeza. El caso recuerda la historia de Darián Barzábal -un pibe asesinado en un auto policial- y a la de Luciano Arruga, a quien “pasearon” antes de desaparecer. A una semana del crimen, la Justicia imputó y solicitó la detención de ocho policías por homicidio agravado.

El robo fue cerca de las 8 de la mañana en una casa en calle 2 y 66. Un vecino llamó a la policía para denunciar que dos personas le habían hecho una “entradera”. Rápidamente un patrullero se acercó a la esquina. Montaron un ‘operativo cerrojo’ y encontraron a uno de ellos escondido en el techo de una vivienda lindera. Lo metieron en el móvil y salieron. “La situación conflictiva por la que se había convocado a la policía ya había sido resuelta. Eso es lo que más preocupa”, dijo a Cosecha Roja Rodrigo Pomares, director del programa de Seguridad Democrática de la Comisión Provincial por la Memoria.

Pocos minutos después de las 9 el joven llegó herido al Policlínico San Martín y falleció. La Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense apartó preventivamente a tres efectivos que iban en el móvil y la investigación pericial quedó a cargo de Gendarmería Nacional. Hoy desafectó a ocho agentes y la fiscal Betina Lacki los imputó por homicidio agravado por alevosía, abuso de funciones y uso arma de fuego, además de falsificación material e ideológica.

A los policías Cristian Caffa, Mónica Arias, Walter Fernando Rodríguez Muller, Daniela Aprea, Michael López González, Luciano Díaz, Patricia del Carmen Paris y Laura Gutiérrez les retiraron la chapa, el uniforme y el arma. Cinco de ellos habrían participado del hecho y otros tres están acusados de truchar las actas.

La versión de la policía fue que Yalet le sacó el arma a un efectivo y se suicidó. “Aún cuando esa hipótesis es improbable, la policía lo tenía bajo custodia: su vida es responsabilidad de ellos. Precisamente, como lo tenían detenido, tenían más deberes de cuidado que cualquier otro”, dijo a Cosecha Roja Ileana Arduino, abogada especialista en seguridad.

Los ‘paseos’ de la policía son detenciones ilegales. Según dijo a Cosecha Roja Manuel Tufró, coordinador del Equipo de Seguridad Democrática y Violencia Institucional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), se trata de estados de excepción que no quedan registrados y en donde se los amenaza, golpea y luego libera sin nunca pasar por la comisaría. “El carácter extremo de este caso lo hace más complicado aún”, dijo.

Las policías locales se crearon a través de la resolución 835/14 del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires en julio del año pasado. “Esto es una especie de profecía autocoumplida: cuando se impuso este proyecto que aflojaba las iniciativas en términos de control de la policía previmos que iba a haber un aumento de casos de uso irracional y abusivo de la fuerza”, dijo Tufró.

El CELS mostró preocupación sobre la pérdida de una “oportunidad histórica”: en la formación de las nuevas fuerzas no se resuelven los problemas estructurales de todas las policías sino que se arrastran y reproducen las prácticas. En el primer trimestre de 2015, hubo 24 civiles muertos por policías fuera de servicio, un 62 por ciento del total de los fallecidos en hechos de violencia institucional.

Durante los últimos meses, el porcentaje aumentó y se calcula que puede llegar a más del 70 por ciento. “En términos de porcentaje se fue reduciendo la cantidad de personas muertas en enfrentamientos y aumentaron las producidas por policías que no estaban en servicio”, explicó Tufró. El ‘estado policial’ fue uno de los ítems que se discutieron el año pasado cuando se pensaba en estas policías.

Marcelo Saín -ahora director de la Escuela Nacional de Inteligencia- había propuesto que los oficiales fueran trabajadores y que dejaran el arma cuando terminara su horario laboral. Pero se mantuvo como estaba: los policías son policías las 24 horas. Si bien varía según cada Municipio -en algunos incluyen algunas cuestiones de DDHH- en términos generales la formación de los oficiales sigue en manos de la Bonaerense.