Morir en la sala de espera de un hospital

Tenía 64 años y esperó cinco horas y media en la guardia del Hospital Centenario de Rosario. Estaba descompuesto y le costaba respirar. Otros pacientes notaron algo raro, se acercaron a tocarlo y estaba frío: había muerto.

Morir en la sala de espera de un hospital

Por Cosecha Roja
26/07/2019

Juan Carlos Borini llegó a la guardia del Hospital Centenario de Rosario cerca de las 4 de la tarde. Estaba descompuesto y le costaba respirar. La guardia estaba colapsada. El hombre de 64 años veía pasar médicos y pacientes sin que nadie lo llamara. A las 21.30 a las personas que estaban en la sala de espera les llamó la atención la posición del hombre. Lo tocaron y estaba frío: había muerto esperando que lo atendieran.

¿Es normal que la atención en la guardia demore tanto? “No es normal”, explicó a Cosecha Roja Adrián Rascón, subsecretario de Salud de Gestión Territorial de Tercer Nivel de la provincia de Santa Fe. “En época invernal la demanda se incrementa. Sabiendo que las patologías virales aumentan se hacen refuerzos de guardias. Esto coincide con que hay una población que no puede pagar la prepaga o se queda sin obra social porque pierde el trabajo que se ha volcado al sistema público”, explicó. En el último año y medio el aumento de la demanda en los hospitales públicos santafesinos es del 11 por ciento. 

Juan Carlos se movía en silla de ruedas. Hacía un tiempo le habían amputado una pierna por un cuadro de diabetes. También padecía alcoholismo crónico. El martes una mujer joven, familiar de él, lo llevó al hospital. Al llegar a la guardia a los pacientes se les hace la “admisión”: se evalúa el cuadro para determinar el grado de urgencia. Junto al hombre, en la sala de espera había un chico con el brazo fracturado, una nena con fiebre alta y una adolescente con dolor de garganta, entre decenas de pacientes. 

Algunos pacientes y familiares contaron que los médicos atendieron hasta las 15, cuando avisaron que iban a hacer un cambio de guardia que duró tres horas. En la sala de espera la gente seguía esperando. Juan Carlos se descompensó y murió en silencio. “Le tomé el pulso y no tenía. Entonces empezamos a gritar, golpear las puertas y recién ahí lo ingresaron”, contó una mujer al noticiero de Telefé Rosario.

Las personas que esperaban en la guardia comenzaron a gritar y quejarse. Una de ellas filmó con el celular el momento en que se llevaban el cuerpo de Gorini en la silla de ruedas. “El hombre se descompensó y lo trasladaron al shock room. Se constata un paro cardiorespiratorio y se realizan medidas de reanimación sin éxito” 

“Desde la provincia comenzamos una investigación presumarial, viendo cómo fue el ingreso y el deceso”, explicó Rascón. Por la muerte se abrió un expediente judicial que quedó en manos del fiscal de la Unidad de Homicidios Culposos Walter Jurado.