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Zeta.-

Ni los cerrojos informativos de gobiernos Federal y estatales, tampoco los acontecimientos que más acapararon las noticias, como la liberación de Florence Cassez, la explosión en el edificio de Petróleos Mexicanos, la supuesta muerte de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Guatemala, ni la aprehensión de Elba Esther Gordillo, lograron ocultar las ejecuciones en el país durante los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto.

La hecatombe que arrojó 83 mil ejecuciones registradas por ZETA en el sexenio calderonista, continúa en la administración peñista, con estadísticas que para nada significan un decremento como lo pregonan funcionarios federales.

Primero, valga recordar el entusiasmo del Gobierno Federal, manifiesto a través de la Secretaría de Gobernación el 8 de febrero: “En lo que respecta a los homicidios dolosos vinculados a la delincuencia organizada, se registró una disminución de 35 casos, al pasar de mil 139 en diciembre pasado, a mil 104 en enero”.

La conjeturada “diminución de 35 casos” contrasta con el inicio infausto de la administración peñista, ya que en los primeros 100 días abundaron los cuerpos acéfalos sin brazos ni piernas esparcidos por doquier, las extremidades humanas envueltas en bolsas negras para la basura, los cráneos exhumados de entierros, los ojivendados y maniatados con el tiro de gracia, y los muertos con un narcomensaje escrito en una cartulina.

Como metodología para documentar los primeros muertos en el sexenio que inicia, ZETA consultó y confrontó los informes del Sistema Nacional de Información, procuradurías estatales, secretarías de Seguridad Pública de las entidades, registros hemerográficos en los estados, y a Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) del país. Se llegó a la conclusión que en los primeros 100 días de gobierno de Peña Nieto sucedieron por lo menos 4 mil 549 homicidios relacionados con el crimen organizado.

Los primeros 4 mil 549 muertos del gobierno peñista incluyen los homicidios conocidos como “Ejecuciones”, “Enfrentamientos”, “Homicidios-Agresiones” y los que son producto de ajuste de cuentas entre narcomenudistas.

Cerrojo informativo

A diferencia del sexenio calderonista, en la administración de Peña ha costado más trabajo llegar al resultado final de ejecuciones, sobre todo tomando en cuenta el cerco informativo que ha caracterizado al inicio de sexenio.

Más complicado aún cuando Ejército, Marina, Policía Federal, policías estatales, ministeriales y municipales, “se alinean” a la lamentable política de desinformación de Enrique Peña Nieto de ocultar datos sobre homicidios, nombres y hechos del crimen organizado que suceden todos los días.

Afortunadamente, luego de confrontar la información federal con la estatal, de inmediato destacan los “datos preliminares” del Secretariado Ejecutivo, las cifras incompletas como en el caso de Baja California, que en el mes de enero, el sistema federal reporta solamente 15 homicidios dolosos; mientras tanto, el gobierno estatal da cuenta de 59.

En los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto el cerrojo informativo es ya una característica. Otro claro ejemplo es el Estado de Guerrero, donde ni el gobierno estatal, ni el Secretariado Ejecutivo del Gobierno Federal, habían dado cuenta por lo menos de los homicidios dolosos ocurridos en enero.

Ante la falta de información estatal y federal, ZETA recurrió a sus homólogos periodistas de los estados, como Guerrero, donde el Sur de Acapulco detalló a este Semanario que efectivamente, esa entidad federativa no transparenta por lo menos la cantidad de homicidios dolosos.

Afortunadamente, el Sur de Acapulco ha documentado uno por uno los homicidios en el estado; de hecho el diario especificó a ZETA que nada más en el puerto de Acapulco, los homicidios sumaron 51 en enero y 71 en febrero, para un total de 122 en los primeros dos meses.

Este Semanario buscó vía correo electrónico y telefónica, a la licenciada Guadalupe Rendón Ramírez, directora de Averiguaciones Previas dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Guerrero, para preguntarle sobre la información oficial de homicidios dolosos. La funcionaria no contestó el llamado de entrevista.

Otras entidades tampoco han informado desde el mes de diciembre la cantidad de homicidios dolosos: Guerrero, Veracruz, Yucatán y Zacatecas, hasta el jueves 7 de marzo no habían enviado las estadísticas de incidencia delictiva al Sistema Nacional de Información; en esta última oficina federal informaron a ZETAque por Ley, los estados deben enviar su información del mes inmediato anterior después de los primeros 15 días del siguiente. Han pasado 100 días, y estas entidades no reportan las estadísticas el Secretariado Ejecutivo.

No obstante a la cerrazón de procuradurías estatales y el Gobierno Federal, este Semanario recurrió a los periódicos de las entidades que generosamente informaron a ZETA la cantidad de homicidios relacionados con el crimen organizado.

Los más violentos

Luego de confrontar las estadísticas del Gobierno Federal y estatal con los informes de diversos medios de comunicación en los estados, ZETA documentó 4 mil 549 homicidios en los primeros 100 de gobierno peñista, evidentemente en medio de la guerra que continúa el Gobierno Federal contra algunos grupos delictivos, además de las masacres entre los mismos cárteles, en su lucha por el control de “plazas” para el trasiego de droga o el narcomenudeo.

En estos primeros 100 días, el estado más violento es Guerrero, con 463.

En segundo lugar, Chihuahua, con 417.

3. Estado de México, con 407.

4. Jalisco, 362.

5. Sinaloa, 324.

6. Nuevo León, 261.

7. Coahuila, 216.

8. Durango, 197.

9. Tamaulipas, 167.

10. Baja California, con 161.

Evidentemente, Guerrero ha desplazado tanto a Chihuahua, como al propio Estado de México.

De hecho, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, A.C., advirtió luego de que ese organismo informara que Acapulco fue en 2012 la ciudad con más homicidios dolosos, con mil 170: “Emplazamos al gobierno de Guerrero a que diga cuál es la tasa verdadera de homicidios dolosos en Acapulco, ya que la que sostenemos con base en datos oficiales del propio gobierno guerrerense, dice no es la verdadera”, demandó el licenciado José Antonio Ortega Sánchez, titular del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal.

“Guerrero pretende con sus mentiras, no es otra cosa que tirar una cortina de humo para intentar ocultar lo inocultable: que la violencia crece vertiginosamente en Acapulco y en el estado, y que la administración de Ángel Aguirre Rivero es completamente inepta para contenerla”, agregó Rendón en una carta pública.

96 por ciento, considerados “presuntos delincuentes”

Cuando el 8 de febrero, la Secretaría de Gobernación informó que en enero se registró una cantidad de mil 104 homicidios dolosos vinculados a la delincuencia organizada, dejó clara su política de clasificación de los muertos: De esa cifra, “mil 068 son presuntos delincuentes abatidos”.

Los mil 068 muertos representan el 96.7 por ciento; en pocas palabras, la política del gobierno de Enrique Peña Nieto, por lo menos en el primer mes de 2013, fue clasificar ese porcentaje como “presuntos delincuentes”.

Misteriosamente, el gobierno peñista “investigó” entre el 31 de enero y el 8 de febrero al grado de clasificar el 96.7% de las víctimas mortales como “presuntos delincuentes abatidos”.

“En lo que respecta a homicidios dolosos vinculados a la delincuencia organizada, se registró una disminución de 35 casos, al pasar de mil 139 en diciembre pasado, a mil 104 en enero. De estos últimos, mil 068 son presuntos delincuentes abatidos, 30 servidores públicos caídos en el cumplimiento de su deber, y 6 personas presumiblemente ajenas a los hechos”, reza textualmente la postura oficial del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Mientras la administración de Felipe Calderón reconoció que “90 por ciento de bajas está en la delincuencia organizada, solo un 10 por ciento de esas bajas son de las instituciones y de blancos civiles”.

La política del gobierno de Peña Nieto reconoció tácitamente que el 3.2% corresponde a servidores públicos y “personas presumiblemente ajenas a los hechos”.

Mientras el Gobierno Federal habla que del 96% de homicidios dolosos, son “presuntamente delincuentes”.

El doctor Raúl Plascencia, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, da plazos al gobierno de Peña Nieto en cuanto a la procuración de derechos humanos, antes que declarar “presuntamente delincuentes” a los muertos:

“Yo creo que el primer año será un plazo importante para analizar un cambio; el sexenio recordemos que implica ni más ni menos que seis años, de tal manera que un año será importante para poder visualizar una tendencia que nos permita observar un cambio en la mejor dirección”.

Pero mientras el Gobierno Federal criminaliza el 96% de las víctimas, en estados como Tamaulipas la situación no es nada alentadora.

“Las cosas no solamente siguen igual, sino peor”

“Estamos totalmente abandonados”, explica a ZETA el licenciado Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

En aquella entidad, por lo menos 167 ejecuciones han sucedido en los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto.

“La gente, los mexicanos, las familias mexicanas, esperábamos un cambio en la estrategia del crimen organizado con la llegada del señor Peña Nieto, esperábamos mayor seguridad, mayor presencia tal vez, o mayor eficiencia en los operativos de las fuerzas armadas del país, de tal forma la delincuencia organizada sintiera el cambio de gobierno y de alguna manera disminuyeran los actos delictivos, homicidios, secuestros y extorsiones”, expresa Ramos.

El defensor de los Derechos Humanos lamenta que solo funcionarios públicos gocen de la seguridad militar y policíaca:

“Ellos (funcionarios públicos) traen la mitad de la seguridad pública; la otra mitad está en los cuarteles. Entonces, ellos sí están muy bien protegidos: los alcaldes, gobernador, diputados, senadores; pero la gente, las familias, la población estamos totalmente abandonados.

“El Presidente Enrique Peña Nieto tiene que venir a Nuevo Laredo. Felipe Calderón nos abandonó, en seis años jamás vino a Nuevo Laredo; vino como candidato pero no como Presidente. Y yo creo que la gente de Nuevo Laredo, la gente de Tamaulipas, las familias de Tamaulipas, quieren escuchar un compromiso directo del Presidente Enrique Peña Nieto, no queremos que pasen otros seis años y no venga un presidente a Nuevo Laredo”, expresó bastante indignado.

“Lamentablemente, a tres meses ya de distancia, las cosas no solamente siguen igual, sino peor; en Nuevo Laredo y Tamaulipas, en general las familias vivimos con un temor permanente, nos sentimos igual o peor de inseguros porque la presencia de las fuerzas armadas sigue siendo las misma: rutinaria, sin estrategia, y tal vez ahora con mayor desorientación”, concluyó lapidario Raymundo Ramos.

Finalmente, no obstante a que las ejecuciones en los primeros 100 días de gobierno no disminuyeron, Enrique Peña Nieto prometió, como en campaña, resultados el lunes 4 de marzo durante su visita a Sinaloa: “Se han registrado hechos de violencia en algunas entidades, y estamos justamente aplicando una nueva estrategia que espero en un mediano plazo, nos permita reducir sensiblemente los niveles de violencia que tenemos”.

Pero, para empezar, en sus primeros 100 días por lo menos ocurrieron 4 mil 549 ejecuciones.

En materia económica el Presidente sigue en planes

En el ámbito económico, Enrique Peña Nieto ha llevado a cabo 8 acciones: firmó un Decreto de Austeridad, al séptimo día entregó el Paquete Económico 2013, anunció que los recursos para la banca de desarrollo incluidos en el paquete económico fueron de 14 mil 167 millones de pesos, garantizó la creación del Tren Transpeninsular, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio a conocer los anexos de la Miscelánea Fiscal 2013 y el Código Fiscal Federal, afirmó la creación del Instituto Nacional del emprendedor que brindará apoyo a las micro y medianas empresas, puso en marcha la reforma laboral y se promulgó como facilitador de las inversiones.

Ante tal escenario el economista Francisco González Bermúdez externó: “Lo que veo está cimentando una forma de gobierno. Más que nada, está estableciendo los lineamientos para poder gobernar. Me parece que en cuanto a las políticas públicas estamos en la fase de planeación. Después tendríamos que ver la parte de la ejecución y el control. Y después, con esto tendríamos la parte de la evaluación”.

El catedrático agregó que el mandatario tiene elementos urgentes por trabajar, “por una parte sería la cuestión que tiene que ver con la reforma hacendaria que ojalá y así fuera. La OCDE ha establecido la necesidad de una reforma hacendaria que llevara explícitos no solo la parte de impuestos en alimentos y medicamentos que ya se tiene contemplado, sino que también que contemplara lo que tendría que ver con el gasto público y no solo ver de dónde recabar.

“Además se tendría que aumentar la base de contribuyentes que disminuyera la evasión de impuestos y aumentar la recaudación de impuestos y que a la vez el regreso de los mismos se viera cuál es el sentido y por qué razón se devuelven tantas cantidades de dinero a las grandes empresas”.

El consultado alertó: “Lo que puede suceder es que nos puedan endosar la factura. Es decir, a través de los impuestos a alimentos y medicamentos y de no seguir cobrando a las grandes empresas o aquellos que no han pagado impuestos durante tantos años.

El economista abundó que “hay un estado que no tiene forma, pues no hubo herencia positiva de las formas de administración pública”, en este rubro la presidencia se concentrará en entre 6 meses y un año. “Es ahí donde empezaríamos a ver la parte de la ejecución, en el sector, salud, educación, el petrolero. Y es que los dos sexenios anteriores el estado fue invisible y eso no permitió que se dejaran herencias”.

Por último comentó habrá que cuestionar las acciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público respecto al análisis del manejo de las finanzas del sexenio de Felipe Calderón, pues sería ahí donde se verían los descalabros dentro del estado. “La lectura que hicieron los gobiernos panistas fue de total neoliberalismo, que mantiene como eje central que el Estado no debe entrar en lo que es la economía; entonces el hacer y dejar hacer reinó en los dos sexenios. No tuvieron un proyecto de nación y nunca ese proyecto de nación pudo bajar a la realización de planes concretos. Se dio el prontismo sin un planteamiento serio”.

Reformas autorizadas

Por lo pronto, también hay que recordar que en octubre de 2012 se aprobó la reforma Laboral. Dos meses más tarde el Secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida justificó que los resultados de la misma se verían en el primer trimestre de 2013.

El documento contempla diversas modalidades de contratación, regulación en la subcontratación, pago por hora, salarios vencidos, por mencionar algunos puntos. Con dicha plataforma se espera que el presente año se generen poco más de 600 mil empleos en el año.

Sin embargo en Tijuana, el vicepresidente nacional para Franjas Fronterizas e Industria Maquiladora de la Cámara de la Industria de la Transformación (CANACINTRA), Mario Escamilla Novelo externó en su momento, que el sector analizaba el documento para posteriormente generar las reglar de operación, situación que les llevaría por lo menos 6 meses, por tanto la aplicación de la ley en Baja California se estará dando en junio próximo.

Cabe recordar que la reforma tuvo origen el primero de septiembre de 2012, con la Iniciativa Preferente presentada por el ex Presidente Felipe Calderón, misma que fue respaldada por Enrique Peña Nieto, quien persuadió a los nuevos legisladores en el congreso de su aprobación.

La enmienda pedagógica

En diciembre de 2012, a unas horas de finalizar el periodo ordinario de sesiones, la LXII Legislatura, la Cámara de Diputados aprobó la reforma educativa. La propuesta busca  afianzar una educación de calidad, competitividad, económica, productividad, y el desarrollo social y cultural, que penden del nivel educativo.

La reglamentación contempla la creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, organismo público autónomo, que valorará el trabajo y resultados del sistema educativo nacional en los diversos niveles educativos.

Establece además que la incorporación al servicio docente y la promoción a puestos con funciones de dirección o de supervisión en nivel básico y medio superior serán previo concurso de oposición.

Hasta el momento, la ley ha levantado inconformidad entre los maestros de diversos estados en la república. El descontento ha llegado a tal que desde la última semana de febrero, estados como Tabasco, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, han generado movilizaciones.  

Lorenzo Meyer: “El ritmo de asesinatos sigue exactamente igual”

Para evaluar los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto, el doctor Lorenzo Meyer concedió una entrevista a ZETA para analizar el ritmo de asesinatos, pero también el contexto y los sucesos que han marcado la agenda mediática del sexenio que inicia.

“En estos primeros 100 días destaca un esfuerzo por volver a recuperar una parte, si no es que todo el poder que el presidencialismo que existió en México en la etapa clásica del priismo”, expresa para empezar el profesor emérito de El Colegio de México.

El también investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en el Nivel III, destaca: “No creo yo exagerar si destaco de los primeros 100 días ese esfuerzo que se ve en varios puntos, pero el más notable hasta ahora es el arresto y acusación contra Elba Esther Gordillo, la líder indiscutible del SNTE que se consideraba uno de los poderes fácticos más importantes y que había restado poder a la presidencia.

“El golpe que se le ha dado desde las instituciones del gobierno, desde la PGR, es un golpe bastante duro que no solamente desbarata una estructura  política, muy fuerte, sino que también manda un mensaje a otros que están en situación similar; no exclusivamente a otros sindicatos que sin duda captaron el mensaje de inmediato, sino también a esas zonas de poder económico, mediático, que han debido de tomar cuenta lo que sucedió. Entonces ahí hay una dosis importante de recuperación o de esfuerzo, de recuperar el poder.

“Luego algo más bien simbólico, pero interesante de todas maneras, es que el PRI, al reunirse hace unos cuantos días para discutir lo que es su plataforma política, pues integra formalmente a Enrique Peña Nieto a los órganos directivos del partido, y además, de acuerdo con las propias señales que ha mandado Peña Nieto, ha quitado de esa serie de compromisos que el PRI le ofreció a sus electores, algunas cosas que muestran que está dispuesto a aceptar la voluntad presidencial, como es lo referente al Impuesto al Valor Agregado, a medicinas y alimentos; o la apertura de la industria petrolera a la inversión privada.

“Es decir, que el partido casi sin discusión, desde luego sin oposiciones significativas adentro, se doblega a la voluntad presidencial, como era el caso en el PRI tradicional, antiguo.

“También tenemos como parte inicial, como la bandera del banderazo de salida del gobierno de Peña Nieto, el Pacto por México. En el país, en la historia antigua del PRI, hay varios pactos, aquí se incorporan a los partidos de oposición de una manera digamos civilizada de acuerdos entre los partidos, pero recuerda mucho a la antigua forma de gobierno, en donde el PRI y el Presidente, sobre todo, representa la voluntad de toda la nación.

“Con un pacto suscrito formalmente por el PRI, PAN y PRD, parece que volveríamos a esa etapa en la que parece que había un solo camino, una sola voluntad: la del Presidente, que era el reflejo de la voluntad colectiva nacional, y que no había divisiones, que el horizonte político de México estaba encarnado en la Presidencia, y que solamente en las márgenes había alguna voz disidente, ya sea de izquierda o extrema derecha, pero pues que tenían poca importancia, de poca monta.

— ¿Cuál sería la similitud o la diferencia de los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto, en comparación con los meses iniciales de gobierno de Carlos Salinas de Gortari?

“Bueno, la diferencia principal es que en los dos, la oposición de izquierda señaló que había habido un fraude, pero aquí tenemos que no fue el fraude al estilo de Salinas, donde simplemente es imposible aceptar que se cayó el sistema en 1988, y que él ganó con una mayoría absoluta, muy pequeña, pero absoluta, como correspondía al sistema autoritario. “Aquí la acusación de fraude la hace también la izquierda, pero no porque se hayan alterado las boletas, se hayan robado los votos, o haya habido algún algoritmo en el conteo; sino que se hizo antes, por la compra de las voluntades, de una parte del electorado, en particular del electorado pobre, y como quiera que sea, la victoria de Peña Nieto no es por mayoría absoluta, sino es por mayoría relativa; quiere decir que, de entrada, acepta que más de la mitad del país no votó por Peña Nieto.

“En el caso de Salinas se seguía insistiendo en que la mayoría, aunque fuera pequeñita, estaba detrás de ese presidente; entonces, aunque hay la sombra del fraude, en el caso de Salinas era más densa, más fuerte.

“En éste es un tanto más ligera, y luego una parte de esa izquierda, el PRD, aunque sin dejar de insistir en lo negativo que fue la compra de voluntades, por vía de Monex o de las formas que tradicionalmente el PRI ha manejado y que sabe manejar muy bien, pues a pesar de eso se suma al Pacto por México y queda fuera nada más la izquierda más dura, que es la que encabeza Andrés Manuel López Obrador, que no está en el pacto, pero que tampoco tiene un partido. Tiene un movimiento que aspira a ser partido, pero eso todavía está por verse en el futuro. Así que la división de política que hubo, el encono que hubo con Carlos Salinas, es mucho menor en el México de Peña Nieto”.

— ¿Cuál es su análisis, doctor, sobre la política de la seguridad y la lucha contra el crimen organizado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, a diferencia del sexenio anterior?

“Pues es nada más de discurso. En el de discurso de Calderón se asumió y con gran orgullo, el que se trataba de una lucha abierta, frontal, militar, policiaca, donde se iba con la idea de acabar físicamente con el narcotráfico y no atacar sus causas económicas y sociales.

“En el discurso de Peña Nieto está, por el contrario, el énfasis en las causas profundas que pueden llevar a los jóvenes a militar dentro de las filas del narcotráfico; pero en el fondo yo no veo ninguna diferencia, ni en la política de Peña Nieto, ni en la política de los narcotraficantes, porque ellos siguen con una violencia que los índices que tenemos, de los que disponemos, son los que nos presenta la prensa.

“El ritmo de asesinatos sigue exactamente igual, y esta política de largo plazo, de mejorar las condiciones de ciertos municipios, de mejorar las condiciones de la educación, pues son políticas de muy largo plazo.

“De aquí a que los cambios en la educación tengan efectos en gente mayor de 18 años, 17, 16, que son los momentos en que entran ya algunos de ellos a formar las filas del narcotráfico, pues van a pasar un decenio o más en modificar las condiciones de pobreza.

“Francamente con las medidas actuales, no sé cuántas generaciones van a pasar, entonces queda como recurso al Estado, la fuerza igual que Calderón.

“Se habla de una gendarmería y de una reorganización de las fuerzas policiacas, pero que ésa es en realidad la primera línea de combate en el gobierno de ahora, como lo era en el de Calderón.

“El énfasis en el discurso es distinto, pero en la realidad siguen básicamente el gobierno de ahora las mismas líneas que el anterior, se las dejó ya trazadas, y no se ha salido de ellas en lo fundamental”.

— ¿Qué lectura le da al hecho de que el gobierno de EPN no se dirige a los narcotraficantes por sus nombres o sus alias? Y cuando hay detenciones no se presentan en conferencia de prensa, como en el sexenio anterior, no obstante que ha habido detenciones importantes…

“El día que se llegue a detener al ‘Chapo’ veremos si es distinta o no, pero eso me parece una cosa secundaria, de estilo, cada gobierno tiene su estilo personal de gobernar, como diría Daniel Cosío Villegas, para asentar su frase exacta; y bueno, aquí hay un estilo diferente, pero de estilo a fondo, yo creo que hay un golfo, y en el fondo sigue siendo más o menos el mismo”.

— ¿Qué papel están jugando los partidos diferentes al PRI en este sexenio?

“Depende de su dimensión. Los dos partidos grandes, a la hora de entrar al pacto, están jugando simplemente a mantener su posición. Es como una lucha defensiva, están en sus trincheras y no quieren perder más terreno.

“El PAN y PRD, no los veo como una oposición realmente activa y capaz, están más bien reaccionando a lo que está haciendo Enrique Peña Nieto, sin que pueda uno decir ‘caramba, tienen un proyecto distinto y lo están encabezando y voceando con energía’.

“El PAN está tratando de sobrevivir a su lucha interna entre los calderonistas, que insisten en querer seguir mandando, y Madero, que es el jefe formal que está tratando de tener su propia voz.

“El PRD pues más bien sumiso a la política de Calderón, y sin ninguna energía, no se le ve ahí un liderazgo que rete al proyecto de Peña Nieto; y los otros partidos tan chiquitos, son una pedacería que francamente juega un papel marginal.

“En realidad la única fuerza que puede llegar a ser partido, y que podría representar una oposición efectiva, pues es MORENA con Andrés Manuel, pero ellos apenas se están organizando”.

— ¿Y qué papel podría decir que están jugando el Poder Legislativo y el Judicial, en estos 100 días, a diferencia por ejemplo del Ejecutivo?

“Pues en estos  días el Poder Judicial, yo no veo ningún cambio de la Suprema Corte de los últimos tiempos de Calderón con los primeros de Peña Nieto, me parece que está igual. Y el Poder Legislativo bueno, en algún momento fue un poder que pareció igual la disminuida Presidencia de Fox y de Calderón.

“Ahora no veo ese Poder Legislativo como particularmente fuerte, poderoso y creciente; los dos líderes importantes del PRI en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados, han perdido un poquito de su espacio original en favor de Peña Nieto, sigue siendo un actor político que hay que tomar en cuenta, y no ese tipo de Poder Legislativo de hace treinta, cuarenta años, que era un cero a la izquierda.

“Ahora sigue teniendo poder, hay rejuego, pero no se le ve con la misma importancia que tenía bajo los dos gobiernos panistas, donde la pérdida de capacidad de los presidentes, conllevaba un aumento en el Poder Legislativo.

“Aquí la parte priista del Legislativo, que es la más importante, ya se une al carro de Peña Nieto, la ha dominado y está sirviéndole pues de eco, de apoyo; no de igual a igual, sino de subordinado a superior”.

— ¿Qué lectura hace sobre el hecho de que no haya disminuido los homicidios, tal como se anunciaba y como se pretendía, sino que al contrario, siguen los asesinatos y ejecuciones por todo el país?
“Siguen quizá con igual o un poquito más de vigor. Quiere decir que ese poder fáctico, ilegal, ilegítimo, pero que creció enormemente, no le hace mucho caso al discurso presidencial, ellos (crimen organizado) llevan su lógica como si nada hubiera cambiado, y no se ve que se sientan arredrados por el nuevo gobierno.

“Lo que ha sucedido en Ciudad Juárez en estos últimos días (asesinato del periodista Jaime Guadalupe González Domínguez, de Ojinaga Noticias) pues es un indicador, se había querido ver a Ciudad Juárez como una zona que iba crecientemente siendo pacificada, y es una zona de dominio ya del gobierno, y de retirada relativa de los poderes del crimen organizado, pero se ve que no es así.

“A la hora de atentar directamente contra medios, contra la prensa, pues lo que están queriendo decir es tomar un micrófono y hablarle tanto al gobierno como a la sociedad mexicana, y decirles ‘aquí estamos, seguimos como antes, y no se crean que vamos en retirada’.

“Peña Nieto pudo haber doblegado a partidos, a actores políticos formales, a todo el aparato formal, pero el otro poder con armas de la mano y dinero, que es el narcotráfico, parece no haber tomado cuenta del cambio y sigue estando igual; quiere decir que ahí el gobierno no tiene respuesta como la que tiene el campo estrictamente político, pues meter a la cárcel a Elba Esther, aunque tenga un millón 400 mil su sindicato, pero está desarmada.

“Con unas buenas técnicas jurídicas se puede mostrar su corrupción y quitarle el poder político, pero el crimen organizado, bueno, pues es la corrupción misma, ya no se los pueden quitar legalmente, tiene que ir en su contra de manera directa, pero eso ya fracasó desde Calderón, y ahorita no se ve que haya aumentado la capacidad del gobierno en ese campo.

“Se puede ir en contra de ellos socavando sus baches sociales, como dije hace rato, pero ésa es una tarea, en caso de que se haga bien y se haga sin corrupción, que dará resultado dentro de un sexenio o dos. Así que por el momento simplemente el hecho de mantenerse como estaban, es una muestra de fuerza enorme del crimen organizado y de mostrar el flanco de debilidad de Peña Nieto.

“Los peñistas podrán decir, ‘oiga, pero es que en unos cuantos meses pues no se puede, déjenos unos dos o tres años’; hay razón para darles más tiempo, pero ahorita con la pregunta de Usted, de qué hacer, cuál es el resultado; es decir, es nulo”.

— ¿Podemos advertir que evidentemente la violencia seguirá, las ejecuciones continuarán, evidentemente?

“Pues sí, porque ésta es una decisión del crimen organizado, no de Peña Nieto, ellos han decidido que sigan, y no hay instrumentos nuevos, se va a hacer esta gendarmería solo Dios sabe cuándo.

“Y en caso de que la gendarmería tenga algún éxito, pues también van a pasar meses, o quizá algunos años antes de que se vea su efecto. Por ahorita, en lo que se refiere a crimen organizado, la sociedad mexicana está indefensa hoy como estaba hace cien días o un año, dos años”.

— Tomando en cuenta estos 100 primeros días de gobierno, ¿cómo consideraría Usted que será el gobierno de Enrique Peña Nieto a lo largo del sexenio?

“Bueno, será básicamente un gobierno que tiene el sello de la historia del PRI, es decir, hay una biografía del partido y de Peña Nieto, y del priismo del Estado de México, del priismo del Estado de Hidalgo, en particular, son priismos donde nunca hubo cambios, donde el PRI lleva más de 80 años ininterrumpidos de poder.

“Ahí está la semilla, digamos, del núcleo duro del gobierno actual, tiene el sello priista, que es el de, por un lado, tendencias autoritarias, y por otro lado, de flexibilidad ideológica, porque pueden irse para arriba, para abajo, para la izquierda, para la derecha, para donde la oportunidad lo señale, no tienen una espina dorsal ideológica, sino que tienen la capacidad de cambio, de adaptación, pero con un solo propósito: de recuperar y mantener el poder.

“Entonces, yo creo que van a hacer todo lo posible para que las siguientes elecciones sean del PRI, y yo no sé por cuánto tiempo más nos vamos a tener que aguantar con el PRI en el poder”.

Ataques a periodistas

Antes de llegar a sus 100 días de gobierno, en el sexenio de Enrique Peña Nieto se registró el primer periodista asesinado. Jaime Guadalupe Domínguez, de 38 años, dirigía el portal informativo Ojinaga Noticias en Chihuahua, y fue acribillado la noche del 3 de marzo. Tres días después, un medio impreso y una televisora chihuahuenses también fueron atacados.

Jaime Guadalupe Domínguez, director del sitio noticioso, comía en un puesto de tacos, acompañado de una mujer, quien resultó ilesa tras el ataque. De acuerdo a la versión de sus colegas, el periodista planeaba ir a las instalaciones del medio para descargar algunas imágenes de su cámara fotográfica, la cual le fue arrebatada a su cuerpo sin vida.

Domínguez recibió 17 disparos provenientes de armas calibre 5.27 milímetros. En el portal de noticias que dirigía se difundió la noticia, y con ella su equipo se despidió de la labor informativa; horas después, la dirección electrónica había sido suspendida.

En los primeros 100 días del sexenio de Peña Nieto ha sido el Noreste del país, la zona que ha concentrado las arremetidas violentas contra la prensa.

Durante la última semana de febrero, el diario El Siglo de Torreón recibió tres ataques a balazos consecutivos, ningún empleado del diario ha sido herido.

En la balacera del martes 26 de febrero, se detonaron 30 impactos de “cuerno de chivo” sobre las paredes de las instalaciones, dos civiles resultaron heridos. Al día siguiente, ya con policías que resguardaban las instalaciones recién atacadas, sujetos armados regresaron, y en la balacera, asesinaron a un civil.

Previamente, cinco de sus trabajadores fueron secuestrados el 7 de febrero, y aunque fueron liberados al día siguiente, las investigaciones no han encontrado siquiera responsables.

El estado norteño de Chihuahua comparte las mismas condiciones para ejercer el periodismo. La madrugada del 6 de marzo, las instalaciones de El Diario de Juárez fueron impactadas con siete disparos de arma de fuego calibre .45. Minutos después, el canal 44 de la misma ciudad, fue atacada bajo las mismas circunstancias, Diez impactos quedaron registrados en el lugar de los hechos, las autoridades sospechan que los ataques fueron perpetrados por los mismos sujetos.

Sin embargo, las investigaciones de estos crímenes aún no apuntan a responsables, y la capacidad de la autoridad para garantizar la seguridad en el ejercicio del oficio periodístico está siendo opacada por la impunidad ahora del gobierno de Peña Nieto.

Extraoficialmente, autoridades policiacas juarenses consideran que este ataque puede estar relacionado con un enfrentamiento verbal, que aparentemente tuvieron varios reporteros con otros representantes de la prensa  de Ciudad Juárez.

Los hechos que refieren, se suscitaron el domingo 3 de marzo de 2013, cuando dos jóvenes residentes de El Paso, Texas -pelones y tatuados en la cabeza-, presuntamente integrados a la célula delictiva de Los Aztecas, participaron en un choque al que se presentaron policías y reporteros.

Los responsables arreglaron el asunto pagando los daños, como no había otros cargos en su contra, fueron liberados, pero los jóvenes se dijeron agredidos por los reporteros, con quienes se hicieron de palabras y concluyeron advirtiéndoles en tono de amenaza,  que verían más adelante, si en otras condiciones los reporteros actuaban de la misma manera. Los periodistas no publicaron nada de estos hechos en sus ediciones del lunes 4 de marzo.

Ejecuciones en los primeros 100 días de gobierno de EPN

LUGAR

ESTADO

TOTAL

1 Guerrero 463
2 Chihuahua 417
3 Estado de México 407
4 Jalisco 362
5 Sinaloa 324
6 Nuevo León 261
7 Coahuila 216
8 Durango 197
9 Tamaulipas 167
10 Baja California 161
11 Michoacán 156
12 Morelos 156
13 Distrito Federal 154
14 Zacatecas 154
15 Veracruz 119
16 Sonora 113
17 Chiapas 106
18 San Luis Potosí 100
19 Puebla 93
20 Guanajuato 82
21 Oaxaca 77
22 Colima 68
23 Quintana Roo 59
24 Nayarit 27
25 Tabasco 25
26 Querétaro 19
27 Hidalgo 18
28 Tlaxcala 17
29 Aguascalientes 13
30 Campeche 8
31 Baja California Sur 7
32 Yucatán 3
TOTAL 4,549