Marcha Marihuana 2014 - Buenos Aires - 150 mil personas - Toma vertical - Creditos Marcelo Somma - Revista THC

 

Julia Varela – Cosecha Roja.-

-Dale papanuel, ¡apurate con el regalo!

-No sabés chabón lo que nos persiguió el rati ese en el furgón, desde Domínico que nos viene siguiendo.

-Loco armate el porro, ya fue el rati ese.

El sábado en Buenos Aires hubo 150 mil personas marchando por la marihuana. Llegaron desde el conurbano, del corazón de Palermo, desde el oeste. Caminaron por Avenida de Mayo, bajo el humo, para pedir la regulación de la marihuana.

A las cuatro de la tarde arrancó la caravana que unió, una vez más desde 1999, Plaza de Mayo con el Congreso. Había olor a prensado. A flores. Con vaporizador, con máscaras antigás, como las de las armas químicas, convertidas en pipas gigantes, con la tuca de la noche. La convocatoria arrancaba a las doce, aunque hay quienes llegaron cuando salió el sol. Un día entero dedicado a la planta.

-¡Hay pocos con la barba blanca por acá, eh!

Marcelo sostiene una pizarra: mis hijos cultivan, dice escrito con fibrón. Y él, pantalón de corderoy beige, camisa, panza tirante de asado y vino los domingos, también. La gente lo saluda. Está orgulloso de sus canas. De estar a favor.

Marcha Marihuana 2014 - Buenos Aires - 150 mil personas - Plaza de Mayo - Creditos Marcelo Somma - Revista THC

La ley 27.737 de Tenencia y Tráfico de Estupefacientes fue sancionada en 1989 y dice que “será reprimido con reclusión o prisión de cuatro a quince años y multa de seis mil a quinientos mil australes el que sin autorización o con destino ilegítimo siembre o cultive plantas o guarde semillas utilizables para producir estupefacientes, o materias primas, o elementos destinados a su producción o fabricación…”.

La marcha por la marihuana es para pedir la modificación de esa ley. Porque los que plantan y los que compran no son narcos. Porque no se conoce mucho de la planta de cannabis que, parece, tiene propiedades medicinales, industriales, y hasta se pueden producir materiales de construcción.

La movilización busca lograr que se despenalice la tenencia y el consumo. Para que la policía no persiga, para que liberen a los presos por plantar. “¡No queremos tener que ir a comprarle más a alguien que seguro tiene un arma, no queremos que nos persigan por elegir un consumo, por querer saber qué consumimos y producirlo nosotros!”, decían los organizadores desde un escenario improvisado, porque el Gobierno de la Ciudad no prestó su sonido.

Aunque todavía no hay datos oficiales, en todo el país movilizaron casi 200 mil personas. Hubo marchas en Bariloche, Comodoro Rivadavia, Resistencia, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero, El Bolsón, La Plata y Villa Gesell. Y en el mundo. Porque el primer sábado de mayo la marcha se hace a nivel mundial.

A fines de 2013 entró con estado parlamentario el proyecto de Reforma integral a la ley 27.737, impulsado por la legisladora de la Ciudad de Buenos Aires María Rachid (FPV), la Mesa Nacional por la Igualdad y la Agrupación Agricultores Cannábicos Argentinos (AACA), y retomado a nivel nacional por la diputada Araceli Ferreyra (FPV). La iniciativa busca despenalizar la tenencia de sustancias prohibidas y el autocultivo de marihuana. El proyecto, si es sancionado como ley, propone legalizar y regular el cannabis en todos sus usos. Iría en el mismo sentido de las reformas de Uruguay y de los estados de Washington y Colorado en Estados Unidos.

También propone la separación de los mercados, campañas de información, estrategias sociosanitarias de reducción de daños y prevención de adicciones.

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“La salud es un derecho, y que requiere un uso compasivo, necesitamos una ley que plantee un uso compasivo del cannabis. Hay niños con epilepsia que tienen 300 ataques de por día. En Colorado, Estados Unidos, se aprobó el uso de la marihuana medicinal, y en un mes se mudaron 4 mil familias a vivir allí”, dijo Matías Freire, miembro del Cecca.

El Cecca es el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica y está participando del debate de reforma del código penal. “Para que la carga de la prueba esté invertida, para que haya una justicia que investigue no a costa de las personas que siempre terminan criminalizadas, quienes no tienen acceso a la justicia, quienes no pueden pagarse un abogado”, agregó Freire.

El año pasado, junto a la Universidad de Quilmes, el Cecca –dirigido por el abogado Luis Osler- organizó el primer encuentro para discutir política de drogas y uso del cannabis, dentro de una institución del Estado. Con el apoyo de la cámara de Senadores bonaerense y la participación de especialistas locales y extranjeros se discutió en torno a los “daños producidos por el consumo desinformado de sustancias, la violencia y corrupción sin precedentes derivados del tráfico ilícito de drogas y la alarmante vulneración de Derechos Humanos y civiles producto de la criminalización y persecución penal a usuarios y cultivadores”.

Marcha Marihuana 2014 - Buenos Aires - 150 mil personas - Congreso - Creditos Marcelo Somma - Revista THC

“No queremos tener vinculo con el narcotráfico, queremos regular para poder educar”, dijo Freire.

En la marcha, Sebastián Basalo, director de la revista THC, controlaba la grúa. La caravana venía por Avenida de Mayo, y la foto justa era cuando los manifestantes llegaron a la 9 de Julio. Arriba, a casi 20 metros, un fotógrafo listo. Basalo indica las coordenadas: “quedate ahí que ya vienen”. La próxima foto será del final de la marcha. De costado, una toma con la gente fumándose el Congreso.

A las seis de la tarde la gente iba y venía por Callao. Cada tanto, alguien con una canasta, vendiendo. “Diez pesos la pastafrola casera”, decía de un lado del cartel. “Sí, la del bajón”, del otro.

Fotos: Revista THC