Mar del Plata: 45 años de violencia fascista

El documental “La Feliz: Continuidades de la violencia” traza una línea de continuidad entre la violencia política de la CNU, la agrupación universitaria de extrema derecha, en la década del ‘70 y los ataques de odio de los grupos Neonazis en Mar del Plata. Se presentará esta semana todos los días a las 14.45 y las 20.15 (cambio de horario a partir del jueves 28 de abril) en el cine Gaumont y todos los sábados en el Malba.

Mar del Plata: 45 años de violencia fascista

Por Cosecha Roja
26/03/2019

Mar del plata. La ciudad feliz. Histórico lugar de veraneo de las clases medias argentinas. Detrás de esa fachada late otra historia: la de la violencia política.En 1971, miembros de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) asesinaron a la  estudiante de arquitectura Silvia Filler en una asamblea del centro de estudiantes. La violencia fue in crescendo y estalló cuatro años después: la CNU se instaló en el aparato estatal y desde ahí desplegaron la persecución y el asesinato de dirigentes sociales y políticos y abogados laboralistas.

¿Qué pasa hoy en la ciudad feliz? El año pasado 8 jóvenes neonazis fueron condenados por atentados de odio. En los últimos años se registaron más de 30 ataques y amenazas al colectivo LGTB, a trabajadoras sexuales y feministas y daños a monumentos. ¿Existe un vínculo entre la violencia de la CNU y los ataques de los grupos nacionalistas actuales? “Hay muchos puntos de contacto para hablar de una continuidad”, explica a Cosecha Roja Valentín Javier Diment, director del “La Feliz. Continuidades de la violencia”, un documental en el que se cruzan la divulgación histórica, el retrato humano, y la tesis política. El principal punto en común es la ideología que sostiene estos ataques: “estamos hablando de violencia ejercida desde una extrema derecha política. Hay, además, una serie de coincidencias en las operatividades, la manera en que crece esta violencia y cómo se afianzan y se afirman los grupos políticos en función de la violencia”, explica Diment.

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Pero también existen diferencias: la CNU era un grupo que militaba en la derecha peronista; los grupos neonazis son claramente antiperonistas. “Son nacionalistas liberales, casi un oximorón. El extremo conservadurismo ha tomado ese cariz liberal de modo extraño. Algo similar a lo que ocurre con el gobierno nacional. Si bien Macri no es nacionalista, es una derecha oligárquica, liberal, que da lugar a gente como Pando, al 2×1 (para condenados por delitos de lesa humanidad) y a la teoría de los dos demonios”.

Después del crimen de Silvia Filler, en 1971, “las manifestaciones públicas generaron una reacción y terminaron metiendo presos y condenando a los asesinos” de la CNU, cuenta Diment. Pocos años después fueron indultados y liberados. “Ahí consiguieron que les liberen las manos, las zonas y empezaron a trabajar para el gobierno”. Esos crímenes recién fueron juzgados 45 años desués.

Con los ataques de odio en la última década pasó algo similiar al primer crimen de la CNU. El repudio popular obligó a la justicia a actuar y ocho varones fueron condenados por ataques violentos a personas trans y activistas LGTB.

“Si pensásemos en una reelección de Macri en este momento, con el fortalecimiento desde la la bolzonarización y el estímulo de la violencia es muy posible que estos grupos logren una impunidad desde lo judicial y reenprendan con mucha más furia”, dijo el director.

Para Diment lo que hoy pasa en Mar del Plata es apenas un reflejo, un laboratorio para analizar lo que pasa en otras partes del país: los saludos nazis de estudiantes secundarios cordobeses, la aguerrida defensa de los grupos antiderechos tucumanos para obligar a parir a una nena de 11 años que fue violada y quedó embarazada.

La idea de “La Feliz. Continuidades de la violencia” nació a partir de un trabajo anterior del director. En el largometraje documental “Parapolicial negro (apuntes para una prehistoria de la triple A)” trató tangencialmente los crímenes de la CNU. “Era algo que me había quedado, pero quería que tuviera una proyección más actual”, explicó Diment.

En paralelo, el director seguía los casos de los ataques de odio de los grupos neonazis marplatenses y leyó el libro La Noche de las Corbatas, en el que los periodistas Pablo Waisberg y Felipe Celesia investigan la desaparición, en los años 70, de los abogados laboralistas en la ciudad de Mar del Plata. Finalmente, convocó a Waisberg y Celesia y a Federico Desántolo, quienes estuvieron a cargo del nuevo documental.

“Cuando les hice la propuesta no teníamos en claro si íbamos a encontrar una continuidad real o no”, explica Diment. “Hoy creemos que hay muchos puntos en común para hablar de una continuidad”.