El juez federal Guido Otranto informó esta mañana que el análisis de la muestras de material biológico encontradas en los vehículos de Gendarmería que participaron del operativo en la comunidad mapuche no coinciden con el ADN de los familiares de Santiago Maldonado. La ministra Patricia Bullrich celebró la noticia: “Despeja muy fuertemente de lo que ha sido acusado el gobierno: una desaparición forzosa”. Según los expertos, el análisis de ADN no es concluyente: 14 muestras no pudieron ser analizadas y otras podrían haber sido borradas cuando Gendarmería lavó las camionetas antes de ser peritadas.

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Los agentes de la Policía Federal allanaron los destacamentos de Gendarmería de El Bolsón y Esquel nueve días después de la desaparición de Santiago Maldonado. El operativo en el Escuadrón de San José de San Martín se realizó seis días después, cuando los investigadores descubrieron -a partir del análisis de los videos- que en la represión a la comunidad mapuche habían intervenido dos vehículos de ese destacamento que no habían sido informados. En los allanamientos, los agentes encontraron 38 muestras de material biológico que fueron cotejadas con el ADN de los padres y el hermano de Santiago: 23 dieron resultado negativo y 14 no pudieron ser analizadas. Todavía resta analizar una muestra encontrada en un camión Mercedes Benz Unimog.

Según explicó Eloy Torales, especialista en ciencias penales, criminalística y en análisis y preservación de la escena del crimen, el cotejo de ADN no descarta la posibilidad de que Santiago hubiera sido trasladado en uno de los vehículos de Gendarmería. “Una muestra no viable lo único que indica es que no sirvió para demostrar algo: porque no tenían ADN o porque la muestra estaba deteriorada. Es resultado no es concluyente”, dijo a Cosecha Roja Torales.

Otras muestras podrían haber sido eliminadas. Según denunció el defensor oficial de Esquel, Fernando Machado, algunas de las camionetas de Gendarmería fueron lavadas antes de ser peritadas.

El deterioro de las muestras

En el primer levantamiento de rastros en el destacamento El Bolsón, el 6 de agosto, la Policía analizó únicamente dos camionetas y un camión Unimog. En Esquel solo hicieron un levantamiento de rastros de olores en las camionetas. Un día antes de los operativos, el juez federal Guido Otranto les había advertido a los jefes de los destacamentos que preservaran los vehículos. Un informe de la Policía Federal sostiene que el precinto de una de las camionetas había sido parcialmente violado. El defensor oficial de Esquel, Fernando Machado, denunció que las camionetas habían sido lavadas y que una de ellas tenía rota la faja de seguridad. “Las lavaron delante nuestro”, contó uno de los veedores que participó del operativo.

Muchas de las muestras cotejadas eran cabellos o mechones levantados en la biblioteca donde vivía el joven y en los vehículos que utilizó Gendarmería. “Una persona pierde entre 30 y 100 cabellos por día. En una camioneta en la que suben muchas personas puede haber cabellos de todas ellas”, explicó Torales.

Según explicó Torales, al limpiar una camioneta se eliminan las huellas y las muestras de cabellos o piel. Solo quedan las manchas de sangre, que reaparecen cuando se impregna una superficie con luminol, un reactivo químico que detecta manchas de sangre aún cuando estén secas o lavadas.

Recién el 10 de agosto, nueve días después de la desaparición de Maldonado, la Policía Federal allanó los destacamentos de El Bolsón y Esquel. En El Bolsón encontraron manchas de sangre sobre una soga y un cono de tránsito y cabellos. Ninguno de los resultados dio positivo en el cotejo con el ADN de la familia de Santiago.

Los vehículos que ocultó Gendarmería

Cuando el juez le exigió a Gendarmería que informara qué vehículos habían participado del operativo, el comandante mayor Diego Conrado Balari, jefe de la Agrupación Chubut, entregó un listado de 14 vehículos pertenecientes a los escuadrones de Esquel, El Bolsón y Comodoro Rivadavia (una camioneta que estaba a disposición de otra jurisdicción).

En los videos que entregó la propia fuerza, los investigadores detectaron una camioneta Volkswagen Amarok dominio AB140DC, que pertenece al Escuadrón 37 de San Martín y que no figuraba en el listado. El 16 de agosto -15 días después de la desaparición- el juez ordenó el allanamiento del destacamento de San Martín. Los investigadores encontraron un camión Unimog que también había participado en el operativo: allí había 11 muestras de material biológico (una de sangre), de las cuales dos resultaron “no cotejables” y una aún no fue analizada. En la Amarok levantaron 15 muestras: cinco de ellas no pudieron ser cotejadas.

“Una muestra no viable significa que no tiene ADN o que está deteriorada. El tiempo que pasa es la verdad que huye”, explicó Torales.

Las muestras que faltan

El Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires analizó 80 muestras de material genético. Las únicas que dieron positivo fueron las que se obtuvieron en una mochila negra secuestrada en el allanamiento en la casa donde vivía Santiago en El Bolsón y en un buzo que entregó su amigo Ariel Garci.

Según explicó el juez todavía queda pendiente el análisis de dos muestras: una hallada en uno de los Unimog de Gendarmería y otra en un buzo negro que pertenecería a Santiago.

El gobierno celebra

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich dijo que el resultado de los análisis “despeja muy fuertemente de lo que ha sido acusado el gobierno: una desaparición forzosa”. La declaración de Bullrich sigue la línea planteada por el gobierno en los últimos días: que Maldonado habría muerto por las heridas causadas por uno o dos gendarmes sin que hubiera un plan de encubrimiento.

“El carácter forzado de la desaparición tiene que ver con ocultar el destino de una persona a sabiendas”, explicó Ileana Arduino, abogada e integrante de INECIP (Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales). “Para eso alcanza la participación de una persona representante del Estado en el marco de un procedimiento. Un hecho de esas características puede tener ejecutores materiales directos pero también autores mediatos o responsables políticos, que luego pueden aparecer también como cómplices por ser por ejemplo conniventes con la maniobra de ocultamiento o de permanencia de la condición de desaparición. Es un delito de carácter permanente que no deja de cometerse hasta la aparición”, sostuvo.