Las mujeres jugamos fútbol desde siempre

El 21 de agosto de 1971 fue un día histórico: la selección argentina goleó 4-1 a Inglaterra en el Mundial de México. Una ley aprobada en la Legislatura porteña fijó cada 21 de agosto como Día de las Futbolistas. "De ahora en más cada 21 de agosto en la Ciudad de Buenos Aires se deberá decir que las mujeres jugamos fútbol desde siempre", dice la autora del proyecto, Andrea Conde.

Las mujeres jugamos fútbol desde siempre

10/07/2019

Por Andrea Conde*

De ahora en más cada 21 de agosto en la Ciudad de Buenos Aires se deberá decir que las mujeres jugamos fútbol desde siempre. De ahora en más cada 21 de agosto cuando nombremos las hazañas deportivas de nuestro país vamos a contar que durante décadas hubo generaciones de futbolistas argentinas que vendiendo rifas llegaron a disputar las copas del mundo. Cosiendo los números en las camisetas. Contando las monedas para pagar el bondi y no faltar al entrenamiento. Contando las horas para salir del trabajo e ir a entrenar. Por todas nosotras, de ahora en más el 21 de agosto es el Día de las Futbolistas.

Junto a Las Pioneras del Fútbol Femenino, aquellas que hicieron historia en 1971 ganándole 4 a 1 a Inglaterra en un mundial, impulsamos este proyecto que ya es ley no sólo en búsqueda de un reconocimiento, sino como reparación a la historia, a la historia del fútbol y las mujeres que, de tanto invisibilizarla, muchxs creyeron que no existía. 

Elba Selva fue la barrileta cósmica que 15 años antes que el Diego marcaba no 1 sino 4 goles contra Inglaterra. Vanina Correa es el nombre de la arquera que atajó el penal contra Escocia en el último mundial. Florencia Bonsegundo la capitana que lleva ocho años jugando para el seleccionado argentino al que sólo le pagaron el pasaje en este último año. 

Para establecer el “Día de” te piden hazañas. Yo creo que a nosotras nos sobran. Porque nos sobra pasión.

La hazaña deportiva de las futbolistas argentinas también es esa: amar tanto el fútbol como para lidiar con el olvido y el desprecio de las asociaciones y academias machistas, lidiar con una historia de recursos negados mientras a los varones les llueven los contratos millonarios. O creer tanto en lo que hacés como para que, a fuerza de militancia, puedas lograr su profesionalización.

Machonas, marimachos, varoneras, que una nena no hace eso, que te ensucias toda. Nos pusieron excusas, nos echaron de la cancha, nos mandaron a cuidar muñecos de plástico o a hacernos amigas de utensilios de cocina que eran “más propios de una nena”. No era propio. Era impuesto.

Me gusta una frase que acuñaron en La Nuestra, que dice “Me paro en la cancha como en la vida” porque tiende ese puente entre lo que siente una piba en la cancha con su equipo y la pelota: libertad. El fútbol como herramienta para sentir tu cuerpo y verte poderosa, el fútbol como un sueño posible de llenar estadios que te vean gambetear, el fútbol como lugar de amor y encuentro con las otras. 

Todo eso se nos ha negado históricamente y es por eso que ahora cada 21 de agosto va a haber una excusa para que alguna piba se entere de que ella sí tiene derecho a ir y pararse en la cancha y en la vida. Que puede y no está sola. 

Mientras tanto el camino es largo y recién empieza. Son solo ocho las jugadoras que profesionalizan por equipo de un total de al menos once que se necesitan en una cancha. Son sueldos apenas dignos para un sostén económico que equipara a lo que cobra la tercera división de cualquier cuadro. 

Serán cientos y ancestrales las trabas que nos ponen para tocar la pelota pero hoy en Argentina este equipo tiene a más de un millón de pibas en la cancha corriendo atrás de ese gol soñado: de que el fútbol en Argentina sea más nuestro que nunca. Hoy estamos un poco más cerca. Celebremos el próximo 21 de agosto luchando por que el fútbol en Argentina sea feminista y profesional. 

*Es legisladora porteña y presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud.