Lanata contra los mapuche, capítulo mil

“Indios al ataque”: así se promocionó en Clarín el informe racista y estigmatizante de PPT. No es la primera vez que el periodista se encolumna detrás de Juntos Por el Cambio para operar políticamente: pasó con Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Como cuentan Natalia Aruguete y Ernesto Calvo en su libro “Fake news, trolls y otros encantos”, pasó cuando entrevistó a Jones Huala y armó un circo sólo para pavonearse ante su audiencia y criminalizar a la comunidad mapuche.

Lanata contra los mapuche, capítulo mil

Por Cosecha Roja
25/10/2021

Alguien que le avise a Lanata que los indios están en India y que demonizar a una comunidad desde los medios está más cerca de la opereta que del periodismo. 

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Esto ya lo vivimos, capítulo mil. Desde Buenos Aires y para todo el país operadores mediáticos como Jorge Lanata se encolumnan detrás de partidos políticos como Juntos por el Cambio bajo el discurso de salvar a la Argentina del ataque terrorista de los mapuche.

Pasó en 2017 cuando dijeron que Santiago Maldonado se tiró al río solito y se ahogó. Pasó con Rafael Nahuel cuando se hartaron de publicar que murió en un enfrentamiento. Pasó en cada editorial donde los Lanatas del periodismo culparon a “guerrillas indígenas” y “los violentos mapuche”.

Natalia Aruguete y Ernesto Calvo lo recuerdan muy bien en “Fake news, trolls y otros encantos” (Editorial Siglo XXI, 2020), un libro que explora en el fenómeno de las noticias falsas en la Argentina, a partir de un cruce entre la ciencia política, la comunicación y las metodologías del análisis de redes. En el capítulo “Autoridades en la niebla: enlaces a (y ausencias de) medios en la red #Maldonado”, dedican un fragmento a la entrevista que Lanata le hizo a Jones Huala. No por nada lo llaman “bullying televisivo”. Lo transcribimos acá:

–Lo que vos no querés que yo haga es que la desvirtúe [la entrevista] –inquirió Jorge Lanata a Facundo Jones Huala a los treinta  y ocho segundos de comenzada la entrevista, realizada el 27 de  agosto de 2017 en la cárcel de Esquel, donde el lonko mapuche se encontraba preso.

–Sí, exactamente. 

–Pero yo no necesito desvirtuarla, si vos decís cada barbaridad que no hace falta desvirtuarla –interrumpió el periodista sin disimular la animosidad hacia su interlocutor, hacia la causa mapuche y hacia el estilo de sus reivindicaciones–. ¿A qué vine acá? ¿A discutir marxismo con vos? ¡Contame qué derecho tenés para pedir una tierra en la provincia! –prosiguió. 

Lo que había sido anticipado como una entrevista al líder de la comunidad mapuche para el exitoso programa Periodismo para Todos (PPT), que se emitía los domingos por la noche en Canal 13, se convirtió en un juicio mediático, preparado y ejecutado por Jorge Lanata. La desventaja discursiva de Jones Huala no residía en los argumentos del caso. Tampoco en la menor experiencia mediática o en el contexto político que prevalecía en la  Argentina. Su inferioridad en esa escena se asentaba en primer lugar en la selección del jurado –los televidentes– ante los que desfilaría Jones Huala. Cualquier argumento del líder de la RAM estaba condenado a la ignominia incluso antes de comenzar el  programa. Jones Huala era solo una excusa para que Lanata se pavonease ante su público. El resultado del debate no podía ser otro que el ridículo, un acto de bullying en el que el asesino indi cado se encontraba con la “marca” perfecta, el “patsy” o “idiota  útil” para ser operado políticamente en lo que era, de hecho, el  lanzamiento de un evento político. Lanata no puso en la vidriera televisiva a los padres de Santiago Maldonado, los directores del Inadi, los abogados del CELS o la ministra Patricia Bullrich. Eligió erigir un juicio mediático que energizara a su base política y acallara a la oposición, publicitando mediante un espectáculo político (Edelman, 1991) un conjunto de elementos de encuadres oficialistas que serían activados por sus seguidores en las  redes sociales. 

En su presentación, Lanata no moderó ningún ataque. Eso reforzó el hecho de que aquella discusión cargada de diatribas  y chicanas se alojara con comodidad en la burbuja oficialista y  consolidara la disonancia cognitiva existente entre esos usuarios.  El logro discursivo de PPT descansó en la congruencia política  con sus espectadores –sus seguidores virtuales–, que entendieron el mensaje político como un acto de comunión con el gobierno y de retaliación ante el caso #Maldonado. En la burbuja propia, la entrevista publicitó un marco interpretativo que presentaba la  causa mapuche como patética y la militancia mapuche como un nuevo-viejo monstruo. En esa definición de la situación, Jones Huala fue subsumido en la figura del líder irracional y violento. Lanata logró tornar “real” el encuadre oficialista y, así, hizo que distintos actores políticos y sociales se posicionaran políticamente alrededor de los rasgos de la “realidad” construida en esos términos.

El racismo de Lanata dio un pasito más con “Indios al ataque”, la publicidad de página completa en el diario Clarín con la que se promocionó el informe de PPT lleno de estereotipos y mentiras sobre lo que está pasando en el sur del país. Los titulares racistas y discriminatorios son parte de la estrategia de la casta de conductores rancios que quieren parecer cancheros pero sólo responden a los intereses políticos y económicos de siempre. Si hasta el multimillonario de Tinelli con tierras en el sur se anotó en change.org para salvar al país de los terroristas. 

 

¿Qué hay detrás de la estigmatización de les mapuche como una comunidad violenta “que se quiere quedar con la mitad de la Argentina”? ¿Por qué mientras Lanata, Bullrich, Carreras y Berni hablan de la RAM, otras organizaciones y comunidades mapuche la desconocen y minimizan? ¿Por qué se invisibiliza que la recuperación de territorios va bastante más allá de los incendios en El Bolsón? 

¿Cómo es que un periodista con tantos años de experiencia evita linkear los procesos de recuperación de tierras con masacres como la conquista del desierto? ¿De los mapuche de la lof Quemquemtrew que fueron reprimidos y están aislados hace un mes por intentar recuperar un territorio ancestral en Cuesta del Ternero nadie habla?

¿En serio terrorismo es lo que hacen los mapuche?