Sin Embargo.-

Empresas de seguridad de Estados Unidos remontaron luego del auge de la violencia en el país y la guerra contra el narcotráfico, de acuerdo con una investigación de El Diario de El Paso.

James Richmond, entrenador experimentado en armas para la empresa Special Tactical Services, dijo que dependencias oficiales y empresas mexicanas contratan servicios de entrenamiento en uso de armas sofisticadas de origen europeo y asiático, debido a que bandas del crimen organizado utilizan este tipo de armamento.

Richmond dijo que sus servicios son contratados por dependencias gubernamentales y empresas privadas mexicanas, aunque no quiso especificar, durante la pasada Convención de Seguridad Fronteriza.

“Tenemos entrenadores haciendo servicios en México, claro. Les mostramos cómo usar armas que el narco está usando ya”, comentó, “armas como el Ak-47 o el Ak-40, que es el arma que portaba Osama Bin Laden cuando fue asesinado”.

De igual manera dijo entrenar a agentes estadounidenses que se encuentran en territorio mexicano.

“Cuando nuestros agentes se topen con narcos que usan un Ak-74 o una ametralladora M240, se van a preguntar qué hacer. Y es ahí donde entramos nosotros”, señaló a El Diario.

La empresa Special Tactical Services es propiedad de un veterano de guerra. La empresa asegura tener “extensa experiencia en proveer armas, municiones, protección y entrenamiento táctico al gobierno de los Estados Unidos, contratistas de defensa privada y entidades privadas selectas”.

Special Tactical Services fue creada en el año 2000 y desde entonces ha trabajado “de cerca” con el gobierno estadounidense.

The Washington Post publicó en enero de este año que con la guerra de Irak finalizada y la presencia de las tropas norteamericanas a la baja en Afganistán, los contratistas estadounidenses en seguridad buscan nuevos prospectos en México, “donde la violencia ligada al crimen organizado ha creado una creciente demanda para profesionales en la materia”.

“Luego de años de lucrativas labores en el Medio Oriente y Asia Central, donde su presencia fue en ocasiones manchada por incidentes de uso excesivo de fuerza y malas conductas, distintas firmas de seguridad buscan entrar a México con un enfoque ligeramente distinto debido a las restrictivas leyes de portación de armas que existen en el país”, agregó.

Sus nuevas tareas se deberán limitar a trabajos como consultores y entrenadores técnicos para las fuerzas de seguridad mexicanas, o como asesores de seguridad de poderosos empresarios, según el diario.

La contratista DynCorp International, especializada en operaciones por aire y satelitales, fuerza terrestre y naval, cuenta con vacantes en México para instructores de aviación y mecánicos; Kroll está buscando especialistas antisecuestros para proteger a empresarios mexicanos; la compañía MPRI entrena a soldados mexicanos en técnicas de contrainsurgencia, dijo The Washington Post.

Nada nuevo: desde 2007, el Departamento de Defensa de Estados Unidos invitó a cinco empresas contratistas —nombre que se les da a las Compañías Militares Privadas por brindar sus servicios por contrato— a trabajar con el CNTPO (Counter Narco Terrorism Program Office), la oficina del Ejército estadunidense que opera dentro del Plan Mérida.

De acuerdo con una nota del Times Army publicada en el ISR Journal y firmada por Paul Richfield, estas cinco empresas se dividirían un presupuesto de 15 mil millones de dólares a pagarse en cinco años. Entre este grupo selecto se confirmó en aquel entonces la participación de dos: ARINC, “un proveedor de sistemas de comunicación aéreos” (aviones y helicópteros entre otros) y la PMC Blackwater USA (actualmente Xe Services), denominada por su dueño, Erik Prince, “la quinta columna del Ejército estadunidense”