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Cosecha Roja.-

Otro policía tucumano es investigado por la justicia por la tortura a un adolescente en diciembre del año pasado. Además de Alfredo Giménez -acusado de privación ilegítima de la libertad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y apremios ilegales-, el segundo agente detenido sería el que firmó el acto de aprehensión de un joven apodado “Hamburguesa”.

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– ¿Por qué no me respetás, chango? ¿Por qué seguís hinchando las bolas en mi turno? ¿Por qué no me hacés caso? ¿Qué querés, pelear?

Así le decía el policía tucumano Alfredo Giménez al pibe que acababa de detener, mientras le pegaba cachetadas y le samarreaba la cabeza agarrándolo de los pelos. La víctima de las torturas es un adolescente al que apodaron “Hamburguesa” y que vive en un asentamiento de Tafí Viejo. La policía lo detiene “bastante seguido” a él y a sus hermanos, según confirmó a Cosecha Roja una fuente cercana al caso.

Giménez se presentó esta tarde ante la Justicia, se abstuvo de declarar y no aportó ningún dato relacionado con la víctima. La fiscal Marta Mariana Rivadeneira ordenó su detención y lo acusó de apremios ilegales y privación ilegítima de la libertad. Ahora espera que el juez defina si lo detiene o no. Además, el jefe de la policía, Dante Bustamante, inició un sumario administrativo: “Es un delito aberrante que no tiene justificación. Las sanciones serán aplicadas en el marco legal; por un lado la Justicia va a actuar y la Policía, en lo administrativo, hará todo lo que corresponda”.

El video que lo incrimina fue filmado en la comisaría de Villa Obrera, en Tafí Viejo, con un celular y hace varios días que circula entre los agentes de la fuerza provincial. Según dijo el propio Giménez, las imágenes son más viejas de lo que publicaron los medios ayer, tendrían más de un año.

– Todo bien, jefe – respondió el pibe cuando logró levantarse del piso después de una zancadilla del policía.

El secretario de Derechos Humanos de la Provincia, Humberto Rava, dijo que las fuerzas de seguridad deben ajustar sus prácticas al modelo profesional y democrático de la policía. “Es recomendable profundizar las pautas de formación de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, así como un fortalecimiento de los sistemas internos y externos de control y disciplina”, escribieron en un comunicado que difundió La Gaceta de Tucumán.

El de Gimenéz no es el primer caso en Tucumán. Hace casi un año se viralizó otro video en el que un policía tortura a un detenido. Él y su compañero que filmó la escena quedaron detenidos acusados de “apremios ilegales”.

– Haga el ruidito del caballito. Caballito, va de nuevo. ¿Cómo relincha el caballo? ¿Cómo hace la gallina? ¿Cocú? A la noche dan Gokú – se escuchó decir al agente.

El oficial le hacía imitar sonidos de diferentes animales, lo agarraba de los pelos, lo sacudía, le daba la cara contra el piso. El hombre respondía lo que podía: guau, miau, cucú. Se cree que fue filmado el 21 de septiembre del 2014.

“Más allá de que los autores de estas golpizas merezcan una sanción penal, las torturas son frecuentes en las comisarías y cárceles de Tucumán”, dijo al diario La Gaceta Leandro Halperín, director del Observatorio de Políticas Públicas en Seguridad Ciudadana y Prevención de la Violencia de la Facultad de Derecho de la UNT.

A mediados del año pasado, el juez de La Plata Luis Arias ordenó al gobierno de la Provincia de Buenos Aires suspender la resolución que permitía albergar presos en comisarías en el contexto de la “emergencia de seguridad”. Los motivos eran el hacinamiento, el maltrato, estar en contacto con personal no capacitado para esa función y la incomunicación de los detenidos.