“Gendarmería entró al territorio”. El mensaje llegó al celular de la radio FM Alas el primero de agosto poco después de las 12 y el conductor del programa contó la noticia al aire. Algunas horas después se enteraron que en ese operativo en la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia había desaparecido El Brujo, un joven tatuador de 28 años que vivía en El Bolsón desde hacía tres meses y al que nadie conocía por su verdadero nombre: Santiago Maldonado.

Desde diciembre, cuando recrudeció el conflicto en la comarca andina con los grandes terratenientes Joe Lewis y Luciano Benetton, quienes disputan el territorio con las comunidades originarias, la radio se convirtió en la voz de la resistencia. En ese momento comenzaron las amenazas: mensajes de texto anónimos, ataques y presiones políticas.

Ayer, mientras uno de los periodistas criticaba al aire al gobernador Alberto Weretilneck por sus vínculos con los empresarios latifundistas, llegó un nuevo mensaje: “Cortala con joder al goberna. O le vamos a poner camineras en mallín y la falopa se la vamos a incautar toda”. Veinte minutos después llegó otro: “Tenés 10 minutos para contestar afirmativo”. Un tercer mensaje les advirtió que si no le pegaban a Soria, opositor a Weretilneck, se quedarían sin “nidito”. Quien envió la amenaza conoce de cerca la situación de la radio. Hace pocos días lanzaron “Un nido para FM Alas”, una campaña de crowfunding para comprar el inmueble donde funciona desde hace 20 años.

El historial de amenazas

El conflicto con los grandes latifundistas lleva varios años. El 2 de diciembre se encendió una mecha cuando los habitantes de la zona realizaron una audiencia pública para rechazar un proyecto de loteo en unas tierras cercanas al cerro Perito Moreno que intenta llevar adelante un grupo de empresarios señalados como testaferros del norteamericano Joe Lewis. “Nosotros en la radio denunciamos estos negociados entre empresarios, políticos y jueces con nombre y apellido”, contó a Cosecha Roja Esteban Santamaría, periodista e integrante del Colectivo Alas.

A la audiencia pública le siguieron movilizaciones y un acampe pacífico con actividades culturales. La radio funcionó como un amplificador del reclamo de la comunidad. A los pocos días recibieron la primera amenaza: “Tengan cuidado que se les puede prender fuego esa puta radio”, les escribieron en un mensaje de texto. Los integrantes de la radio presentaron la denuncia penal en la fiscalía. “Pasaron 10 meses y no hubo ningún movimiento en la causa”, contó Esteban.

Tiempo después, el periodista Alejandro Pairone viajó a Lago Escondido en el marco de una investigación por los negociados de Joe Lewis en la zona. Horas más tarde, la dueña del auto que había utilizado el periodista visitó la radio. Junto al estudio, que funciona hace 20 años en el lugar, hay un centro cultural: “Es un SUM (salón de usos múltiples) al que le llamamos el estudio ampliado de radio. Tenemos un buffet y se realizan recitales, obras de teatro y charlas”, explicó Santamaría. Al salir del SUM, la mujer vio su auto destrozado: golpes en la chapa, vidrios rotos y todas sus cosas tiradas en la calle. El ataque no fue el único: en varias oportunidades, las personas que asistían a algún evento en el SUM encontraban los autos rotos al salir.

A pesar de los ataques, la radio siguió denunciando los negociados de los grandes terratenientes en la zona. En enero de este año siguieron de cerca la represión de Gendarmería en la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia y difundieron la noticia del operativo de la fuerza federal el 1 de agosto, donde desapareció Maldonado.

Cuando se cumplían 35 días de la desaparición de Santiago, desde los estudios de FM Alas contaron que un vehículo intentó atropellar a un grupo de personas que participaban de una marcha frente al casino de oficiales de Gendarmería Nacional. Mientras daban la noticia recibieron un mensaje en el celular que utilizan para comunicarse con los oyentes: “Como un ciudadano de bien que paga sus impuestos les digo que están tirando demasiado de la soga, después a llorar a la plaza de mayo (sic). Están avisados”. Los abogados de la radio volvieron a la fiscalía y presentaron copia de los mensajes y el número del que provenía la amenaza. Todavía no tuvieron noticias.

El próximo lunes los abogados de la radio se presentarán ante la Justicia. “No vamos a acostumbrarnos y por eso seguiremos denunciando cada hecho de estas características”, explicó el Colectivo Alas en un comunicado. Y agregaron: “A pesar de las intimidaciones, declaraciones y amenazas que recibimos en la radio, reforzamos nuestro compromiso con la comunicación popular. Sin medios comunitarios no hay democracia. Aparición con vida de Santiago Maldonado”.