LocodelmartilloCosecha Roja.-

Gabriel Godoy asaltó a un hombre en la parada de colectivo, en una noche de octubre del año pasado. Usó un martillo como arma y lo golpeó. “Los vecinos de la ciudad mendocina de San Martín están atemorizados: ya son diez las personas atacadas por el loco del martillo”, escribieron el 4 de noviembre en el sitio Cadena 3. Crónica tituló “Sigue la búsqueda del loco del martillo” y el diario El Sol contó que el loco se movía en un Renault 12 rojo, que atacaba de noche a martillazo limpio en las paradas de colectivo y huía. Pero después del primer robo, a Godoy había quedado detenido y hoy lo condenaron a cinco años por el delito. La supuesta decena de denuncias nunca llegó a la Justicia.

Carlos Figueroa estaba esperando el colectivo en Salta y Paso, en la ciudad de San Martín, cuando Godoy lo atacó con un martillo. “El loco” logró sacarle el celular y un abrigo. Después le pegó con la herramienta y salió corriendo. A las pocas cuadras, lo detuvo la Policía. Lo agarraron con lo robado y con el martillo. No había duda y quedó acusado de “robo con arma impropia”. Meses después, confesó el delito. Carlos terminó en el hospital por los golpes pero los médicos le dieron el alta.

El caso salió en todos los medios y la psicosis se apoderó de la ciudad: al menos diez personas contaron a los diarios que habían sido atacados por el “loco del martillo”. Decían que se trataba de un hombre “corpulento y morocho” de 30 años (Godoy sólo tiene 19), 1,80 de estatura, que se bajaba de un auto rojo -“con detalles de antióxido”-, atacaba y huía. La zona de acción era entre las calles Boulogne Sur Mer, Cuesta del Madero, Salta y Avellaneda. Pero ninguno asentó la denuncia en la Justicia.

El periodista local Javier Hernández contó en el diario Los Andes que “cada cosa rara que pasaba en San Martín durante esos días, se le atribuía al loco del martillo” pero que nunca existieron las diez denuncias. También contó que el detenido tiene dificultades a la hora de expresarse, que no terminó la primaria y que no tenía antecedentes penales.

No es el primer “loco del martillo” que atemoriza a una población. En 1963 Aníbal González Igone asaltó durante 3 meses a mujeres solas. Las golpeaba con la herramienta y les robaba. En dos casos, las asesinó. En esos días, en La Matanza, todo el mundo aseguraba verlo revolotear. Estuvo preso 43 años, lo liberaron en 2006 y murió al año siguiente.

No se compara con Godoy, a quien la Primera Cámara del Crimen del Este -a cargo de Salvador Arnal- condenó a cinco años de prisión en un juicio abreviado. El hombre reconoció ser el autor del robo.