mini hacker

 

La Policía Metropolitana lo hizo otra vez. Montó un show que los medios transmitieron en vivo y en el que la estrella fue un joven de 20 años, acusado de subirse las notas de una materia que cursó en la UADE. En 2013, ya habían allanado su casa en búsqueda de equipos que lo involucraran en transferencias bancarias ilegales: la noticia se difundió dos meses después como si hubiera sido en tiempo real. Hoy, el “super hacker” volvió a ser la tapa de los portales de noticias. La historia de una farsa que se repite como farsa.

El combo se armó con las medidas de la policía y la cobertura mediática exagerada. Para allanar la casa de Christian Cámara en San Cristobal, la fuerza metropolitana usó dos drones y dejó sin luz a toda la cuadra. Tenían temor a que el joven borrara todos los registros de su computadora, a pesar de que no alcanzan unos pocos minutos para hacerlo. “La información digital es muy difícil de borrar de forma segura, puede llegar a tardar de 9 a 12 horas dependiendo del disco”, explicó el periodista Ariel Torres en La Nación. En el allanamiento encontraron también cuatro celulares, una tablet, un par de módems y reproductores de CD.

Esta vez, la justicia acusó a Cámara de alterar las calificaciones en el portal Mi UADE y de acceder al sistema de la empresa de telefonía Claro. La investigación había comenzado con la denuncia de un profesor que se dio cuenta de la diferencia en las notas en febrero de este año. Cámara no quedó detenido, pero según el delito que se le imputa podría tener una condena de un año de prisión. La fiscal Daniela Dupuy contó a los medios que la denuncia la presentaron las autoridades de la universidad y a partir de allí “se elaboró una estrategia de investigación” en conjunto con la Policía Metropolitana. “El material y las computadoras secuestradas nos van a permitir determinar los accesos que se realizaron al sistema”, dijo la titular de la Fiscalía de Delito Informático.

Los medios, entonces, lo convirtieron en un delincuente de alta peligrosidad: especialistas invitados a los paneles de los programas de la tarde lo confundieron con un hacker, exageraron los números y hasta mezclaron los términos informáticos. El estudiante, en cambio, “saltó de usuario en usuario” hasta llegar a los administrativos y meterse en el perfil del decano. “La aplicación a la que acceden los alumnos de la UADE para ver sus calificaciones es vulnerable”, dijo a Cosecha Roja el periodista Darío Laufer, que sigue de cerca la causa hace más de dos años. En otras palabras: no es necesario demasiado conocimiento en el tema para alterarla, cualquier persona con un poco de picardía podría hacerlo. Cámara no fue tan astuto: dejó demasiadas huellas para ser un profesional del delito informático. Su abogado Manuel Romero Victorica aseguró que su defendido considera a la acusación como un “disparate”.

La noticia se esparció de la misma manera que en 2013, a través de la Policía Metropolitana como única fuente. Tres años atrás, Cámara había sido acusado de interferir en cuentas bancarias y servidores de juego. Los investigadores creen que a través de la instalación de un virus lograba convertir a las computadoras en “zombies” y así robaba pequeñas cantidades de dinero. En su momento, el Jefe de la División de Delitos Informáticos de la Policía Federal, Walter Enrique Bernal, aseguró que desviaba US$ 50.000 por mes hacia cuentas personales. Según fuentes judiciales, el análisis de los equipos electrónicos secuestrados en el allanamiento nunca se dio a conocer. “El peritaje sigue, pero la causa está congelada”, confirmaron.