losandesCosecha Roja.-

Era la tercera vez que Diego Nicolás Anjanatti iba a bailar pero el sábado a la noche la matinée terminó mal. Había quedado con el papá para verse en la esquina de Enjoy, en Ituzaingó, y mientras esperaba con los amigos se armó una pelea. Los patovicas avanzaron, llamaron a la policía y ellos salieron corriendo hasta una plazoleta atrás del boliche. La versión oficial dice que el adolescente de 13 se tropezó delante del patrullero que manejaba Graciela Noemí Basualdo y que le pasó por encima. Pero la familia desconfía. “Ya había terminado el lío y Diego estaba volviendo para encontrarse con su papá. Eran nenes de 11 a 13 años, ¿qué pueden hacer? ¿a qué velocidad venía el patrullero? Lo embistieron por la espalda y quedó con la cabeza destrozada”, dijo a Cosecha Roja María Elisa Gómez, la abuela. El Ministerio de Seguridad desafectó a la oficial que lo atropelló.

La matinée estaba por terminar, ya eran más de las 23:30. “Cuando vieron que se armó salieron corriendo. Son nenes chiquitos, son sus primeras salidas, no saben qué hacer”, dijo Gómez. El papá de Diego llegó a la esquina a buscar a su hijo y no lo vio. Los patovicas corrían y él preguntó qué había pasado. “Estos pendejos de mierda que siempre andan haciendo lío”, le respondió uno. Miró a la izquierda y vio un patrullero y una persona tirada en el piso. Lo reconoció por las zapatillas: era Diego. La policía le dijo que “lo había encontrado así” y en vez de pedir una ambulancia, pedía refuerzos policiales. “Negaron el hecho”, dijo Gómez. A la media hora lo trasladaron al Hospital Posadas pero llegó con muerte cerebral.

Tres horas después, cuando la familia ya en el hospital, un comisario les dijo que al nene lo había atropellado el mismo móvil que el papá había visto en la puerta del boliche. Diego murió el domingo. Mañana a las 17:30 familiares y amigos marcharán desde el Puente de Barcala hasta el boliche para reclamar justicia.

El caso quedó a cargo de la fiscal Natalia Narmona Luppi, de la UFI 2 descentralizada de Ituzaingó, que ordenó una serie de peritajes que realizará personal de Gendarmería Nacional. También pidió el secuestro del móvil policial que participó en el hecho y caratuló la causa como “homicidio culposo”, es decir, sin intención.

La oficial Basualdo tenía dos años de antigüedad en la fuerza. La Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial ordenó la desafectación hasta que la justicia determine su responsabilidad en la muerte del adolescente.