Por César Tudela en El desconcierto
Las paredes siempre han sido el gran soporte de las manifestaciones artísticas populares, retratando un hecho estético total y que atiende a lo contestatario. Un tipo de manifestación que se mantiene al margen del sistema y que trae mensajes subversivos, proponiendo un diálogo con la calle y la ciudad, en el espacio público, donde la ciudadanía se manifiesta con más fuerza sobre la crisis de la sociedad.
En marco de este fenómeno urbano, comunicacional y artístico, de esta jerga que se escribe con rayas y se manifiesta la libertad de expresión en forma pura, mezclando clandestinidad y rebelión con movimientos hábiles y lenguajes sugestivos. es que la ciudadanía chilena ha encontrado en ella un poderoso vehículo de comunicación. Una comunicación urbana, que desplaza a la comunicación de masas, para transformarse en un mensaje polifónico y subjetivo, pero con una fuerte carga social, y una excelente aplicación popular de la máxima del teórico de la comunicación Marshall McLuhan: “el medio es el mensaje”.
A continuación, les dejamos una recopilación de rayados en las paredes de las distintas ciudades del país, que han entretejido un gran lienzo pintado por un montón de enmascarados con una misma intención y mensaje, pero representada de distintas formas y que manifiestan el sentir de un pueblo que despertó de su letargo para transformase en un movimiento anónimo, popular y masivo, que ha encontrado en la pintura callejera su mejor soporte. Porque qué mejor que ocupar la propia infraestructura urbana como medio de comunicación social y colectivo.
Fotos de Meritxell Freixas, Nicolás Romero, César Tudela y otras recopiladas de redes sociales.
