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Cosecha Roja.-

“Negativo detonaciones y el panorama normal”. Eso dijo la policía al radio comando a las 9 de la mañana del día en que asesinaron a Kevin Molina en Villa Zavaleta, hace un año. Los vecinos llamaron al 911 ocho veces. Pedían ayuda y denunciaban que había decenas de tiros en un pasillo. A un año, están por elevar a juicio la causa por el homicidio pero hay otra en plena investigación: la Prefectura estaba a 50 metros y dice no haber escuchado nada “por la lluvia”. El abogado de la familia dice que esa causa no avanza. “Ni llamaron a declarar a los oficiales implicados”, dijo a Cosecha Roja.

Uno de los diálogos de los vecinos con el 911 era así:

Operador:- Pero, ¿qué es lo que pasó señor, entonces? Me dijo que escuchó disparos de armas de fuego.

Denunciante:- Sí, pero (…) están armados… O sea, están.

– ¿Ahora están disparando señor?

– Siguen disparando.

– ¿Cuántos disparos escuchó?

– Un montón, un montón.

– Pero cuántos señor…

– Como 20 a cada 5 minutos. Están disparando. Hay otra esquina en la que están armados disparándose.

– ¿20 disparos escuchó?

– Sí.. Escuché.

Kevin tenía 9 años y se había metido abajo de la mesa para protegerse de la balacera. Uno de los cien disparos atravesó la ventana y le dio en la cabeza. Enfrente -en un pasillo a 25 metros de la Plaza Kevin- dos bandas armadas se disputaban una casilla. “Era un lugar donde se vendía droga. Un grupoo se había apoderado y la original intentaba recuperarla”, dijo a Cosecha Roja Luciano Ortiz Almonacid, abogado de la familia.

En la causa hay dos detenidos y dos prófugos. Se los acusa por homicidio con dolo eventual. El secretario del Juzgado de Instrucción 41 Darío Osvaldo Bonanno confirmó a Cosecha Roja que ya se pidió la elevación a juicio.

Los familiares de Kevin marcharon ayer junto a la Garganta Poderosa y otras organizaciones al Ministerio de Seguridad de la Nación, a un año del asesinato. La revista difundió la transcripción de las llamadas que hicieron los vecinos al 911.

Esa mañana de septiembre, la policía llegó al pasillo cuando ya habían trasladado a Kevin al hospital en un auto particular. Allanaron la vivienda deshabitada y la de la familia Molina. “Si hubiese tenido 18 años hubieran dicho que era un integrante de la banda y que murió en una disputa”, dijo Ortíz.

En la causa figura que se secuestraron 108 vainas, dos escopetas y dos revólveres. El calibre que mató a Kevin era 9 milímetros y no se corresponde con ninguna de las armas secuestradas. El fiscal de Nueva Pompeya y Parque Patricios, Adrián Giménez, dijo a Cosecha Roja: “Hay un problema jurídico penal que es la interpretación de la huella balística. El enfrentamiento fue entre distintas personas, con diferentes armas, no se quedaron quietos e hirieron a un tercero”. Para el abogado querellante, “se demostró que el disparo que mató a Kevin salió desde esa casilla”.

Giménez explicó: “No tenemos competencia en drogas, nos vemos forzados a investigar desde las consecuencias violentas y no de otra forma”. Uno de los imputados tenía domicilio “inexistente” y otro “incierto”.

De la primera causa se desprendió otra en el Juzgado correccional nº 14, encargada de investigar la actuación de Prefectura -a quien le corresponde ese pasillo- y Gendarmería. “Los oficiales de la Prefectura dejaron se tirotearan en el medio del barrio, que se maten entre ellos. Liberar zonas es una práctica sistemática, permanente y constante de las fuerzas de seguridad”, dijo Ortiz. En la declración por la causa de homicidio, los oficiales dijeron que no habían escuchado nada “por el ruido de la lluvia”. Para el abogado “es imposible que no hayan oído: son armas de guerra”.

A las 8.58 consta que uno de los agentes se comunicó con el Comando radioeléctrico 6 y dijo que el panorama era “normal en la vía pública”. Cuatro minutos después le volvieron a preguntar:

Cdo Rad 6: -Señor, le notifico que ingresa una nueva constancia de la Villa 21. En la villa 21, señor. En la Plaza Kevin, Manzana 55, casa 88 señor. Hay varios masculinos generando detonaciones. Aproximadamente 8, señor.

– Señora, me encuentro en el lugar con el 1132 de apoyo y negativo detonaciones.

– Se tomó contacto con el denunciante, señor. Y escucha en estos momentos los disparos.

– Departamento, yo me encuentro justamente acá, en el lugar. Me encuentro justo en el lugar y negativo detonaciones. Y nadie se acerca al móvil para denunciar.

– Bueno, señor. ¿El panorama es normal?

– Me encuentro con el móvil de apoyo, el 1132. Estamos acá y negativo detonaciones y el panorama normal.

Media hora después los vecinos llamaron otra vez a la policía: “Apenas que se fueron volvieron los tiros”, denunciaron. Los oficiales no volvieron. A las 9.38 fue la última comunicación:

– 911 de la Policía Federal Argentina, ¿dónde es su emergencia?.-

– En la villa Zavaleta. Por favor, que le mataron criatura. Que le dieron en la cabeza. ¿Y dónde están los gendarmes? Por favor.

Lo demás es historia conocida.

Foto: La Garganta Poderosa