*Carta escrita por Daniel Gatica
Hoy viví uno de los días más tristes de mi vida como profesional, hoy sentí el peso de esta maldita pandemia. Hoy 13 septiembre dije basta. Basta: fueron 12 días de puro estrés de solo dar malas noticias, de tener que estar en todos lados, de no dormir, de comer lo que venga, de no tomar Agua por horas y horas, de no poder ir al baño porque, hasta nuestro espacio físico de residencia nos sacaron, espacio que los residentes armamos, pintamos y acondicionamos para tener un baño digno y para dormir en una cama tendida. Cuántas veces me dormí parado con el EPP puesto después de ver 32 o 40 o 64 pacientes de la guardia.
Estoy cansado de tener 3 óbitos en una tarde o 5 en una noche y saber que nunca hay cama en terapia, que estamos solos, que no hay que molestar y arreglarse con lo que hay. Días y días de guardia en emergencia donde hace más de un mes el oxígeno es un lujo, me cansé de atar con alambre, de hacer lo imposible, de seguir protocolos que sabemos que no sirven, de tener que elegir a quien dar una cama y a quien darle un tubo de oxígeno semi vacío y una camilla o una silla.
Me cansé de salir a las 15 y volver a las 18 y salir dos días después, sin tener donde bañarse ni cambiarse, total SOMOS RESIDENTES, ¿todo para qué? Para recibir esto… una agresión física y al alma de una sociedad hipócrita e injusta que cuando se tenía que cuidar, todo era joda y joda, y hoy lloran a sus muertos y reclaman atención…
Siempre dije, hay que cuidarse porque cuando llegue la pandemia a Orán hará desastre. Nuestra población tiene secuelas pulmonares, secuelas de tbc, hiv, de desnutrición, de obesidad, de adicciones y de diabetes no controlada. Tenemos hacinamiento a dos cuadras del centro, y hablo de conocer el barrio, la calle y los centros de salud por donde fui y voy desde que entré a la residencia.
Hoy digo basta. Hoy siento que fracasé, hoy dejo el lugar que ame, el lugar que me enseñó, que me guió, que hizo lo bueno y lo malo que soy. No puedo más.
Gracias a todos los que se preocuparon por mi, gracias por todo… Pero hasta aquí llegó mi salud mental, mi esfuerzo físico y espiritual no da para más.
Esta pandemia sacó lo peor de todos, gente que solo le calienta la guita y gente que no da más y no cobra nada. ¿Acaso alguien sabe lo que pasa en esa guardia, saben que somos 8 médicos desde hace 3 semanas?, ¿alguien sabe que el plantel desde hace 3 años es el mismo, que somos 21 de los cuales 4 somos residentes y que hoy quedamos 7 trabajando porque el resto enfermó?, ¿alguien sabe que pasamos 3 gerencias, 2 ministros y 6 jefes diferentes y que nada cambió? El que quiera la verdad que venga y pregunte, aquí hay de todo… pero ese no es el punto, ORGULLOSAMENTE SOY MÉDICO RESIDENTE DE MEDICINA FAMILIAR Y GENERAL y hoy me sentí abandonado por el sistema y sobre todo por el Hospital (que nos afecta a dónde quiere, cuando quiere y hace lo que quiere con nosotros).
Lo siento mucho por la Guardia y por la gente que necesita atención, pero así, no se puede, esto ya es costumbre, hace más de 3 años que trabajo en emergencias 24 horas todos los sábados… y cada día es peor. ¿A dónde quedó la inversión en salud, los aplausos y los héroes? Porque mis colegas amigos y compañeros de guardia no cobran desde junio, porque siempre para el monotributista y para el residente NO HAY PLATA… ¿POR QUÉ SIGUE TODO IGUAL?
Gracias de nuevo por preocuparse por mi, no hay más palabras para describir lo que siento FUERZA COLEGAS, FUERZA RESIDENTES, FUERZA ORÁN, QUE DE ESTA SALDREMOS TODOS JUNTOS, ALGÚN DÍA LA TORTA SE CORTARÁ PARA TODOS Y SEREMOS UN MEJOR EQUIPO Y UN MEJOR HOSPITAL, HASTA TANTO QUE DIOS NOS AMPARE.