Por W.K.(*)

Señor Estado: sé que me está escuchando… Me presento. W.K (un escritor efímero del Fuerte). Quisiera que antes de bajar la edad de punitividad a nuestros chicos tenga en cuenta algo sin importancia para usted o ustedes (si hablamos de mafia organizada). Como primer punto, soy amigo de los primeros menores condenados a prisión perpetua por vuestra justicia. Yo perdí más tarde que ellos, a los 20, pero anteriormente ya estaba a los diez y a los 15 (por sacar la propiedad de otros ciudadanos). La primera vez fué en el Instituto San Martín, luego en el Roca… En el primero, te adoctrinaban sus muchachos, pegándote con maderas en los dedos, te levantaban temprano para ir al patio a cagarte de frío (gracias por el trato). En el segundo, sus resocializadores, te hacían pelear con otros chicos de otros pabellones, aparte de bañarte con agua fría y valdear el llompa con lavandina y detergente, creando un tóxico que hasta el día de hoy me recuerda a su “hotel de pobres”. Podría extenderme con más detalles, el trato de los familiares, la angustia del encierro, bla,bla,bla. Dejé de estudiar porque la policía allanó nuestra secundaria, llevándose a mi compa. Desde ese momento se interrumpió mi estudio (y mirá que quería seguir estudiando), pero por portarme y usted me seguía, claro que siempre fui un rebelde sin causa… Muchos de mis amigos “menores” (para la prensa) la quedaron en el camino, yo casi, pero la vida es irónica. De nuestros muertos solo le diré que fueron y serán mis mejores amigos, ellos se fueron y se burlaron de su justicia. Algunos de nosotros corrió otro destino (condenados a muerte en una prisión Estatal), donde el trato de sus muchachos es muy riguroso, para no decir que les encanta las torturas… Cuando sos niño e ignoras la vida y la gran máquina que es usted, solo jugás al Poli-Ladron y que ironía, nadie quería ser policía… No comprendo mucho por qué no le dan prisión perpetua a los explotadores, a los que estafan en nombre del Estado, a las grandes corporaciones que saquean nuestro país, a los que omiten sus deberes de ciudadanos, etc… Todos ellos están tipificados en el código, pero usted protege a su familia, a su clase social, etc… De los primeros menores, una Corte Internacional falló a favor de ellos y amonestó a vuestro Estado, pero no sale en las noticias, puesto que están ocupados cazando brujas… Usted y los suyos, se ensañan con la mano dura, pero nosotr@s ya veníamos recibiendo chirlos desde bebés y sabe usted más rebeldes salimos…Quizás la mano dura no nos lleve a buen puerto, (no sé qué pensarán sus intelectuales). El punto es, porqué no probamos con otra cosa, con educación, con trabajo, con respeto entre clases, con dejar de perseguirnos y matarnos, porque sabe usted que nos vamos a cansar y quizás algunas revoluciones empezaron desde abajo y volcaron toda la violencia que ustedes mismos provocaron y provocan… En definitiva, preocupate un poco más por nuestra situación y tal vez, nuestra cultura cambie por el bien de todos, no sean ciegos….Nosotr@s también estamos viv@s…

 

(*) El autor forma parte del colectivo de escritura “Pensadores Villeros Contemporáneos” que se formó en el Centro Universitario de Devoto. Ese colectivo pertenece al área de educación en contexto de encierro del Programa de Extensión en Cárceles de la Facultad de Filosofía y Letras dependiente de la Universidad de Buenos Aires.