NI Una Menos con degradado

A las 8.15 de la mañana del jueves 18 de octubre, Viviana Giménez volvía a su casa después de dejar a su hijo Lautaro en la escuela. Su vecino Osvaldo Valenzuela, policía retirado de 76 años, cruzó la calle, levantó una escopeta calibre 16 y le disparó en el rostro. Ella murió en el acto.

Todo pasó en la puerta de la casa de Viviana, sobre la calle Año del Libertador al 200 en el barrio Parque Barón de la localidad de Lomas de Zamora.

Al día siguiente, Valenzuela fue a entregarse a la comisaría de Parque Barón. De ahí lo trasladaron a la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N° 16 de los Tribunales de Lomas de Zamora, especializada en delitos relacionados a violencia de género y violencia familiar, para declarar.

Viviana tenía 43 años, estudiaba el profesorado de educación primaria en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°103 de Villa Urbana en Fiorito y también participaba del área de géneros del centro de estudiantes.

Hace más de dos años que ella sufría acoso por parte de Valenzuela: él la llamaba, le enviaba mensajes, la perseguía y la atormentaba de manera constante. Sólo los familiares de Viviana sabían de esta situación.

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Después del femicidio, decenas de vecinas se reconocieron como víctimas de agresiones y acoso sexual por parte de Valenzuela. Además, salieron a la luz viejas denuncias contra él que nunca prosperaron.

“El ex policía tenía un sillón junto a la ventana y detrás de una cortina blanca espiaba la casa de su vecina a todas horas. También tenía instaladas cámaras de seguridad que enfocaban  la casa de enfrente, que el día del femicidio fueron retiradas. Es realmente imprescindible sacar a la luz estos episodios para prevenir femicidios. Toda mujer que se encuentra viviendo situaciones de violencia debe comunicarse a las líneas 144 y 137”, dijo a Cosecha Roja Claudia Perugino, abogada de la familia de Viviana.

Durante el allanamiento de la casa de Valenzuela, la policía encontró armas de fuego y un cuaderno de anotaciones con un registro de todos los movimientos de la víctima, incluso los horarios de ingreso y salida de su casa.

La Fiscalía a cargo de Marina Rocovich y Marcela Juan ordenó investigar un presunto delito de escuchas ilegales. Según testimonios de la familia, el ex policía tenía intervenido el teléfono de su vecina y escuchaba las conversaciones para anticiparse a las actividades cotidianas de su víctima y perseguirla a donde vaya.

A Viviana el miedo le impidió hacer la denuncia, no sólo por la condición de Valenzuela de ex miembro de la Policía, sino también porque la hija de éste -también integrante de las fuerzas armadas- forma parte del equipo de custodia de la ministra de seguridad, Patricia Bullrich.

Valenzuela está detenido a la espera del juicio y está imputado por “homicidio agravado por el vínculo y por darse en contexto de violencia de género en concurso real con tenencia ilegal de arma”. Su defensa pidió ante la Fiscalía prisión domiciliaria alegando problemas de salud producto de su avanzada edad. Familiares y vecinas de la víctima exigen prisión inmediata y efectiva y temen que el femicida regrese al barrio.

El jueves 29 de noviembre habrá una concentración a las 12 en Tribunales de Lomas de Zamora para exigir justicia por el femicidio de Viviana y cárcel inmediata para Valenzuela.