Nadia Lizet Rojas tiene 14 años. El viernes 9 de junio su mamá Elena la acompañó unas cuadras de camino a la escuela N° 1 “René Favaloro”, en Lugano, y nunca volvió. Apareció poco más de un mes después, el 12 de julio, cuando la rescataron en Parque Patricios, con una bolsa de residuos en la mano. Desde entonces un equipo de Minoridad se hizo cargo de la adolescente. El 3 de agosto tenía que declarar en cámara Gesell y volvió a desaparecer. Hoy la volvieron a encontrar.

Los integrantes de la Red de familiares, docentes y organizaciones de Lugano escribieron un comunicado para anunciar la aparición:

“Después de 21 días de que el Estado la desaparezca por segunda vez, nuevamente encontramos a Nadia gracias a la lucha popular.

Sabemos que ella está bien, esperando para encontrarse con su mamá.

Más tarde vamos a ampliar la información”.

La red fue la encargada de movilizar el caso. Hicieron numerosas marchas para pedir por la aparición de Nadia: siempre denunciaron inacción policial y judicial ante la posibilidad de que la adolescente hubiera sido captada por una red de trata.

La primera desaparición

En junio, cuando desapareció por primera vez, su compañeros de segundo 2da la esperaban para ensayar una obra de teatro para el acto del 9 de Julio. Nadia tenía el papel principal: Juana Azurduy. Pero nunca llegó. Los compañeros preocupados llamaron a la casa y así se enteraron que Elena, la mamá, no sabía nada de su hija desde el viernes 9. Algunas compañeras del colegio dijeron que la habían visto caminando por Liniers, pero ninguna pudo precisar la información.

El caso lo movilizaron docentes, familiares y amigos de la familia. Hicieron numerosas marchas para pedir por la aparición de Nadia: siempre denunciaron inacción policial y judicial ante la posibilidad de que la adolescente hubiera sido captada por una red de trata.

Durante la búsqueda, una de sus profesoras de la escuela René Favaloro había contado a Cosecha Roja que Nadia es una chica muy despierta y muy vital. “Es muy buena estudiante. En las clases leía un montón y era re tranqui”, dijo.

Aquella primera vez, la mamá hizo la denuncia en la Comisaría 52. Después fue a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas para ampliar su relato anterior. Entonces la causa pasó a la justicia federal, que siguió la pista de una red de trata. La encontraron el 12 de julio, luego de 32 días.

Aquella primera vez la encontraron Parque Patricios. Estaba a unas cuadras de la línea H del subte y tenía con una bolsa de residuos en la mano. No volvió a su casa en Villa 20. Un equipo de Minoridad la llevó a un hogar de puertas abiertas que depende de la Dirección de la Mujer, un área del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires. De allí, de ese hogar, Nadia volvió a desaparecer. Ayer, la misma red de familias y docentes que la rescató la primera vez, volvió a encontrarla.

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Hoy la Red de familias, docentes y organizaciones de Lugano publicó un nuevo comunicado:

“APARECIÓ NADIA ROJAS

Ayer, martes 24 de agosto, apareció Nadia Rojas después de 3 semanas de buscarla, y luego de que desaparezca por segunda vez, mientras estaba bajo la tutela del Estado.
Salimos a la calle, golpeamos puertas y le exigimos al Estado que la busque, y gracias a la lucha popular junto a docentes, familias y organizaciones, encontramos a Nadia de nuevo.

Los medios masivos de comunicación violentan a las pibas, poniendo como eje sus relaciones, diciéndonos que se escapan con un noviecito, que les gusta la joda, los boliches, que son rebeldes, instalando en el sentido común un discurso que las culpabiliza y revictimiza.

Nosotros somos vecinos y vecinas, docentes, familias y militantes que construimos en el barrio todos los días, y nuestra prioridad está puesta en el vínculo con las adolescentes, con sus familias, en conocerlas, saber quiénes son, qué quieren.

No nos da lo mismo cuando una piba desaparece, sabemos que trabajamos con adolescencias precarizadas, familias que viven múltiples violencias estructurales bajo la responsabilidad del Estado, que protege a las redes que se adueñan de los cuerpos de las pibas, la expresión de su juventud, sus deseos, y las exponen al peligro. Apostamos día a día a la construcción de espacios que promuevan su diversión y expresión de manera digna y libre.

El Estado es responsable de garantizar los derechos de Nadia y de todas las pibas. Desde que apareció por primera vez el 12 de julio, estuvo bajo el resguardo del Estado en distintas instituciones que no garantizaron su protección ni contención. Estas instituciones no abordan de manera integral la complejidad y problemática de cada piba, poseen pésimas condiciones edilicias, falta de presupuesto, falta de personal y precarización del mismo. Es por eso que hacemos responsable al Estado, a la Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat Guadalupe Tagliaferri, de vulnerabilizar a las pibas y no promover sus derechos.

Desde esta Red, seguimos esperando explicaciones oficiales sobre la desaparición de esta adolescente bajo la custodia del Estado, en una de estas instituciones.

El próximo 9 de septiembre van a ser 3 meses de su primera desaparición. Desde entonces venimos exigiendo que la Justicia Federal, en manos del juez Canicoba Corral, investigue la causa que hoy lleva la carátula de Trata. Después de que el juez intentara desestimarla, la Cámara de Apelaciones ordenó continuar con la investigación de la red de captores de niñas que operaba en la zona, gracias a las pruebas que se presentaron vía Protex, la Fiscalía 57, la querella de la mamá de Nadia y las organizaciones que acompañamos. Estas pruebas y la falta de investigación, demuestran la complicidad del Estado en el accionar de estas redes, muchas veces vinculadas a la venta de drogas y explotación sexual.

Hoy en día no se ha avanzado en la investigación, y es el juez Canicoba Corral el responsable de su obstaculización.

Agradecemos la difusión y el acompañamiento de cada vecino y vecina, docente y organización que forman y formaron parte de esta lucha. Una vez más demostramos que cuando nos organizamos las pibas aparecen, y para esto es fundamental seguir construyendo espacios de encuentro que le den voz a nuestras jóvenes.

Por Nadia y por todas, exigimos:

>Programas de protección y contención integral

>Viviendas dignas para todas las pibas y sus familias

>Hogares y refugios acordes a las necesidades de cada adolescente

>Atención psicológica y legal

>Respuestas rápidas ante las desapariciones

>Investigación de ésta y todas las causas por redes de trata

>Desmantelamiento de las redes de trata

>Aparición con vida ya de todas las pibas

>Vivas, libres y deseantes nos queremos

Red de familias, docentes y organizaciones de Lugano”

 

(Nota publicada el 24 de agosto y actualizada el 25 de agosto de 2017)