Victoria Aguirre tiene una mezcla de sentimientos: la amargura de no saber bien qué es lo que sucede y la tristeza de estar tan lejos. A todo eso se unen los nervios que siente por las repercusiones que genera su caso. Así la describió Claudia Aguirre, su hermana mayor.

La mujer llegó a Buenos Aires desde Misiones para hablar de la situación de Victoria en una audiencia pública en el Salón 3 del Congreso Nacional, junto al colectivo Ni una menos, al Centro de Estudios Legales y Sociales y a todas las organizaciones de género, de derechos humanos, políticas, sindicales y sociales que acompañan el reclamo.

“Para nosotras es tan importante recibir el apoyo de las personas… Sabemos que cuantas más se sumen, más se ayudará a que el caso de Victoria se pueda visibilizar y tener la posibilidad de que lo conozca todo el mundo”, dijo a Cosecha Roja. “Las chicas de la Mesa la fueron a visitar al penal y no tengo palabras. Es increíble el acompañamiento que está teniendo. Está muy agradecida”.

El viernes Victoria estuvo de traslado. De la Comisaría de Oberá la llevaron a la unidad de Villa Lanús, a 15 kilómetros de Posadas, el único penal de mujeres de la provincia de Misiones. “Mi papá viajó a verla y nos contó que se sentía más cómoda allá que en la comisaría”.

Victoria esperará en esa cárcel la recusación del tribunal y de la fiscal presentada por su abogado Roberto Bondar en el que denunció falta de perspectiva de género y parcialidad en el proceder de los jueces y de la fiscalía. “Comenzó el receso invernal. A partir del 24 de julio tendremos novedades de cómo sigue todo”, dijo Claudia. Su hermana lleva más de dos años y medio presa. Se le negó la excarcelación en reiteradas ocasiones y excedió el tiempo de prisión preventiva.