Viedma. 11-08-17. Afiches en el centro de la ciudad, para buscar a Silvia Vazquez Colque. Foto: Pablo Leguizamon

Viedma. 11-08-17. Afiches en el centro de la ciudad, para buscar a Silvia Vazquez Colque.
Foto: Pablo Leguizamon

Texto: Carolina González / Fotos: Pablo Leguizamón.

Los ojos de Silvia Vázquez Colque miran la ciudad de Viedma desde un cartel de tamaño A4 pegado en un poste de luz. Hace siete años, Silvia emigró desde su Potosí natal con su marido y tres hijos. En Viedma nació el cuarto. Llegaron buscando trabajo porque una hermana de él ya vivía en la capital de Río Negro. Se instalaron en la periferia, en uno de los barrios carenciados que nació como una toma y hoy apenas cuenta con servicios básicos. Desde hace dos meses nadie sabe dónde está Silvia. Apenas lo remarcan esos carteles en la vía pública. A pesar de que la causa judicial está caratulada como Desaparición de Persona, la investigación sobre el paradero de la mujer se une a una causa anterior por violencia de género.

Viedma. 28-07-17. Rastrillaje policial a la vera de la ruta nacional N°3 y su intersección con la provincial N°1, en donde se encuentra un hotel abandonado, para dar con el paradero de Silvia Vazquez Colque. Foto: Pablo Leguizamon

Viedma. 28-07-17. Rastrillaje policial a la vera de la ruta nacional N°3 y su intersección con la provincial N°1, en donde se encuentra un hotel abandonado, para dar con el paradero de Silvia Vazquez Colque.
Foto: Pablo Leguizamon

Silvia era víctima de violencia machista por parte de su pareja, Marco (se reserva el apellido para preservar la identidad de los hijos, menores de edad). En la madrugada del 1ro de enero de este año, luego de los festejos, él la atacó y le causó dos heridas con un arma blanca : una en la espalda y otra en el brazo. Los vecinos de la cuadra, trasnochados por la celebración, escucharon los gritos, la rescataron y la llevaron al hospital. Al día siguiente recibió el alta médica y volvió a la misma casa que compartían y donde fue agredida. Él quedó detenido.

En ese momento, la fiscal Itziar Soly y el juez Carlos Mussi entendieron, luego de las indagatorias,  que la intención de Marco era asesinarla y por eso pidieron la prisión preventiva y caratularon la causa como intento de homicidio agravado por la relación conyugal. Luego de que la defensora oficial apelara, la Cámara Criminal modificó la carátula a lesiones leves agravadas por la relación de pareja. El hombre recobró la libertad a mediados de febrero.

Viedma. 11-08-17. Afiches en las paradas de colectivos, para buscar a Silvia Vazquez Colque. Foto: Pablo Leguizamon

Viedma. 11-08-17. Afiches en las paradas de colectivos, para buscar a Silvia Vazquez Colque.
Foto: Pablo Leguizamon

Además, la justicia ordenó al Ministerio de Desarrollo Social rionegrino que, en conjunto con el Consejo Provincial de la Mujer, diseñara un plan de abordaje de la situación que vivían Silvia y sus niños (de entre 13 y 2 años) y brindara informes semanales. Según contó una amiga de la víctima, y luego confirmaron fuentes judiciales, ninguno de ellos recibió atención psicológica ni social.

Silvia se quedó sola con un papel oficial que le decía que su marido, con quien formó pareja a los 15 años, tenía una restricción perimetral al hogar. Ningún policía custodió el lugar, ni siquiera en el tiempo de recuperación de la víctima.

¿Dónde está Silvia?

Los pasos de Silvia se perdieron entre la madrugada del 4 y la mañana del 5 de junio. Es difícil determinarlo con precisión porque nadie dio aviso a las autoridades hasta más de un mes después. El 11 de julio, una amiga -a quien esta crónica nombrará como B.- llegó desde Bahía Blanca advertida por la familia de Silvia que vive en Bolivia. B. se instaló en la comisaría 4ta del barrio Lavalle – cerca de la casa de Silvia- hasta que logró radicar la denuncia. “No me querían tomar la denuncia porque no era un familiar directo, así que no me moví hasta que a las once de la noche la pude hacer”, contó a Cosecha Roja. Aún espera que la fiscalía la llame a declarar.

A más dos meses de su desaparición y uno de búsqueda, la causa – dirigida por la Fiscal Paula Rodríguez Frandsen – tiene en su haber tres allanamientos: uno en la casa de la víctima y su pareja, dos más en las propiedades de la cuñada (una casa y una chacra). Ninguno arrojó resultados positivos. Además, realizaron rastrillajes a la vera de la ruta nacional 3 y del río Negro con perros entrenados y se secuestraron dos vehículos. Ahora esperan las pericias con luminol para detectar rastros de sangre.

Viedma. 11-08-17. Afiches en el centro de la ciudad, para buscar a Silvia Vazquez Colque. Foto: Pablo Leguizamon

Viedma. 11-08-17. Afiches en el centro de la ciudad, para buscar a Silvia Vazquez Colque.
Foto: Pablo Leguizamon

La última noche  

La hermana de Silvia, Verónica Vázquez Colque, contó desde Potosí (Bolivia) que hablaron por última vez aquella tarde del 4 de junio alrededor de las 19.30. Silvia estaba contenta porque su madre la estaba visitando en Viedma. Intercambiaron mensajes de voz por Whatsapp, en el último escuchó de fondo hablar a Marco. Verónica no sabía que ellos, aún después del ataque, estaban conviviendo bajo el mismo techo. Ahora, el teléfono de Silvia está en silencio, nadie atiende ni responde los mensajes. La fiscalía pudo determinar a través de peritajes informáticos que no fue usado desde el 4 de junio, ni siquiera con otro chip.

Desde esa tarde, todo lo que Verónica sabe de su hermana es por el relato de la mamá de ambas: aquel domingo Marcos, Silvia y su madre fueron a ver un partido de fútbol. Regresaron al hogar familiar por la tarde y luego Silvia, su esposo y su cuñada Marta habrían salido nuevamente mientras que ella se acostó a dormir. Al despertar a la mañana siguiente vio la cama de Silvia intacta. Cuando preguntó a Marco dónde estaba su hija, él le dijo: “ella es así, se pierde varios días y después va a llegar”.

– Tu hija debe estar allá con su macho, andá a buscarla – le dijo Marco.

El hombre le pidió que juntara sus cosas y la dejó en la terminal de micros para que se fuera a Buenos Aires. “Mi cuñado sabe perfectamente que mi mamá no conoce nada allá y es muy cruel que la haya mandado a Buenos Aires cuando ella no sabe dónde está parada”, dijo.

Verónica y B. coinciden: Silvia no sería capaz de marcharse de la ciudad sin sus hijos.

Viedma. 11-08-17. Afiches en el centro de la ciudad, para buscar a Silvia Vazquez Colque. Foto: Pablo Leguizamon

Viedma. 11-08-17. Afiches en el centro de la ciudad, para buscar a Silvia Vazquez Colque.
Foto: Pablo Leguizamon

Según contó B, Marco sometía a Silvia a golpes y maltratos constantes: “a veces la escupía o le tiraba en la cara la bebida que estaba tomando”. Ella había querido terminar la relación varias veces. “Hace como seis años que se vienen separando pero luego quedó embarazada del más chiquito. Dormían en habitaciones separadas, ella en una casillita al fondo de la casa y él adelante con los chicos”, contó B.

Después de que la apuñaló y estuvo detenido, Marco volvió al hogar familiar. “¿Si me echas a donde voy a ir? Voy a extrañar a los chicos”, le decía. Y se largaba a llorar y el círculo volvía a comenzar.

La fiscal Rodríguez Frandsen explicó a Cosecha Roja que en base a las indagatorias realizadas, las últimas personas que vieron a Silvia fueron su pareja y sus hijos. El 4 de junio por la noche Silvia habría regresado a su hogar con Marco. “Al otro día, en teoría ella se fue al hospital y al supermercado, salió sola y ya no se tuvo más noticias de ella”, dijo la funcionaria judicial y destacó como “llamativo” que la familia política, residente en Viedma no denunciara la ausencia.

Las instituciones y sus laberintos   

La madre de Silvia, una testigo clave en la investigación, aún no declaró. Fue citada por la justicia, pero ella que es una mujer mayor “y no sabe dónde está parada”, no volvió a la capital rionegrina. Tampoco estuvieron los hermanos de Silvia. Ningún abogado particular sigue el caso y solamente investiga la Fiscalía. Ningún organismo asistencial se ocupa de los chicos que aún siguen bajo la custodia de Marco, el mismo hombre que violentaba a su madre, en la misma casa donde la apuñaló.

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Viedma. 11-08-17. Barrio 30 de marzo. Foto: Pablo Leguizamon

Viedma. 11-08-17. Barrio 30 de marzo.
Foto: Pablo Leguizamon

La comunidad Boliviana en la ciudad de Viedma está formada por 2500 migrantes. Silvia, al igual que muchos de sus compatriotas, trabajaba revendiendo frutas y verduras en una feria improvisada, conocida como La Saladita, en el Lavalle, otro de los barrios periféricos. Además tenía una despensa en el frente de su casa.

El Vicecónsul boliviano en Viedma, Guido González Paz, intervino el caso. Según contó a Cosecha Roja, pidieron información a la justicia y están “en contacto con los familiares” pero se desligó de cualquier responsabilidad en relación a la protección de los niños. “Al estar viviendo en territorio argentino, son las autoridades argentinas las que tienen que tomar acción, no es el Consulado, porque hay un principio básico de no injerencia en asuntos internos de los estados”, dijo.

En una ciudad que ronda los 70 mil habitantes, sólo algunos vecinos y el grupo Mujeres Organizadas de la Comarca Viedma-Patagones salieron a la calle a distribuir volantes, pegar carteles  y preguntar ¿Dónde está Silvia? Aún no hay respuestas.