Nelly Minyersky es la decana de la lucha por el aborto legal. Hoy cumple 89 años y te damos diez razones para amarla:

1.

Nelly es una de las pioneras de la lucha por el aborto, legal, seguro y gratuito en Argentina. Formó parte de la comisión redactora del proyecto de ley que consiguió media sanción en Diputados y que 38 senadores frenaron la madrugada del 9 de agosto.

Fue la primera mujer que presidió la Asociación de Abogados de Buenos Aires y también el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal. Hoy, a los 90 años, preside el Parlamento de las Mujeres de la Legislatura porteña.

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2.

Nelly se aburre de escuchar los argumentos de quienes se oponen al aborto legal. “Hace 30 años que vienen diciendo lo mismo”, suele repetir.

Desde 1961 participa en debates sobre derecho de familia: primero fue la lucha por el divorcio vincular. Después vinieron el ejercicio conjunto de la potestad, el matrimonio igualitario y la interrupción voluntaria del embarazo. Ante cada uno de esos derechos, los sectores conservadores anunciaron cataclismos que nunca se cumplieron. Nelly se aburre de escucharlos, pero sigue haciéndoles frente con argumentos.

3.

“Hago una llamado a los legisladores para que pasen a la historia. Se están violando derechos fundamentales de la mitad de la población”, reclamó de pie frente al atril en el primer día de exposiciones en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados. “Los derechos que amplían posibilidades para las personas, son salud para la población. Les ruego que hagan realidad esta ley”, dijo frente a los diputados y diputados y ante las cámaras que transmitían en vivo el debate.

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4.

Nelly también defendió el proyecto en el plenario de comisiones del Senado. Ahí tuvo que soportar la violenta ignorancia de los antiderechos. El senador formoseño José Mayans dijo que el artículo 14 del nuevo Código Civil y Comercial es “taxativo” y que “la existencia de la persona humana comienza con la concepción”.

—La persona es una definición jurídica en un código. El artículo 21 dice que si no nace con vida se considera que la persona nunca existió —le explicó ella, que fue una de las redactoras del Código.

También aclaró que el feto “no tiene los mismos derechos que tiene la persona corpórea”. Por ejemplo, “no tiene domicilio”, explicó.

—El domicilio es el vientre de la madre y su identificación es el ADN —respondió el senador sin sonrojarse.

Ella no le contestó. Siguió su exposición con argumentos jurídicos. “Si encuentran un tratado que mencione los derechos del feto, les doy un premio”, cerró.

5.

“Esto ya es irreversible. Esta toma de conciencia, esta sororidad, ya no se borra”.

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6.

Eran cerca de las 10 de la noche cuando apagaron las luces del bar del Hotel Castelar, donde Nelly había reservado una habitación para seguir de cerca el debate en el Senado.

Nelly se levantó y encaró para la puerta para seguir el debate en un bar.

—No, Pila,  quedate adentro—intentó frenarla uno de los chicos de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Afuera llovía y hacía frío. Nelly estaba despierta desde las seis: había participado en charlas, recorrió las calles alrededor del Congreso y tomó más de un té con amigas para contener la ansiedad.

Ni el frío ni la lluvia ni el sueño pudieron con ella. Cumplió la promesa: siguió de pie hasta que los senadores votaron.

7.

“Cada pañuelo verde es alguien que tomó conciencia de sus derechos. Si no sale la ley seguiremos luchando”.

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8.

Nelly se convirtió en una ícono de la lucha feminista argentina y referente admirada por las pibas, un mérito que ganó con trayectoria, sabiduría y poniendo el cuerpo. En una de las fotos más emblemáticas del debate en Diputados se la ve al frente de la columna de mujeres, con una mano sostiene la bandera de la Campaña. Con la otra se apoya en el bastón. Dos líneas de glitter verdes resaltan los ojos al borde del llanto.

9.

“A las adolescentes embarazadas se les impone una maternidad forzada cuando aún se encuentran en pleno desarrollo de su personalidad. Ya no sólo el Estado le obstaculiza la libertad de elegir, sino que incumple con sus obligaciones de educación y prevención. Cómo es posible considerar incapaz de decidir sobre un embarazo no deseado a una adolescente entre los 13 y los 16 años, y por otra parte sí hacerla responsable de llevar a término un embarazo y ser madre”.

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10.

“Las viejas también pensamos y sentimos”, repite cada vez que alguien se sorprende porque a sus 90 años sigue participando en marchas, charlas y debates. A cada lugar que va se le acercan chicas adolescentes, jóvenes y adultas: le piden fotos, la abrazan, le dan besos y le agradecen por más de seis décadas de lucha feminista. “Yo les tengo que agradecer a ustedes”, contesta ella.