A dos años y medio del travesticidio de Diana Sacayán, comenzó el juicio contra uno de los tres acusados.  La figura de Diana condensa la lucha por los derechos de las personas trans, la potencia de su discurso y la rebeldía. Marlene Wayar, activista travesti, periodista y trabajadora social, la recuerda como un torbellino.
Diana sacayan

Por Marlene Wayar

Para mi Diana tiene que ver con un torbellino de necesidades. Un torbellino de energía impulsando para concientizar de que esas necesidades eran derechos. Necesidades propias que las colectivizaba instantáneamente.

Diana tiene una familia numerosa, muchas hermanas. Entre ellas, sobre todo, una hermana también travesti y un hermano trans. Entonces desde el vamos sufrieron el machismo, el patriarcado, el capitalismo por ser pobres, por tener una portabilidad física donde sus rasgos originarios eran visibles. Entonces toda esta cuestión podía utilizarlas. Convertirlas en una necesariedad porque fue una niña carenciada que tuvo hambre. Esto lo entendía.

Entendía que había que hacerlo lucha. Lucha colectiva. Un torbellino de necesidades y de las angustias que producen esas necesidades.