Julio Nakhle – El tribuno.-

Tengo mucho miedo. La familia Peñalva y el colombiano Javier de Jesús Durán Torrecillas me acosan permanentemente porque quieren que yo acuse del crimen de las chicas Luján (Peñalva, 19 ) y Yanina (Nuesch, 16) al novio de la joven a la que yo le componía sus canciones, cosa que no puedo ni debo hacer no solo porque no me consta, sino porque no creo que ese muchacho, Ezequiel Fretes, sea culpable del triste destino de las jóvenes”, dijo ayer a El Tribuno, en medio de las lágrimas, Yudith Hoyos (36), la asesora musical de la mayor de las víctimas.

Yudith, que vive en el barrio Bancario, en la zona sur de Salta, declaró ayer por segunda vez ante el juez Pablo Farah, a quien le transmitió sus temores y le solicitó custodia policial.

“Querían direccionar mis declaraciones. El otro productor de Luján, el colombiano Jesús Durán Torrecillas, y un tío de Luján quieren obligarme a que salga en los medios responsabilizando del terrible hecho a Fredes”, dijo ante el magistrado. “Me siento amenazada y les tengo mucho, mucho miedo”, suspiró.

Hoyos estuvo 30 minutos frente al juez Farah. “Estoy muy shockeada pero repetí ante el magistrado todo lo que declaré en El Tribuno”.

El colombiano

Al ser consultado por este matutino, sobre los dichos de su colega, Durán Torrecillas (25) afirmó: “No sé de dónde sacó Yudith que la estaba presionando. La última vez que la vi fue en el velorio de Luján. Nuestra relación fue únicamente de trabajo. Jamás le dijimos que culpara a Ezequiel. Después de leer sus declaraciones le mande un mensaje de texto para que me explicara lo que estaba haciendo, pero no me contestó. Solo le pido que deje que la familia Peñalva haga su luto y después charlamos”.

Fuentes cercanas a los dos músicos, señalaron a El Tribuno que Hoyos y Durán tienen una disputa personal: la autoría de las canciones grabadas por la joven.

El caso

Peñalva y Yanina Nuesch salieron de sus casas -ambas vivían en el barrio San Carlos en casas muy cercanas- el sábado 21 pasado. Las hallaron, dos días después, colgando de un árbol, atadas del cuello en una soga en la que ellas, o terceros, armaron sendas horcas, una en cada extremo, a la que pasaron por sobre la rama de un árbol.

El juez del caso tiene la causa caratulada como muerte dudosa, aunque cada vez se afirma más la hipótesis del doble suicidio, ya que no presentan marcas en sus cuerpos, no hay señales de la participación de otras personas. Además, encontraron un sendero que conduce al sitio del macabro hallazgo con las huellas exactas de los calzados de ambas chicas, una de las cuales -Yanina- había manifestado sus deseos de suicidarse.