El debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Senado dejó frases inolvidables. “Hay algunos casos”, dijo senador peronista Rodolfo Urtubey,  “donde la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer. A veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violación pero tampoco se puede hablar de consentimiento, sino de una subordinación, de una sujeción”.  En esta columna, Luciana Barbini explica qué significa el abuso sexual intrafamiliar.

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Por Luciana Barbini*

Félix Romeo de Igarzabal, ex camarista, abusó de sus tres nietas durante siete años y las envolvió en un oscuro pacto de silencio. Una de ellas no aguantó más y se lo contó a sus hermanas. Así todo salió a la luz.

En 2012 de Igarzábal fue condenado a ocho años de prisión por “abuso deshonesto agravado por el vínculo reiterado y abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo en concurso real entre sí”.

La mayoría de los casos de abuso sexual infantil suceden en el ámbito intrafamiliar y trascienden las clases sociales.

El abuso sexual infantil es cualquier actividad entre un adulto y un niñx en la que no hay un consentimiento informado, es decir, que el niñx no tiene toda la información para comprender la naturaleza y el propósito de la acción a la que son sometidos. Estas conductas suelen ser progresivas y empiezan incluso antes de que el abusador tenga el primer contacto físico con la víctima, por ejemplo, exponiéndola a material pornográfico o manteniendo conversaciones sexuales con detalles explícitos.

En los abusos sexuales intrafamiliares se incluyen todas aquellas personas que conforman el grupo familiar biológico, político o adoptivo, nuclear y extenso: padres, padrastros, madres, madrastras, hermanxs, primxs, tíxs, abuelxs.

El AS intrafamiliar produce un mayor nivel de rechazo social, pero también de negación: “El mecanismo de negación funciona para protegernos de cosas que no ‘queremos’ ver. Tenemos una idea de que el abusador es una especie de monstruo y no lo relacionamos con el familiar o conocido. Si te digo que tu papá o tu hermano o tu compañero abusó de alguien, la tendencia es a no creerlo. Eso nos protege. Luego, cuando el abuso se devela a veces relacionan hechos pequeños que no habían podido unir antes”, dice la psicóloga Graciela González, quien trabaja sobre ASI en la Fundación Alicia Moreau de Justo.

El abusador conocido casi nunca es violento con la víctima y va escalando en sus abusos. Cuando el niñx se pone molestx y ya no le gusta, lx obliga a mantener el secreto bajo amenaza de que dañará a su madre o que la familia se va a destruir si habla (eso siempre se cumple). Esto, sumado a la negación del adulto no cómplice, hace que ‘de eso no se habla’ sea una constante

“Las víctimas, cuando aún no revelaron el abuso, o sea no lo contaron, dan señales de cambios en su conducta: no querer ir más a la casa de un tío donde antes querían ir, episodios de enuresis y encopresis, cambios de conducta, etcétera”, destaca González.

Cuando las nietas del ex juez contaron los hechos a su familia, les sugirieron perdonar a su abuelo y subestimaron totalmente la denuncia de las chicas. No creerle a las víctimas o deslegitimar su testimonio es, justamente, revictimizarlas. “Las consecuencias peores del abuso en la infancia es cuando el chicx lo revela y no le creen. No es que el abuso le arruina la vida, como se suele decir, pero que no le crean sí porque de esa forma no puede inscribirlo como trauma. Otra cuestión traumática es que a las víctimas no les cree la Justicia, entonces después de innumerables pericias  (al abusador) lo terminan sobreseyendo y ahí las víctimas tienen una sensación de daño”, dice González.

¿Cómo debería entonces actuar la familia? La familia debe no poner en duda el testimonio del niñx para no revictimizarlx, asegurarse de que entienda de que no fue su culpa y cuidarlo del contacto con el abusador. A su vez, deberán  prepararse para una larga batalla judicial.

*Luciana produjo esta nota durante el taller “Narrar las violencias”, dictado por Miriam Maidana en Cosecha Roja.