Cronología de un llanto popular

El velorio de Diego fue maradoniano y tuvo todas las emociones: de las lágrimas por la pérdida a las lágrimas por la represión. Su muerte es el fin de una época. Los varones también lloran y las pibas también son futboleras.

Cronología de un llanto popular

Por Cosecha Roja
26/11/2020

8AM

En la entrada a la Casa Rosada hay un lazo negro y el personal de seguridad pide que por favor cámaras no, que la familia de Diego no quiere fotos. A las ocho de la mañana no hace falta insistir, todo el mundo entiende.

¿Qué te pasa? Me pasa Diego. 

Frente al cuerpo no hay explicación para las lágrimas y tampoco interesa buscarlas. El tiempo se detiene, aunque sólo permiten estar unos segundos. Si alguien se demora piden circulación: con una palmadita en la espalda invitan a seguir. Claudia, Gianinna, Dalma y unos pocos familiares son la guardia imperial de Diego. No tienen anteojos: se les puede ver los ojos empañados.

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10 AM

La escena se repite cientos de veces. Del lado derecho a la Casa Rosada entran quienes esperaron horas y horas para despedirse. Cuando salen del lado izquierdo todo es llanto.

El llanto de quienes lo vieron en la cancha, de quienes escucharon a quienes lo vieron, de quienes separan a la persona del jugador, de quienes lo perdonaron, de quienes le guardan algún rencor y de quienes asumen que las contradicciones son parte de la naturaleza humana. 

El llanto de personas a las que no les gusta el fútbol pero sienten que Diego es un familiar, el llanto que no tiene sentido y el llanto ajeno que se vuelve propio. 

Nos enseñaron que llorar no es de machos, que no hay lugar para los débiles. Por eso quizá el último acto popular de Diego Maradona sea hacer llorar a los más machos, del deporte que más deconstrucción necesita, en un país donde el fútbol todavía es sinónimo de machirulos y violencia.

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12 PM

La fila llega desde la Rosada hasta 9 de julio, dobla y pasa el Ministerio de Desarrollo Social. Hay olor a choripán, camisetas, posters y vinchas con Diego en todas sus épocas: el niño del potrero, el ídolo que corre como un d10s y el glamoroso que sostiene una copa de champán envuelto en una boa de plumas.   

Cuanto más cerca de la Plaza más fuerte se escucha Maradó, Maradó. Pero ese fervor se apaga después de pasar por el salón donde está el cuerpo. Lo que sigue son lágrimas y relatos entrecortados.

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Mariano dejó una carta frente al cajón que empieza así: Ojalá algún gobierno haga tan feliz al pueblo como vos lo hiciste Diego. El hijo menor de Ignacia se llama Diego Armando porque nació en el 90. Sabrina no sabe qué decir y repite: es muy triste, es muy triste. Natalí y Javier van a recordarlo en la cancha. Cristina dice que es como la muerte de un hermano, alguien que compartió con ella alegrías y tristezas sin conocerla.

En la Plaza hay camisetas de todos los cuadros y varones de River y Boca posan juntos para las cámaras. Otra venganza popular de Diego es esa performance de la unión y la fraternidad más allá de todo. ¿Durará? ¿El llanto que une será un llanto que deconstruya? Habrá que verlo, las fotos quedarán.

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14 PM

En 9 de julio y Avenida de Mayo empiezan las corridas y las imágenes que duelen. Avanzan camiones hidrantes, tiros y gas pimienta. La policía de la Ciudad arma filas como si fuera a un enfrentamiento. 

Se repite una frase: el Diego no se merecía esto.

El desconcierto entre quienes hacen la fila es total y empiezan los rumores. Se dice que la familia pidió que la despedida terminase a las 16 y que la orden es desalojar. Nadie se explica cómo alguien pensó que el velorio del hombre más conocido del mundo podría durar ocho horas.

Entre colegas periodistas se arma una trinchera que va de un lado a otro para registrar el caos. Los vendedores de choripán se tapan con las tapas de las heladeras. Un pibe que va en bicicleta queda tirado en el piso y se desmaya.

Télam 26/11/2020 Buenos Aires: Represión de la policía de la Ciudad aen inmediaciones de Av de Mayo y 9 de Julio. Foto: Raúl Ferrari/amb

Télam. Foto: Raúl Ferrari

16 PM

De un llanto a otro llanto, la mayoría de las personas que llegaron al centro porteño vuelven a la Plaza. Corre el rumor de que el velorio se extiende a las 19 y la esperanza de quienes no pudieron despedirlo se renueva. La represión sigue en focos, ya no es masiva, y los camiones hidrantes empiezan la retirada.

La gente se organiza en una fila por su cuenta, tienen sus razones y quieren entrar. Leslie es venezolana, creció escuchando a su padre hablar de Maradona y quiere guardar todas las escenas para contárselas. Elena está haciendo la fila porque siente que se fue el más grande y quiso llevar a su hija que tiene once años: dice que quiere que este día le quede en su memoria. Marina es cartonera y lo despidió temprano, pero quiere volver a despedirse porque siente que Diego es pueblo. 

Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación difunden un comunicado donde se desprenden de la responsabilidad del operativo: “Es absolutamente falso que las fuerzas policiales y federales de seguridad hayan recibido la orden de reprimir ni de participar de la represión desatada en la zona de la Avenida 9 de julio, ya que es jurisdicción de la policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es la Policía de la Ciudad de Buenos Aires la que posee la responsabilidad primaria del operativo”.

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17.48 PM

El coche fúnebre estaciona al costado de la Rosada y suben al cuerpo de Diego. Para colmar el día de emociones un grupo se sube a las rejas y los bomberos riegan con agua para que se bajen. Otra vez hay corridas. Nunca sencillo, Diego se va en retirada maradoniana, ese adjetivo que supo coronar las escenas más desbordantes de las últimas décadas. 

El cuerpo de Diego viaja rápido por paseo Colón rumbo al cementerio de Bella Vista. Muchas personas se quedan con una sensación amarga por no haberle dado la despedida gloriosa que imaginaban. El duelo va a seguir, este duelo no terminó. 

Quienes lloran a Diego también lloran emociones que no van a repetirse. Una pérdida se vive siempre como la primera vez y las lágrimas son el acto racional frente al gran interrogante que es la muerte. Se va el humano, el D10s ya era eterno hace rato.

Es el fin de una época.

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