“No queremos que usen a la Negra, que la transformen en Blumberg”, dijo a Cosecha Roja Damian Castro, compañero de militancia de Micaela García y referente del Movimiento Evita. Lo dice porque cree que en los últimos días los medios de comunicación se hicieron eco del femicidio con un discurso represivo y de mano dura. “Si la Negra estuviera, aún después de lo que pasó, ella no querría eso”.

Hoy Sebastián Wagner declaró ante el fiscal Ignacio Telenta. Según trascendió, se autoincriminó del abuso sexual y culpó a Néstor Pavón, el dueño del lavadero donde apareció el auto y su jefe, quien está bajo prisión preventiva desde el 8 de abril. El Renault 18 de Wagner apareció en el lavadero de Pavón: la investigación judicial detectó que el alguien lo limpió. Los peritos encontraron los cabellos que demuestran que Micaela estuvo en el Renault. Además, analizaron la bolsa de la aspiradora en la que también habían pelos y una muestra biológica de la que se esperan los resultados.

Pavón le había dicho a la policía que la noche de la desaparición de Micaela, Wagner había cenado con él porque estaba deprimido. “Quería volverse, extrañaba a su familia”, había declarado a la prensa antes de ser detenido. Además, lo habían identificado en unas cintas de seguridad merodeando cerca de la joven, y creen que es el acompañante que estaba en el auto con él la madrugada del 1 de abril.

El fiscal Ignacio Telenta aseguró que Wagner enfrenta acusaciones de femicidio y homicidio criminis causa. Ambos delitos pueden ser penados con cadena perpetua.

Desde el equipo legal del Movimiento Evita creen que el testimonio de Wagner es parte de una estrategia para que la justicia sólo lo acuse de violación y cargue a Pavón con el asesinato de Micaela. “La Negra peleó hasta el final, no iba a dejar que nadie la tocara”, dijeron sus compañeros.

Damián la conocía desde hacía cinco años. “¿Viste que dicen que algunos nacen con cualidades de líder y otros se hacen? Bueno, la Negra era ambas cosas. Muchas veces nos representó en congresos nacionales y formaba parte de las decisiones más importantes de la agrupación en la provincia”.

Ayer militantes de todo el país fueron al velorio de Micaela, sus amigos y familiares, dirigentes de diferentes agrupaciones también estuvieron presentes. “Nos robaron una compañera, y ahora tenemos una enorme responsabilidad: honrarla, y convertirla en ejemplo de lucha”, dijo Damian. “No tenemos resentimiento, queremos justicia”.

Ahora los compañeros Micaela organizan jornadas solidarias para concientizar y seguir el caso. “Queremos cambiar la Justicia, ver un cambio real en el Poder Judicial”, contó Damián. “El verdadero cambio se verá cuando se pueda modificar el ‘sentido común machista’, cuando una mujer pueda caminar tranquila por la calle, y se deje de naturalizar la desaparición y muerte de pibas. Cuando lleguemos a casa y no sea la mamá la que limpie y cocine”.