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Guillermo Elia, Cosecha Roja-. La apertura de la 11° Conferencia Nacional sobre políticas de drogas planteó un cambio de paradigma en el lugar común sobre los consumidores. Terminar con la criminalización y tratar al adicto como portador de una enfermedad fueron los ejes. El comité inaugural lo integró Alejandro Gherardi, Alberto Stella, Rafael Franzini, Julio Postiglioni, Alberto Sileoni y Graciela Touzé, presidenta de la Asociaciación Civil Intercambios.

Durante su presentación Alejandro Gherardi -Asesor en sistemas y servicios de salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS)-,  destacó que las personas que consumen padecen de “las barreras existentes que son producto de la estigmatización y la discriminación lo que es una violación a los Derechos Humanos”.

El coordinador del programa conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (ONUSIDA) para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, Alberto Stella, explicó que “en los 30 años de HIV la historia nos ha demostrado que el consumo de drogas intravenosas ha influido en la epidemia”. A su vez, reclamó “colocar al ciudadano vulnerable en el centro de atención para darle una respuesta y que no sea criminalizado”.

Rafael Franzini -representante de la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (ONUDD) para Brasil y el cono sur- planteó la necesidad y urgencia de un cambio de paradigma: “estos grupos vulnerables modifican su conducta por su consumo, en algunos casos saliendo a delinquir por su enfermedad. Por eso cuando hablamos de consumidores hablamos de enfermedad y no de criminales. Hay que tener una mirada sanitaria de la problemática”.

En ese sentido el representante de la ONUDD pidió a los medios que “estos temas sean tratados con seriedad porque están en juego temas públicos como salud y seguridad y esos no son temas vanos”.

Para el titular del Sedronar Julio Postiglione “es un tema transversal a la sociedad. El estado debe sumar a otros actores fundamentales como organizaciones no gubernamentales porque este es un desafío que tenemos por delante y nadie debe quedarse afuera. En este cambio de paradigma tiene que haber una responsabilidad compartida para que no haya consumidor adicto violento sino activo recuperado”.

El funcionario nacional aseveró que otro de los caminos que se deben transitar tiene que ver con “enfrentar la actividad ilegal nociva y rentable. Es un enfrentamiento desigual pero no imposible”, aclaró.

Por su parte el ministro de Educación Alberto Sileoni sentenció: “No criminalizar al consumidor. Nunca más una mirada estigmatizante y distante”, indicó enfáticamente a la vez que explicó que “la sociedad está dando pasos, cuando salgamos de la hojarasca de la discusión política nos vamos a dar cuenta que estamos en una discusión mejor que son los derechos de las personas”.

El responsable de Educación llamó a las escuelas a involucrarse: “tiene que estar el estado presente. No puede haber silencio pedagógico, la escuela debe hablar y escuchar a sus alumnos”, entendiendo que son potenciales víctimas debido a que la problemática del consumo se da en púberes y adolescentes.

Por último Graciela Touzé, de la asociación Intercambios, aseguró que “hay que lograr un discurso alternativo a la guerra contra las drogas que llegue a los ámbitos internacionales superando los claustros académicos”.

Touzé entiende que “estamos ante una oportunidad histórica” dado que el cambio de paradigma fue incorporado en la mesa de discusiones de Naciones Unidas y en la última reunión de la OEA en junio pasado.