Anahí Benítez tenía 16 años cuando la encontraron muerta, el 4 de agosto de 2017. Su cuerpo estaba semienterrado en la reserva de Santa Catalina, en Lomas de Zamora. Estuvo desaparecida seis días, en los que su familia y compañeros de la escuela la buscaron sin descanso. Hoy el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora sentenció a Marcos Bazán, el único acusado, y lo consideró culpable del femicidio. El 2 de junio se conocerá la pena y sus fundamentos.
“Estamos muy conformes porque era lo que pretendíamos. Aunque esta es una primera parte porque consideramos que hubo más implicados, al menos otras dos o tres personas”, dijo a Cosecha Roja Guillermo Bernard Krizan, abogado querellante de la familia de Anahí.
La lectura del fallo fue a las 12 y se trasmitió por videoconferencia a través de la plataforma “Teams”, para asegurar el aislamiento social por la pandemia del coronavirus. Los únicos que estaban en la sala, respetando distancias y con tapabocas, fueron los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones; el fiscal Hugo Carrión; el abogado Bernard Krizan; la mamá de de Anahí y los abogados defensores Eduardo Soares y Rosario Fernández.
Guillermina fue al secundario con Anahí y siguió paso a paso la causa: es una de las fundadoras de la Comisión Verdad, Justicia y Transparencia por Anahí Benítez. Para ella la sentencia no fue una sorpresa: “Vengo presenciando las audiencias desde el principio con la esperanza de que nos pudieran aclarar un poco el panorama de qué había pasado con nuestra compañera, dónde estuvo los días que estuvo desaparecida, quiénes son los responsables”.
Los debates a los que asistió Guillermina empezaron en febrero con otro imputado: Marcelo Sergio Villalba de 42 años, cuyo ADN también estaba en el cuerpo de Anahí. En el medio empezó la cuarentena y el juicio tuvo un parate de 57 días. Villalba dejó de ser juzgado porque el Tribunal lo consideró un “psicótico” sin responsabilidades intelectuales. “Vamos a seguir solicitando informes psiquiátricos cada tres meses, a ver si en algún momento puede ser sometido a proceso”, dijo el abogado.
Cuando apartaron a Villalba, Guillermina y la Comisión sintieron desconfianza en los resultados: “Desde ese momento supimos que nada de lo que iba a pasar iba a ser limpio, que no íbamos a tener las respuesta que necesitábamos, y no las tuvimos. Sabemos que esto no es todo, y que desde el primer momento el juicio no es realmente justo”.
Bazán siguió la sentencia por videoconferencia desde la Unidad 9 de La Plata, donde cumple su prisión preventiva. En la puerta del Tribunal un grupo de personas se reunió para apoyarlo: decían que es un perejil de la justicia y pedían que se reabra la investigación. Durante la lectura de la sentencia hubo una falla en el sistema: algunos micrófonos quedaron abiertos y todos ellos gritaron “que se siga investigando”.
Silvia Pérez, mamá de Anahí, dijo ayer que esperaba que la Justicia avance sobre los encubridores y otras personas que “por acción u omisión” estén vinculadas al crimen de su hija, según publicó la agencia Telam. También aseguró que no cree que haya nadie que pueda dudar de que Anahí “estuvo en la casa de Bazán y que allí ocurrió esta tragedia”.
Como el veredicto de hoy fue condenatorio y el pedido de la querella es prisión perpetua, el 2 de junio quedará confirmada, “ya que en esta calificación no había otra pena intermedia”, explicó Bernard Krizan. Con los argumentos del tribunal, que falló unánime, Bazán podrá intentar apelar su condena.