Cosecha Roja.-

El domingo en la noche, en el barrio Álamos, noroccidente de Bogotá, hubo una pelea de pareja. Se oyó una intensa discusión y luego hubo silencio. El marido se fue de la casa y la mujer, Mireya Díaz Salamanca, se quedó allí con el hijo de ambos, de 2 años y 3 meses de edad. Ella es la principal sospechosa de lo que ocurrió después: al niño lo asfixiaron hasta matarlo.

Vecinos consultados por la Policía de Engativá dijeron que los padres del menor vivían juntos desde hacía cuatro años, pero que llevaban dos semanas separados, aunque con encuentros constantes. Esa noche, él había ido para hablar con ella, pero terminaron peleando.

Las pesquisas iniciales indican que la mujer, de 35 años, asfixió al niño con una almohada, cuando quiso ahogar su llanto. Otra versión conocida en los medios informa que el arma fue una bolsa plástica. Cuando el nene dejó de llorar, la madre supo que lo había matado y trató de suicidarse. Puso insecticida en una jeringa y se lo inyectó en un brazo. El método no hizo efecto, y trató otra vez. Primero se tomó un líquido de limpieza y luego, intentó electrocutarse al introducir un cable pelado en un tomacorriente. Nada de eso pudo quitarle la vida.

Al amanecer del día siguiente, Mireya Díaz Salamanca decidió llamar a la línea 123, de las autoridades, para pedir ayuda y contar lo que había pasado: la muerte del niño y sus propias heridas. Los agentes llegaron y vieron un cadáver en el piso. A ella la llevaron a Hospital Infantil San José, porque la intoxicación fue severa.

El Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía hizo el levantamiento del cuerpo y las primeras diligencias para judicializar a la mujer. Se sabe que Mireya Díaz Salamanca es profesional, contadora pública, y de clase media. Estaba desempleada.

Según cifras de Medicina Legal, en lo que va de este año, 12 niños han sido asesinados en Colombia por un familiar directo.

Niños abandonados

Hace una semana otro caso de maltrato infantil se conoció en Bogotá. Tres niños de 1, 3 y 5 años estaban abandonados, solos y sin comida, en una casa de Kennedy, en el sur de la ciudad. Uno más, de 3 meses de edad, fue hallado muerto en una habitación. Al parecer, llevaba más de 72 horas sin vida.

Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la madre los había dejado solos “por irse de viaje” durante el fin de semana largo del 20 de agosto. La mujer fue identificada como Leydi Yadira López, de 22 años. No vivía con el padre de los niños, un reciclador de 24 años, ni tenía algún amparo económico.

La Policía local dijo que el bebé murió por asfixia: al parecer su hermano mayor, de 5 años, le dio tetero y lo puso boca abajo, por lo que se ahogó con el reflujo. El ICBF informó que el niño no había sido registrado ante las autoridades civiles y que ninguno de los pequeños tenía obra social. Además, fueron hallados en estado de abandono y de desnutrición.

Por el momento, los tres niños se encuentran bajo custodia del ICBF, en un proceso de restitución de derechos. La madre tiene medida de aseguramiento por abandono de menores.