Semana.-

Aunque la mujer fue capturada y condenada a doce años de prisión por narcotráfico, estaba libre desde 2006 y el viernes pasado un sicario la asesinó en Cali.

Sin pistas claras continúan las autoridades sobre los móviles y autores del crimen de Nancy Ramírez Murillo, la supuesta Reina de la Heroína del cartel del Norte del Valle.

La mujer de 54 años de edad aunque era natural de Roldanillo, al norte del Valle, desde hace varios años vivía en Cali, en un modesto barrio al sur de esa ciudad.

Precisamente cuando llegaba a su residencia el pasado viernes al mediodía fue abordada por asesinos motorizados justo en el momento que pretendía bajarse de un taxi. Mientras sacaba el dinero para pagarle al conductor, uno de los sicarios le propinó varios impactos de bala.

De inmediato el taxista la trasladó hacia el Hospital Universitario del Valle, HUV, pero Ramírez Murillo falleció y no alcanzó a ser atendida por el personal de urgencias.

Irónicamente ese hospital fue el último lugar donde la mujer estuvo antes del ataque sicarial. De acuerdo con fuentes oficiales estaba visitando a uno de sus hermanos que días atrás sufrió una lesión por arma de fuego, “pero no sabemos con certeza en qué circunstancia”, Indicó la fuente. No obstante, versiones extra oficiales señalan que pudo ser producto de un atentado criminal, del cual salió ileso.

La historia de esta mujer que las propias autoridades militares y de Fiscalía calificaron como de alto perfil dentro de la mafia, se remonta a diciembre del 2002 cuando en un operativo conjunto de ambos organismos oficiales se logró su captura en Roldanillo, un pequeño pueblo ubicado al norte del departamento y considerado como el epicentro de varios de los capos de la mafia.

“Gracias a informaciones suministradas por la Red de Cooperación Ciudadana, unidades militares de la Tercera División y funcionarios de la Fiscalía capturaron a la mujer Nancy Ramírez Murillo, “conocida dentro de la organización del narcotráfico como la Reina de la Heroína”, precisó para entonces un comunicado de prensa expedido por el Centro de Noticias del Estado, CNE, en la página web de Presidencia.

Agregó el mismo boletín que Ramírez Murillo tenía “una orden de captura de la Fiscalía 2 de Cali por el delito de violación a la Ley 30 de 1986. También es solicitada por el Juzgado Segundo Especializado por los delitos de narcotráfico y concierto para delinquir”.

Además, en el mismo comunicado se indica que “Ramírez Murillo se desempeñaba como enlace de los carteles del Norte del Valle y de Cali. Una de sus funciones era acopiar grandes cantidades de droga y coordinar los embarques del alcaloide hacia los mercados internacionales”.

El informe de prensa agregó que de acuerdo a fuentes militares Ramírez sostuvo negocios ilícitos con la organización de Víctor Julio Patiño Fómeque y vínculos con Iván Urdinola Grajales y Diego León Montoya Sánchez, alias ‘don Diego’.

No obstante y pese a recibir en 2005 una condena de doce años por tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, quedó en libertad condicional en 2006 y el año pasado le aplicaron extinción de pena, lo que la dejó en libertad completa.

Todos esos antecedentes hacen más difícil tejer hipótesis alrededor de los móviles de su crimen, en especial porque en la actualidad el Valle del Cauca está viviendo un reacomodo mafioso donde se distinguen dos bandos.

Uno de ellos liderado por alias Martín Bala y que en una supuesta alianza con los Urabeños y Víctor Patiño Fómeque estarían peleando a sangre y fuego el dominio territorial a los hermanos Luis Enrique y Javier Antonio Calle Serna, alias Los Comba, este último recientemente sometido a la justicia de los EE.UU, pero cuyo poder criminal heredó Diego Pérez Henao, alias ‘Diego Rastrojo’.

En vista de las supuestas relaciones que tuvo la Reina de la Heroína con esas organizaciones, la orden de su ejecución pudo provenir de cualquiera de los dos bandos en disputa o incluso de un tercero que está pescando en río revuelto.