Unidad investigativa. El Tiempo.-

Un ejército criminal de cerca de 1.500 integrantes, con presencia en nueve zonas del país y hegemonía en Nariño, el departamento que concentra la mayor cantidad de cultivos de coca en el país (unas 15.000 hectáreas), se acaba de quedar sin sus máximos jefes a raíz de la entrega de Javier Antonio Calle Serna -revelada ayer por la W- y de Luis Enrique Calle, su hermano.

El sometimiento a Estados Unidos de los Calle -sicarios que en el 2007 asesinaron a su jefe, el capo Wílber Varela, en un sangriento ‘golpe de Estado’ de la mafia perpetrado en Venezuela y que llevaron a los ‘Rastrojos’, su banda, a disputarse el control del narcotráfico en todo el país- abre espacio a dos escenarios no excluyentes: la atomización del grupo entre varias facciones y la entrada de ‘los Urabeños’ a zonas plenamente controladas por la banda rival.

En la lista de sucesión de los ‘Comba’ queda un nombre de importancia: el de Diego Pérez, ‘Diego Rastrojo’, que, aunque supuestamente estaba también buscando un acercamiento con la justicia de Estados Unidos, lidera un grupo de narcos en el norte del Valle que tiene contactos directos con los carteles de ‘los Zetas’ y Sinaloa, en México. Las autoridades aseguran que, tras revelarse el sometimiento de los ‘Comba’, empezó una vendetta de la mafia, que ha dejado al menos veinte asesinatos en Cali y Bogotá. La captura en marzo pasado de Juan Carlos, otro de los hermanos Calle Serna, sacó de circulación a otro posible heredero.

Expertos en inteligencia aseguran que si ‘Diego Rastrojo’ decidiera no someterse e intentara suceder a sus compinches, difícilmente podría lograr la capacidad de estos para negociar ‘franquicias’ del narcotráfico a nivel nacional, que fue el modus operandi de su expansión criminal. De hecho, no se descarta que violentos narcos como ‘Coyak’, ‘Mincho’ y ‘Palustre’ pretendan armar sus propios grupos. En ese tipo de disputas, los factores que definen lealtades son plata y capacidad de violencia, dicen los expertos.

Van por el Pacífico

Los análisis de la Policía y otras agencias apuntan a que ‘los Urabeños’ aprovecharán su cercanía con antiguos ‘duros’ de la mafia del Valle, como Víctor Patiño Fómeque y el temido ‘Martín Bala’, para consolidar el dominio en el Pacífico, que es la principal ruta del narcotráfico colombiano.

En su momento, la Fiscalía documentó que los de Urabá estaban negociando pactos de no agresión con gente de los ‘Comba’, y ahora se investiga si el sometimiento de los Calle fue antecedido por un acuerdo entre narcos.

En todo caso, la llegada de los capos del Valle a cárceles de EE. UU. plantea, de nuevo, la duda sobre el avance de los procesos por los crímenes cometidos por ellos y sus hombres en Colombia. Sus asesinatos habrían pasado de mil en los últimos tres años, según cálculos conservadores.

Uno solo de los ‘Comba’, Javier Antonio, tiene procesos por concierto para delinquir, tráficos de droga y de armas, desplazamiento, desaparición, secuestro y homicidio. Se le atribuyen directamente 35 muertes y 5 desapariciones, que, con su entrega a Estados Unidos, podrían quedar en la impunidad.

En qué están las bandas

1. Los del Llano

El ‘Loco’ Barrera es el único de los grandes capos de los Llanos que sigue vigente. No se descarta que los ‘Comba’ intenten venderlo para negociar con EE. UU. En los Llanos hay grupos dispersos que podrían llegar a los 500 hombres.

2. Los de Urabá

Es la banda más fuerte (2 mil hombres) y sigue en expansión. Los ‘Urabeños’ perdieron a su máximo jefe, ‘Giovanni’, en diciembre. Su hermano, Dairo Antonio Úsuga David, ‘Otoniel’, lo sucedió.

Así se ‘cocinó’ el arreglo con EE. UU

El sometimiento de los hermanos ‘Comba’ empezó a concretarse a finales de octubre del 2011. Ese mes, un abogado vallecaucano se acercó a agentes antimafia de la DEA para sondear la negociación. Como prueba de buena voluntad, les mostró cartas firmadas por los ‘Comba’ y mensajes enviados a monseñor Julio César Vidal -entonces obispo de Montería-, en los que los capos prometían “desmontar una estructura armada de 5.000 hombres”, si bien todos los organismos de seguridad de Colombia coinciden en que se trataba de una cifra inflada.

La DEA monitoreó al emisario durante varios días y estableció que también intentó que la Fiscalía -durante la administración de Viviane Morales- le escuchara la propuesta. Fue entonces cuando decidió pedirle una prueba: la entrega de lugartenientes de los ‘Comba’. Dos semanas después, y como un dominó, fueron cayendo varios de ellos de manera voluntaria o mediante localizaciones ‘cantadas’ a autoridades colombianas. Para diciembre, la DEA y los emisarios ya habían tenido tres reuniones en Centroamérica, pues a uno de los abogados de los ‘Comba’ le quitaron la visa a EE. UU. por estar involucrado en expedientes judiciales. La negociación tomó fuerza cuando los ‘Comba’ prometieron ayudar en el sometimiento de Daniel el ‘Loco’ Barrera y de ‘Diego Rastrojo’.

Las familias

A cambio -tal como lo reveló EL TIEMPO.COM en diciembre y lo confirmó ayer el general José Roberto León Riaño-, los ‘Comba’ pidieron 16 visas de residente. Según dijeron, se las van a repartir a su núcleo familiar, que correría peligro si se queda en Colombia.

En ese momento, el abogado estadounidense Rubén Oliva ya había aceptado hacerse cargo de la negociación con la DEA. De hecho, viajó hace 15 días a España a hablar con el comisario de policía de ese país sobre la entrega de predios a EE. UU. que los ‘Comba’ tienen allí.

Esa semana, algunos medios madrileños filtraron la noticia de la entrega de Luis Enrique Calle. Pero la DEA le dijo a EL TIEMPO.COM que la negociación quedaría en firme en mayo, tal y como acaba de ocurrir. De hecho, hace dos semanas, el fiscal de EE. UU., Eric Holder, calificó como simples especulaciones las versiones de prensa que daban como un hecho que los ‘Comba’ se habían entregado.

Cumpliendo con el cronograma acordado con la DEA, y anunciado por este diario, el viernes, en Aruba, se entregó Javier Antonio, y su hermano Luis Enrique hizo lo propio en Panamá. Cálculos de los abogados de los capos indican que, con la información, rutas y bienes que van a poner a disposición de las autoridades, sus clientes obtendrán penas no mayores de 10 años. De hecho, planean que Javier Antonio, el mayor de los Calle, asuma toda la responsabilidad para que el otro salga más rápido.

 

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Foto: WRadio