Caso Facundo: una piedra turmalina en el baúl de un patrullero

El amuleto del joven se suma a las pruebas que vinculan su muerte con la policía Bonaerense. Lo encontró el perro de un perito contratado por la familia.

Caso Facundo: una piedra turmalina en el baúl de un patrullero

Por Cosecha Roja
18/09/2020

Facundo Astudillo Castro llevaba una piedra turmalina en su cuello como talismán. Hoy la encontraron en el patrullero Toyota Etios secuestrado a la policía de Bahía Blanca. Es el vehículo que se desvió de su ruta el 8 de mayo y estuvo 35 minutos a pocos metros del cangrejal donde apareció cuerpo del joven de 21 años.

“Es una piedra que le habían comprado los amigos de Facundo cuando inauguraron la cervecería donde trabajaba”, dijo a Cosecha Roja Leandro Aparicio, abogado de la familia. “De hecho hay una foto de Facundo del 14 de marzo que dice ‘turmalina’ atrás”.

“La piedrita se encontró en el baúl del Toyota por el perro del perito Marcos Herrero”, dijo Aparicio. Herrero es el perito particular que puso la familia de Facundo para participar de la búsqueda del jóven que partió de su casa en Villa Luro el 30 de abril y estuvo desaparecido hasta el 15 de agosto, cuando encontraron sus restos en un cangrejal.

“Este nuevo elemento de prueba se suma a lo que se ha ido acumulando probatoriamente  en la causa, como la presencia de un patrullero de Bahía Blanca en la zona cercana al hallazgo”, dice Margarita Jarque, abogada y querellante en la causa de Facundo por la Comisión Provincial por la Memoria.

Para Jarque se trata de “una prueba más que consolida la hipótesis policial”. Y enumera otras pruebas incriminatorias: “La mochila conteniendo algunos efectos de Facundo y faltando otros como dni y tarjeta de débito, el celular de Facundo impactando en antena que toma la zona de la UPPL el 1 de mayo, son los aspectos más relevantes”. 

Otra de las pistas que vinculan a la Bonaerense con la desaparición fueron “la sandía en Teniente Origone y el relato de Siomara Flores de trasladar a Facundo aunque su olor no es reconocido en su auto”.

La sandía que menciona la abogada es una vaquita de San Antonio que apareció en la comisaría de Origone cuando el cuerpo de Facundo todavía no había sido encontrado. Se la había regalado su abuela y su hermano tenía una igual. También la encontró el perro del perito Herrero.

Si bien la investigación no puede descartar otras hipótesis, para la madre de Facundo, Cristina Castro, fue la policía. El domingo apareció la mochila del joven en un lugar que ya había sido “hiper rastrillado”. Tenía los dos celulares que llevaba con él (un Nokia y un BlackBerry) y su cédula de conducir.

Luciano Peretto, el otro de los abogados de la familia, dijo que los dos celulares fueron remitidos a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip) de la Procuración ya que “es muy importante lo que tenían sobre las últimas horas de vida” de Facundo.

Sobre el pescador que encontró la mochila, Peretto dijo que “la levanta porque el lugar se estaba empezando a inundar ya que había subido la marea”. Después de eso “se la lleva al domicilio y cuando ve los objetos que había en su interior llama a la Policía Federal”.

La mochila apareció cuatro días después de la primera declaración de Cristina Castro, madre de Facundo, ante los dos fiscales que se sumaron a la investigación del caso: Andrés Heim, de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin); y Horacio Azzolin, jefe de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci).

En su extensa declaración Castro reiteró sus críticas públicas contra el accionar de la Policía de la provincia de Buenos Aires y el fiscal federal de Bahía Blanca Santiago Ulpiano Martínez.